¡°Las ondas gravitacionales nos dir¨¢n qu¨¦ pas¨® una fracci¨®n de segundo despu¨¦s del Big Bang¡±
El ¡®padre¡¯ del experimento LIGO explica c¨®mo el fen¨®meno predicho por Einstein puede explicar las mayores inc¨®gnitas sobre el universo
Barry Barish fue el primero de su familia en ir a la universidad. Su padre, estadounidense hijo de inmigrantes jud¨ªos, se qued¨® hu¨¦rfano a los 12 a?os y tuvo que ponerse a trabajar para apoyar a la familia. Su madre recibi¨® una beca para estudiar en la Universidad de Nebraska, pero su padre no le dej¨® ir. Fue ama de casa toda su vida.
Al estallar la II Guerra Mundial el padre de Barish entr¨® a trabajar en la f¨¢brica de aviones cerca de Omaha, donde se construyeron los bombarderos que lanzaron las bombas at¨®micas de Hiroshima y Nagasaki, entre muchos otros. Terminada la guerra la familia se mud¨® a California. Barish iba para ingeniero, pero cuando entr¨® en la Universidad de California en Berkeley se estaban descubriendo nuevas part¨ªculas elementales y qued¨® cautivado por las posibilidades de entender ¡°de qu¨¦ estamos hechos¡±.
En 1994 Barish ¡ªque ya era profesor de f¨ªsica en Caltech¡ª consigui¨® el trabajo de su vida: director del observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometr¨ªa L¨¢ser (LIGO), un experimento al l¨ªmite de la tecnolog¨ªa existente. Seg¨²n la teor¨ªa de la relatividad de Einstein, las estrellas que colapsan, las estrellas de neutrones y los agujeros negros liberan parte de su masa en forma de ondas de gravedad que se expanden por el universo como las ondas de un estanque al caer una piedra. El objetivo de LIGO, con un coste total de 1.100 millones de d¨®lares, era captar esas se?ales. Bajo las ¨®rdenes de Barish (Omaha, 1936), LIGO pas¨® a ser una colaboraci¨®n internacional en la que trabajan unos 1.000 cient¨ªficos de 18 pa¨ªses, incluida Espa?a.
El 14 de septiembre de 2015 a las 5:51 de la ma?ana hora local, el detector LIGO en Livingston, Luisiana, capt¨® una se?al. Siete mil¨¦simas de segundo despu¨¦s, el detector de LIGO en Hanford (Washington) ¡ªa m¨¢s de 3.000 kil¨®metros de distancia¡ª detect¨® una se?al id¨¦ntica. Era la primera onda gravitacional de la historia, producida hace 1.300 millones de a?os por dos agujeros negros que se fusionaron liberando una energ¨ªa equivalente a tres estrellas como el Sol. Al llegar a la Tierra la se?al era tan d¨¦bil que apenas produjo un movimiento en los haces de luz l¨¢ser menor que una billon¨¦sima de cent¨ªmetro.
El 3 de octubre de 2017, Barish recibi¨® el premio Nobel de F¨ªsica junto a Rainer Weiss y Kip Thorne por el descubrimiento de las ondas gravitacionales. De visita en Madrid para impartir una conferencia en la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, el f¨ªsico explica en esta entrevista la importancia de este descubrimiento y critica que la ciencia se ha vuelto demasiado conservadora como para conseguir descubrimientos realmente rompedores.
Pregunta. La academia dijo que las ondas gravitacionales ¡°abren la puerta a nuevos mundos jam¨¢s observados¡±. ?Por qu¨¦?
Respuesta. Todo lo que sab¨ªamos de astronom¨ªa antes de 1608 era a trav¨¦s de la observaci¨®n del cielo a ojo desnudo. En esa fecha se invent¨® el primer telescopio. Galileo lo us¨® para observar J¨²piter y vio que ten¨ªa cuatro lunas, hay m¨¢s, pero ¨¦l vio cuatro. Fue el inicio de la astronom¨ªa. Desde entonces hemos aprendido much¨ªsimo del universo usando telescopios cada vez m¨¢s grandes, capaces de observar en varios espectros. Pero todo lo que sabemos viene de las interacciones electromagn¨¦ticas. Las ondas gravitacionales no tienen nada que ver con esas interacciones, sino con efectos gravitatorios. Por primera vez miramos el universo de una forma totalmente nueva.
