El Brexit se vuelve contra May

Las dimisiones de los ministros de Exteriores, Boris Johnson, y del negociador de la salida de Reino Unido de la UE, David Davis, han sumido al Gobierno de Theresa May en una grave crisis cuyo com¨²n denominador es la incapacidad de la primera ministra para gestionar de una manera ordenada el movimiento m¨¢s importante y trascendente en pol¨ªtica exterior de Reino Unido desde hace d¨¦cadas. La jefa de Gobierno no ha logrado convencer a las posiciones m¨¢s eur¨®fobas de sus propias filas de que una ruptura radical con Bruselas es la peor de las opciones y ahora queda a merced de un Parlamento ante el que se presenta con una extrema debilidad.

May convoc¨® el pasado viernes en Chequers, su casa de campo, a los miembros de su gabinete para tratar de mostrar una imagen de fortaleza y coherencia en sus propias filas en un proceso en el cual Londres no ha podido exponer una propuesta viable desde que junio de 2016 ¡ªy por un estrecho margen¡ª los ciudadanos brit¨¢nicos optaran por abandonar la Uni¨®n Europea. Pero las cosas no han podido salir peor para la primera ministra. El plan presentado por May ¡ªy del que algunos de sus ministros ni siquiera conoc¨ªan los detalles¡ª fue descalificado durante la reuni¨®n con palabras gruesas por los m¨¢s eur¨®fobos. May plante¨® una suerte de ¨¢rea de libre comercio de mercanc¨ªas en el que Reino Unido estar¨ªa obligado a respetar la normativa europea, algo inaceptable para los duros del Brexit. Menos de 48 horas despu¨¦s, el hombre encargado de capitanear la negociaci¨®n, David Davis abandonaba el proyecto junto a dos de sus secretarios de Estado: Steve Baker y Suella Braverman, ambos igualmente euroesc¨¦pticos. Ayer lo hizo el titular de Exteriores, el carism¨¢tico exalcalde de Londres Boris Johnson, quien se niega a apoyar una ruptura suave con la UE y ahora amenaza el liderazgo de la primera ministra.

May se propone pasado ma?ana hacer p¨²blico su plan y presentarlo a Bruselas en lo que no est¨¢ claro si es una demostraci¨®n de autoconfianza o de testarudez porque es posible que tenga que hacer frente a una rebeli¨®n parlamentaria en sus propias filas que haga tambalearse su posici¨®n en el 10 de Downing Street. Mientras la oposici¨®n laborista ¡ªque abraz¨® con oportunismo el Brexit tras el refer¨¦ndum¡ª se enfrenta al dilema de apuntalar a su rival o simplemente dejar que caiga v¨ªctima de sus propias contradicciones. Toda esta situaci¨®n es una demostraci¨®n de que el Brexit ¡ªque todav¨ªa no ha entrado en vigor¡ª traer¨¢ muy poca estabilidad pol¨ªtica o prosperidad econ¨®mica a Reino Unido.