?Ha muerto definitivamente el bigote o lo ha matado Justin Bieber?
Las reacciones en redes al bigote que luci¨® el cantante reaviva el debate sobre esa tira de vello que triunf¨® en los setenta, cay¨® en los noventa, resurgi¨® en tono hipster y tiene hoy un futuro incierto
El bigote. Pocas superficies de vello despiertan tantas pasiones y odios. Apenas unos siete cent¨ªmetros de largo y unos dos o tres de alto (seg¨²n lo quieras tipo Rodolfo Valentino o tipo Chaplin, claro) han dado para l¨ªneas y l¨ªneas de discusi¨®n en revistas de tendencias masculinas y en redes sociales. El bigote m¨¢s famoso de 2018, por ejemplo, ha sido el de Justin Bieber. Un bigote poco frondoso, se dir¨ªa que postadolescente, que ha sido recibido con recelo ¨Cpor no decir repulsi¨®n¨C por parte de sus seguidores.
"La barba y el bigote han hecho un gran favor a los hombres que tienen rostros menos agraciados. Muchos de ellos se pueden volver muy atractivos con el vello facial adecuado¡±
¡°Parece sucio y maloliente¡±. ¡°Justin Bieber necesita un corte de pelo y afeitarse ese mostacho¡±. Las reacciones son de este tipo. ?Qu¨¦ tiene el bigote para despertar unas reacciones tan extremas? La cultura pop del siglo XX lo impuso como un s¨ªmbolo de la masculinidad. Desde Burt Reynolds a Tom Selleck lo luc¨ªan sin ning¨²n tipo de iron¨ªa. El porno lo acogi¨®, claro, y sus grandes figuras de los setenta lo adoptaron como parte del decorado (de hecho, el ¡°mostacho porno¡± es una variante del bigote y consiste en un bigote frondoso y redondeado en los extremos).
A la vez, el bigote ten¨ªa un signo pol¨ªtico muy determinado. Muchos dictadores ten¨ªan bigote. Tambi¨¦n el que nosotros tuvimos. En la pel¨ªcula Kika, de Pedro Almod¨®var (que llev¨® bigote a principios de los ochenta, por cierto), Rossy de Palma (cuyo personaje tambi¨¦n lo lleva en el filme) deja una sentencia para la eternidad: ¡°El bigote no es solo patrimonio de los hombres. De hecho, los hombres con bigote son maricones o fachas. O ambas cosas a la vez¡±.
Comentarios humor¨ªsticos aparte, el bigote no estaba bien visto cuando lleg¨® el siglo XXI. En el cine se usaba para retratar a paletos, a malvados o a h¨¦roes de ¨¦poca. Si este a?o en los Oscar se col¨® un bigote fue gracias a que el actor Sebastian Stan se dej¨® uno para interpretar en Yo, Tonya a un bobo de manual. La masculinidad en este siglo, tras el hurac¨¢n David Beckham (que luci¨® perilla, pero nunca bigote), ya era otra cosa, una frontalmente enfrentada a la masculinidad de hace cincuenta a?os. Es casi imposible nombrar a una celebridad masculina juvenil, o sea, con ciertas aspiraciones est¨¦ticas, que llevase bigote. ?C¨®mo es que entonces volvi¨®? ?Y sigue de moda?
¡°Los hipsters pusieron de moda el bigote como pusieron el cachopo¡±, cuenta el estilista Clemente Blanco, ¡°pero hoy ya est¨¢n acabados¡±. Hailey Baldwin, la prometida de Justin Bieber, debe de estar al tanto de esta circunstancia, porque seg¨²n la prensa de sociedad de Estados Unidos ha exigido a su novio que se lo afeite para la boda. Lo que son las peticiones femeninas para con el vello facial: recordemos que la reina de Inglaterra se disgust¨® con la barba del pr¨ªncipe Harry a principios de 2014 y le oblig¨® a quit¨¢rsela, aunque finalmente el hijo de Lady Di acab¨® salt¨¢ndose el protocolo y luci¨¦ndola incluso en su boda en 2018.
?Pero le queda bien a Bieber el bigote? ¡°Le queda fatal¡±, opina Blanco. ¡°A las caras delgadas el bigote les puede dejar cara de Don Quijote. A Justin Bieber le ocurre. El bigote queda bien en las caras m¨¢s rellenas y redondas, porque les tapa la parte superior de la boca, que a menudo puede aparecer algo ca¨ªda. Eso la estiliza y la hace mucho m¨¢s delgada. La barba y el bigote han hecho un gran favor a los hombres que tienen rostros menos agraciados. Muchos de ellos se pueden volver muy atractivos con el vello facial adecuado¡±.
?Y alg¨²n consejo para su manutenci¨®n, para aquellos que se animen? ¡°Hay productos exclusivos para el bigote, como los de la marca Macho Beard. Pero basta con algunos consejos b¨¢sicos, como ir cort¨¢ndolo peri¨®dicamente a la altura de la comisura del labio para que no tape la boca y acabe luciendo largo y descuidado y, sobre todo, asearlo a diario, hasta dos veces si es necesario. De lo contrario puede llegar a absorber olores de algo que hemos comido, del caf¨¦ que hemos bebido y, si somos fumadores, de tabaco¡±.?
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