La ciencia se ha vuelto demasiado conservadora
P. ?C¨®mo va a evolucionar este nuevo campo?
R. Lo primero que hemos observado han sido fusiones de agujeros negros y estrellas de neutrones. Pero hay muchos otros fen¨®menos que deben producir ondas gravitacionales, por ejemplo una supernova, el colapso de una estrella. Otro es un p¨²lsar, una estrella de neutrones en rotaci¨®n. El m¨¢s interesante de todos son las se?ales del origen del universo. Todos queremos saber qu¨¦ sucedi¨® en los primeros instantes tras el Big Bang [hace 13.700 millones de a?os]. El problema es que la radiaci¨®n electromagn¨¦tica solo te permite observar hasta 400.000 a?os despu¨¦s del Big Bang, m¨¢s all¨¢ los fotones son absorbidos. Las ondas gravitacionales no son absorbidas, con lo que puedes usarlas para entender qu¨¦ pas¨® realmente. ?C¨®mo se formaron las primeras part¨ªculas, c¨®mo sucedi¨® la inflaci¨®n del universo?, por ahora solo tenemos conjeturas. Si podemos llegar a la primera fracci¨®n de segundo, sabremos c¨®mo comenz¨® todo. Para esto necesitamos experimentos diferentes a los actuales. Creo que tardaremos 50 o quiz¨¢s 100 a?os en conseguirlo, pero es un objetivo claro.
P. ?Qu¨¦ otras grandes preguntas se pueden responder estudiando las ondas gravitacionales?
R. En f¨ªsica estamos en una situaci¨®n muy embarazosa porque tenemos dos teor¨ªas fant¨¢sticas. Una, inventada por Einstein, explica las grandes distancias y que funciona a la perfecci¨®n hasta el momento. Hay una segunda teor¨ªa, la teor¨ªa cu¨¢ntica de campos, que describe a la perfecci¨®n qu¨¦ sucede cuando las part¨ªculas elementales chocan entre s¨ª. El problema es que solo puede haber una teor¨ªa de la f¨ªsica, no dos Los cient¨ªficos han intentado unificarlas durante d¨¦cadas sin ning¨²n ¨¦xito. Necesitamos pistas experimentales de d¨®nde puede estar la intersecci¨®n entre ambas. La posibilidad m¨¢s interesante son los agujeros negros. Ahora que podemos estudiar mejor estos cuerpos gracias a las ondas gravitacionales tenemos que estar muy atentos de lo que sucede tanto en lo cu¨¢ntico como en lo referente a la relatividad. Mi esperanza es que las pistas que necesitamos vengan de las ondas gravitacionales que emiten los agujeros negros.
En todo el congreso de EE UU solo hay un congresista con un doctorado en ciencia, uno entre 600 miembros
P. ?Podr¨¢n las ondas decir qu¨¦ es la materia oscura y la energ¨ªa oscura?
R. Sabemos tan poco de la energ¨ªa oscura que no sabemos qu¨¦ hacer con ella. En materia oscura s¨ª hay muchos experimentos que intentan mostrar qu¨¦ es. Si miras los progresos en f¨ªsica que hemos hecho en la ¨²ltima d¨¦cada, los m¨¢s interesantes han sido en neutrinos, en el CERN que descubri¨® el bos¨®n de Higgs, responsable de la masa, y las ondas gravitacionales. Los tres requieren grandes instalaciones de alta tecnolog¨ªa. Probablemente esto siga siendo as¨ª en el futuro. El problema es c¨®mo hacer experimentos a gran escala que puedan hacer descubrimientos rompedores dentro de un sistema cient¨ªfico en el que es tan complicado conseguir financiaci¨®n y que tiende al conservadurismo, que tiene aversi¨®n al riesgo, de forma que solo es posible lograr descubrimientos peque?os y progresivos. No hacemos muchos experimentos que fallan. Deber¨ªamos hacer muchos m¨¢s. Nos har¨ªa progresar m¨¢s r¨¢pido.
