Pseudociencia impune
Los poderes p¨²blicos deben perseguir las terapias sin fundamento cient¨ªfico que ponen el riesgo la vida de los pacientes

La pr¨¢ctica de las pseudociencias se ha cobrado una nueva v¨ªctima. Una joven paciente con c¨¢ncer de mama ha muerto en el hospital Josep Trueta de Girona tras acudir con un pecho totalmente necrosado. La enferma hab¨ªa abandonado la quimioterapia y se hab¨ªa puesto en manos de un curandero que cuando le preguntaba por el mal aspecto de su seno, respond¨ªa que ¡°si sale fuera de la piel es bueno porque se est¨¢ oxigenando¡±.
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Como la mujer que en 2015 muri¨® por una pseudoterapia de picaduras de abeja o el estudiante de F¨ªsica, Mario Rodr¨ªguez, que falleci¨® tras abandonar el tratamiento contra la leucemia por consejo de un supuesto ¡°especialista en medicina naturista y ortomolecular¡±, esta nueva muerte puede quedar impune por el vac¨ªo legal en el que operan este tipo de pr¨¢cticas. Se da la paradoja de que una negligencia m¨¦dica puede ser severamente castigada, mientras estos falsos terapeutas incurren en fraudes que en ocasiones tienen consecuencias fatales sin que vayan a afrontar responsabilidad alguna, como se demostr¨® con la absoluci¨®n del curandero que atendi¨® a Mario Rodr¨ªguez.
Un estudio de la Universidad de Yale ha demostrado que incluso cuando se utilizan como complemento de la medicina cient¨ªfica, las terapias alternativas empeoran el resultado de los tratamientos por la desconfianza que inducen en los pacientes. El informe de salud de la ciudad de Barcelona ha revelado, por otra parte, que hay m¨¢s de 3.000 ni?os que no se han vacunados por decisi¨®n de sus padres. Afortunadamente, el hecho de que m¨¢s del 95% de los ni?os s¨ª lo est¨¦n garantiza la inmunidad de grupo que impiden que enfermen, pero si esa cifra aumenta, puede acabar afectando a todos. La decisi¨®n de abandonar los tratamientos es casi siempre libre y consciente, pero mal informada, y es obligaci¨®n de los poderes p¨²blicos abordar esta cuesti¨®n. La negligencia en la persecuci¨®n de estas pr¨¢cticas est¨¢ teniendo graves consecuencias.
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