La ¨²ltima rebeld¨ªa de Harry en su boda con Meghan: saltarse el protocolo y casarse con barba

No es que Harry no se pudiese casar con Meghan Markle luciendo barba. El protocolo dice otra cosa: que los miembros de la Armada Brit¨¢nica no pueden llevar barba mientras visten su uniforme. Y el pr¨ªncipe Harry (Reino Unido, 1984), como exmiembro de la Fuerzas Armadas brit¨¢nicas (tuvo una carrera militar de diez a?os en el ej¨¦rcito), visti¨® su uniforme militar, al igual que hicieron su abuelo, su padre y su hermano. Harry escogi¨® hoy, en concreto, el de capit¨¢n de los Blues & Royals. Asi que s¨ª: se salt¨® el protocolo.

De todos modos fue algo que no est¨¢ del todo fuera de lugar en una boda que dinamit¨® much¨ªsimos convencionalismos sobre lo que debe ser un enlace real. Y lo hizo, aparentemente, para alegr¨ªa de los espectadores y de muchos medios brit¨¢nicos, que celebraron que, aunque el pr¨ªncipe siente la cabeza, haga un gui?o a su pasado rebelde

¡°El pr¨ªncipe Harry ha desafiado a siglos de tradici¨®n al mantener su barba y vestir su uniforme militar¡±, tuite¨® el diario Metro, uno de los m¨¢s le¨ªdos de Inglaterra. Eso s¨ª, los expertos en grooming han notado que la barba est¨¢ perfectamente recortada y cuidada. Es, casi, una barba que est¨¢ y no est¨¢ a la vez.

El mundo conoci¨® la barba de Harry en 2013, cuando apareci¨® sin afeitar en las im¨¢genes de su viaje a la Ant¨¢rtida. No era cualquier barba: era una que hizo que ganase miles de nuevos admiradores alrededor del mundo (convert¨ªa su rostro en m¨¢s masculino y adulto) y se gan¨® art¨ªculos en la secci¨®n de estilo de revistas como la estadounidense Vanity Fair.

¡°?El pr¨ªncipe Harry tiene barba! ?Y no le queda nada mal!¡±, escribi¨® Josh Duboff. ¡°S¨ª, la barba es pelirroja. Y no, no sabemos c¨®mo otros participantes en este viaje pueden concentrarse en avanzar a trav¨¦s de la nieve ante la presencia de esta maravilla pelirroja¡±.

Pero la alegr¨ªa duraba poco. A comienzos de 2014 algunos medios se hac¨ªan eco de que la reina Isabel II no estaba muy contenta con la barba de su nieto y le hab¨ªa ordenado afeitarse. ¡°El vello facial est¨¢ mal visto en palacio¡±, confirm¨® un miembro del servicio de la familia real brit¨¢nica entonces. ¡°Se te dice que nada de barba o bigote. Son ¨®rdenes de arriba¡±. Un mandamiento que se extiende incluso a ellos, a los trabajadores de palacio.

Si la barba era un desaf¨ªo a la reina, que la luzca con uniforme militar y en su propia boda es el desaf¨ªo definitivo de Harry. Pero es probable que a estas alturas, y con la de hitos que esta boda aporta a la familia real (su nuevo miembro es una mujer mestiza y divorciada), el asunto del vello facial sea balad¨ª. Por supuesto, en un pa¨ªs que le gusta tanto apostar, la barba era una de las cuestiones en juego. Y las casas de apuestas de Londres apostaban por el s¨ª.

Una parte del p¨²blico apreciaba la opci¨®n de la barba, pero consideran que no es una opci¨®n adecuada para protagonizar una serie de escenas que pasar¨¢n a la historia.

Sin embargo, publicaciones masculinas como la edici¨®n brit¨¢nica de Esquire no solo estaban a favor de la barba, sino que rogaban al pr¨ªncipe que la mantuviese. "Por favor, pr¨ªncipe Harry, mant¨¦n tu barba para la boda", rezaba el t¨ªtulo de este art¨ªculo publicado esta semana.

Seg¨²n Kensington Palace, la reina dio permiso a Harry para que vistiese el uniforme que su nieto eligi¨® para este gran d¨ªa. Lo que no se sabe todav¨ªa es si le pidi¨® (y obtuvo) permiso para la barba. Viendo las bodas de su hermano, sus t¨ªos o su padre, sabemos que en aquellos casos no lo dio. O ni siquiera se atrevieron a ped¨ªrselo. Pero Harry es un rebelde. Y un rebelde lo es para siempre.