P. ?Qu¨¦ perspectivas tiene la ciencia en EE UU bajo el Gobierno de Donald Trump?
R. Mi mayor temor no es que Trump deje de financiar la ciencia , sino que cancele proyectos espec¨ªficos en ¨¢reas en las que tiene un sesgo claro, como el cambio clim¨¢tico. Para ¨¦l la ciencia no es una prioridad, pero tampoco creo que la destruya. Un problema mayor es que no hay ninguna contribuci¨®n cient¨ªfica en la Administraci¨®n. No hay cient¨ªficos, aunque muchos de los problemas que tratan requieren un conocimiento cient¨ªfico.Y esto va m¨¢s all¨¢ de Trump. En todo el congreso de EE UU solo hay un congresista con un doctorado en ciencia, uno entre 600 miembros. Hist¨®ricamente la mayor¨ªa de los congresistas eran empresarios y abogados y eso funcion¨® durante mucho tiempo, pero ahora que vivimos en una sociedad cada vez m¨¢s tecnol¨®gica y con asuntos que requieren conocimiento cient¨ªfico. No digo que sea una mayor¨ªa, pero uno entre 600
P. Espa?a tiene un nuevo Gobierno en el que hay un ministro de ciencia, el astronauta Pedro Duque. Una de las prioridades es hacer que la ciencia sea un pilar para el crecimiento econ¨®mico ?Qu¨¦ consejo le dar¨ªa?
En EE UU solo el 10% de las personas que trabajan en f¨ªsica son mujeres
R. Hacemos ciencia por un valor fundamental, la curiosidad humana. Adem¨¢s hay impactos t¨¦cnicos de la ciencia en la sociedad. Todo pa¨ªs moderno tiene que participar de la tecnolog¨ªa. No puedes depender de otros para obtener tecnolog¨ªa, desde los componentes de un tel¨¦fono m¨®vil a los programas inform¨¢ticos en banca, finanzas y seguridad. Espa?a deber¨ªa participar m¨¢s en estos campos. Odio cuando los periodistas me preguntan "?para qu¨¦ nos sirven las ondas gravitacionales?", pero entiendo el sentido de la pregunta. Si lo miras de forma general es f¨¢cil de entender. No debes mirarlo proyecto a proyecto. Cuando estaba en Berkeley en los a?os 70 hab¨ªa un experimento que demostr¨® la emisi¨®n estimulada, otra predicci¨®n de Einstein. Nadie supo ver que tendr¨ªa un gran impacto en nuestras vidas. 10 a?os despu¨¦s se dieron cuenta de que serv¨ªa para hacer haces de luz. Hoy es la base de los l¨¢seres, una industria de 20.000 millones de d¨®lares. Y es solo un ejemplo cercano. As¨ª te das cuenta de que la pregunta que hay que hacer es ?para qu¨¦ nos sirve la investigaci¨®n b¨¢sica? Y as¨ª es f¨¢cil ver.
P. El 99% de los ganadores del Nobel de F¨ªsica son hombres ?Ve un problema en esto?
R. En EE UU solo el 10% de las personas que trabajan en f¨ªsica son mujeres. La situaci¨®n est¨¢ mejorando, pero despacio. Este a?o los periodistas nos preguntaron tras la concesi¨®n del Nobel ?por qu¨¦ sois los tres hombres blancos mayores? Lo de mayores es l¨®gico porque normalmente tardan bastante en darte el Nobel. Pero es embarazoso para las mujeres, porque han pasado las mismas pruebas que los hombres. De alguna manera les cerramos el camino desde que son muy j¨®venes y esto es sobre todo cierto en f¨ªsica, donde el porcentaje se mantiene obstinado en el 10%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.