Amnist¨ªa a la carta para el Ej¨¦rcito de Al Sisi
El Parlamento egipcio exculpa a los militares de alto rango por actos tras el golpe de 2013
Durante los ¨²ltimos d¨ªas, varios comit¨¦s legislativos del Parlamento de Egipto han aprobado una proposici¨®n de ley del Gobierno de Egipto que abre la puerta a una amnist¨ªa para los militares de alto rango por los actos cometidos despu¨¦s del golpe de Estado de 2013 que destron¨® al presidente electo Mohamed Morsi. Antes de ser promulgado, el texo deber¨¢ recibir la luz verde del pleno, un simple tr¨¢mite habida cuenta de la amplia mayor¨ªa con la que cuentan los diversos partidos progubernamentales.
El periodo comprendido en la amnist¨ªa abarca del 3 de julio del 2013, el d¨ªa de la asonada, hasta el 10 de enero de 2016, cuando se inici¨® la actual legislatura de la Asamblea Popular. Y por lo tanto, entre otras, incluye la masacre del campamento de protesta de Rab¨¢ al-Audau¨ªa del 14 agosto del 2013. Aquel fat¨ªdico d¨ªa, las fuerzas de seguridad mataron a m¨¢s de 850 personas al desalojar de forma violante una plaza de El Cairo tomada por los seguidores del derrocado presidente islamista. La brutal represi¨®n que sigui¨® al golpe, y que se prolonga hasta nuestros d¨ªas, ha provocado la muerte de otros cientos de personas m¨¢s, y el encarcelamiento de al menos 40.000 disidentes, seg¨²n las organizaciones de derechos humanos.
Si bien no resulta sorpredente que el r¨¦gimen militar liderado por el mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi se quiera proteger ante cualquier demanda en los tribunales, s¨ª es curioso el sistema escogido. En la ley, no existe una definici¨®n clara de qui¨¦n est¨¢ considerado un ¡°militar de alto rango¡± y se podr¨¢ beneficiar de la inmunidad legal. Esa potestad recaer¨¢ de forma exclusva sobre los hombros del presidente Al Sisi, que nombrar¨¢ por decreto los oficiales que se acoger¨¢n a la medida. As¨ª pues, la ley, nueva confirmaci¨®n de la condici¨®n cesarista del r¨¦gimen egipcio, se convertir¨¢ en una herramienta en manos de Al Sisi para garantizar la lealtad de sus generales, premiando sus m¨¢s fieles lugartenientes. La discusi¨®n de la ley llega despu¨¦s de la ciculaci¨®n de algunos rumores sobre hipot¨¦ticas disensiones dentro del opaco Ej¨¦rcito egipcio que, de momento, no se han confirmado.
Y es que a finales del a?o pasado, Al Sisi relev¨® a varios altos cargos del Ej¨¦rcito, y en mayo, destituy¨® al ministro de Defensa. Tantos cambios no son habituales en las Fuerzas Armadas, lo que llev¨® a algunos analistas a preguntarse si el aparente respaldo gra¨ªnitico que se atribuye a Al Sisi en el estamento castrense es real. El hecho de que un general retirado de peso como Sami Annan anunciara su candidatura a las ¨²ltimas presidenciales, celebradas en abril, ya dio pie a dudas sobre la existencia de posibles divisiones internas en el Ej¨¦rcito. Sin embargo, la forma expeditiva con la que el r¨¦gimen trat¨® el asunto, encarcelando a Annan, ex Jefe del Estado Mayor, y la ausencia de muestras de solidaridad hacia ¨¦l, hizo remitir las sospechas.
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