?C¨®mo diablos pudo Russell Crowe meterse en la coraza de ¡®Gladiator¡¯ alguna vez?
Si alguna vez tienes que llevar este complemento, escoge la denominada musculada: reproduce artificialmente pectorales y abdominales y te pone un tipillo que da gloria
La noticia de que Russell Crowe ha subastado como si fuera un fondo de armario la coraza de Gladiator me ha impresionado mucho. Por dos razones. La primera es c¨®mo diablos pudo Crowe meterse ah¨ª dentro alguna vez, visto que est¨¢ hecho una foca, el t¨ªo. La segunda: qui¨¦n demonios ha comprado la pieza si no hemos sido ni el centuri¨®n Guillermo Altares ni yo. Probablemente as¨ª ha sido mejor, puesto que Willy y un servidor, capaces de re?ir a lo R¨®mulo y Remo incluso por qui¨¦n entrevista a Mary Beard, podr¨ªamos llegar a las manos en plan batalla de Farsalia por semejante tesoro. Ganar¨ªa ¨¦l, Willy, que tiene hechuras de Gordon Scott en el papel de Mucio Esc¨¦vola, aunque no debe subestimarse mi capacidad de resistencia haciendo la tortuga (testudo). La susodicha coraza, que finalmente se ha vendido por 125.000 d¨®lares australianos (para el cambio, preguntar a Cocodrilo Dundee), es la que Crowe lleva en la lucha final de Gladiator, y luce dos caballos, dos grifos y motivos de palmas. Es la m¨¢s popular (aunque no le sirvi¨® de nada contra la traici¨®n de C¨®modo), pero no la mejor, que es la sensacional de la escena inicial de la pel¨ªcula que luce, con capa de piel, cuando a¨²n no es el an¨®nimo gladiador hispano sino M¨¢ximo D¨¦cimo Meridio, comandante de los Ej¨¦rcitos del Norte, general de las legiones F¨¦lix, leal servidor¡ etc¨¦tera, etc¨¦tera. Por esa coraza, digna del Augusto de Prima Porta toracato, creo que hubiera sido capaz de salir yo mismo a la arena del Coliseo.
Hay que tener cuidado y no quitarse la coraza de cualquier manera porque se desparraman los michelines
La coraza es un complemento que hay que saber llevar. En la medida de lo posible, siempre usaremos la denominada musculada, quedando otras como la segmentada (lorica segmentata, con l¨¢minas de hierro separadas) y la escamada (lorica squamata, con protecci¨®n en forma de peque?as escamas) para la clase de tropa y los auxiliares. La musculada, como su nombre indica, reproduce artificialmente pectorales y chocolatinas y te pone un tipillo que da gloria, vamos, no hace falta ni cruzar el Rubic¨®n ¨Caunque hacerlo garantiza el t¨ªtulo de M¨ªster Coraza Mojada¨C. Hay que tener cuidado y no quit¨¢rsela de cualquier manera y que se desparramen los michelines para mofa de los esclavos/as (caracoles y ostras, seg¨²n se prefiera). Por otro lado es cierto que la actividad er¨®tica con ella puesta, acaso sin nada debajo (es una idea), debe tener su intr¨ªngulis, y pienso adem¨¢s en los cosquilleos que provocar¨ªan las tiras de cuero de defensa del faldell¨ªn; no seguiremos por ah¨ª, que parece un cap¨ªtulo de la serie Espartaco, dioses de la arena.
Entre quienes mejor han llevado la coraza, aparte del Crowe presubasta y, obviamente, Marte, figura Charlton Heston en Ben-Hur, aunque nuestro coraz¨®n de rufianes siempre estar¨¢ con el Mesala de Stephen Boyd, que luego se redimi¨® de ser el malo al interpretar a un general de alma noble en La ca¨ªda del Imperio Romano, donde curiosamente hac¨ªa el mismo papel que luego har¨ªa Russell, el militar incorruptible mano derecha de Marco Aurelio, detestado por el hijo de este y su sucesor C¨®modo. A destacar que Boyd se beneficiaba en la peli a Sophia Loren, lo que, sin duda, vale un imperio. M¨¢s tarde comparti¨® reparto en un filme muy distinto, Viaje alucinante, con ?Raquel Welch!, que buceando en apretado neopreno por el interior de un cuerpo humano estaba magn¨ªfica. Pensar que la Welch, con la que una vez bail¨¦ un lento en una fiesta en Nueva York (soy incapaz de inventarme algo as¨ª y adem¨¢s hay testigos), pudiera nadar en nuestras arterias es una idea que produce emociones intens¨ªsimas y palpitaciones. Precisamente a causa del coraz¨®n falleci¨® Boyd un d¨ªa jugando a golf a los 45 a?os. Con esas compa?¨ªas no es extra?o.
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