Johnny Yern y sus langostas con huevos fritos
Una especialidad creada en Esmoli de Sal en la isla de Formentera
Nada m¨¢s acomodarnos en una de las mesas de Esmoli de Sal me levant¨¦ para dar un vistazo a su vitrina, atiborrada de pescados de la costa. Cuando le comentamos al italiano Gianluca Casali, director de sala, que solo pens¨¢bamos tomar langosta con huevos fritos, nos propuso de forma previa visitar sus viveros. Estanques al aire libre, repletos de agua de mar, protegidos por techumbres de madera y ca?as bajo la mirada del propietario de la casa, Johnny Yern, quien tras un breve saludo nos mostr¨® orgulloso sus tesoros. Langostas de las islas baleares que seg¨²n proclaman las cofrad¨ªas de pescadores ibicencas son las ¨²nicas del Mediterr¨¢neo que no se hallan en riesgo de extinci¨®n gracias a los periodos de veda y a las practicas de pesca restrictivas que se imponen a s¨ª mismas.
Elegimos a ojo una pieza de tama?o medio y aguardamos expectantes. No hab¨ªan transcurrido ni siquiera 15 minutos cuando un camarero se present¨® con una gran paella a modo de recipiente donde apenas se intu¨ªa la presencia del crust¨¢ceo. En la superficie algo tan tentador como patatas fritas en rodajas, pimientos rojos y verdes, y abundantes dientes de ajo enteros. Repartieron menos de la mitad en nuestros dos platos y reservaron el resto para un segundo vuelco.
La langosta, muy jugosa y algo dulzona, presentaba un punto espl¨¦ndido. A grandes rasgos, el sabor de este crust¨¢ceo, sutilmente ins¨ªpido, mejoraba sensiblemente por efecto de aquel sofrito con vagos toques del flambeado y las notas yodadas de sus propios corales. Con los ajos y las patatas el conjunto se disparaba. Pocos minutos despu¨¦s, seg¨²n lo previsto, proseguimos con la experiencia. Nos retiraron el recipiente, aun medio lleno, y nos lo devolvieron con varios huevos fritos escalfados en el juguillo del fondo junto a varias rodajas de sobrasada ibicenca. La apoteosis estaba servida. El hecho de mojar en la yema porciones del marisco con las patatas y el ajo junto a pedacitos de sobrasada, sobrepas¨® con creces mis expectativas. No en vano Johnny Yern presume de haber creado este plato bastantes a?os atras, cuya fama ha atraido a Ferr¨¢n Adri¨¤ y Juan Mari Arzak entre otros grandes cocineros.
Nunca me dejan indiferentes las conjunciones de contrarios, esas armon¨ªas entre opuestos basadas en ingredientes populares ¡°pobres¡± y productos considerados ¡°ricos¡±. Algo as¨ª como un ox¨ªmoron culinario. Aunque la frase de Ferran Adri¨¤, ¡°el valor gastron¨®mico de un producto es independiente de su precio¡± es incuestionable, no es menos cierto que los precios del mercado condicionan de manera absolutmente absurda muchas de nuestras valoraciones. ?Qu¨¦ cotizaci¨®n alcanzar¨ªan las sardinas si fueran escasas?
Se reconozca o no, en algunas de estas armon¨ªas extremas (patatas chafadas con trufa negra rallada; huevos pasados por agua con caviar; fetuccini con trufa blanca; angulas con huevos fritos) subyace un inconfesado morbo gastron¨®mico. Algo semejante al gusanillo que me hab¨ªa despertado la receta de langosta con huevos fritos que desde esta casa se ha extendido con ¨¦xito a otros restaurantes de Baleares, desde Menorca hasta la misma Ibiza. Incluso a Madrid, donde la prepara El Q¨¹eco de Pepa, con otras hechuras.
Esmoli de Sal ocupa un antiguo molino salinero situado sobre una atalaya con vistas panor¨¢micas al azul del Mediterr¨¢neo. A un lado la playa de Illetas, al otro el puerto de La Savina; en la lejan¨ªa la silueta desdibujada del impresionante islote Es Vedr¨¤ frente a las costas de Ibiza. Para comer, ensaladas, arroces, calderetas, bullit de peix y, sobre todo, la langosta con huevos fritos y sobrasada. Platos que pone a punto el joven cocinero Billy Barroja.
No se trata de un lugar barato, como se puede adivinar por los precios de su web. Tampoco lo son los productos que llegan hasta sus cocinas. En cualquier caso, la experiencia merece mucho la pena. S¨ªgueme enTwitter: @JCCapel y en Instagram: jccapel
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.