Salir con amigos y otras actividades de ocio que potenciar¨¢n su cerebro, seg¨²n la ciencia
Para ser m¨¢s r¨¢pido a la hora de resolver problemas, tomar decisiones acertadas o, simplemente, mejorar la memoria. Divi¨¦rtase as¨ª este verano
Cuando se le pregunta a Agn¨¨s Gruart, catedr¨¢tica de Fisiolog¨ªa en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y actual presidenta de la Sociedad Espa?ola de Neurociencia (SENC), por la inteligencia, responde de forma clara y did¨¢ctica: "La inteligencia es la capacidad de aprender, entender, razonar y tomar decisiones en diferentes situaciones". Es decir, no es algo concreto, sino un conjunto de muchos aspectos que aportan diversas cualidades a nuestra mente y por eso, como indica la experta, "cada uno de nosotros nacemos con una determinada predisposici¨®n para cada una de estas capacidades, y deben entrenarse para su m¨¢s preciso desarrollo".
Incluso si usted no viene de serie con una estimable agilidad mental para ciertas cosas m¨¢s intelectuales (aunque sea un as montando muebles o jugando al f¨²tbol), puede llegar a alcanzar ciertas dosis de destreza cognitiva si se lo trabaja. La cosa no va de estudiar, sino de practicar actividades entretenidas y pasatiempos que ayudan a potenciar ciertas zonas del cerebro que nos permiten ser un poquito m¨¢s "listos" y capaces en general. Lo dice la ciencia. Vea.
Hace un par de a?os, la Universidad de Edimburgo junto con el King¡¯s College de Londres profundizaron en el tema de la lectura, no solo para ver si leer mejoraba la destreza mental (algo que ya hab¨ªan constatado otros estudios), sino si aprender a leer mejoraba la inteligencia. Aplicaron sus investigaciones en gemelos de 7 a 16 a?os y concluyeron que esta actividad ocasionaba m¨¢s habilidades cognitivas verbales y no verbales. Y, m¨¢s a¨²n, que remediar de forma temprana cualquier problema con la lectura en la infancia ayudaba a desarrollar destrezas cognitivas generales para cualquier aspecto de la vida.
Estos beneficios tambi¨¦n se presentan en la edad adulta, porque, explica Estevo Santamarina, neur¨®logo del Servicio de Neurolog¨ªa del Hospital Universitari Vall d'Hebron en Barcelona y miembro de la Societat Catalana de Neurolog¨ªa (SCN), cuando leemos se ponen en marcha diferentes ¨¢reas del cerebro: comprensi¨®n, memoria visual, incluso ¨¢reas motoras.
"El proceso de lectura produce ciertas modificaciones en la anatom¨ªa cerebral y beneficia las conexiones nerviosas, con lo cual aumenta de manera importante la actividad cerebral sobre todo en la parte dominante del cerebro, de esta manera, se puede potenciar el nivel cognitivo", apunta Santamarina. Esto no quiere decir que los que leen sean m¨¢s listos, sino que, en palabras del experto, "tienen mejor reserva cognitiva dentro del nivel de inteligencia de cada uno".
Ordesa (Alfaguara), la ¨²ltima novela de Manuel Vilas, u otra de las recomendaciones para el verano que hacen desde Librotea le ayudar¨¢n en este cometido.
El Instituto para la Investigaci¨®n de la Exploraci¨®n de la Conciencia en Estados Unidos (EOC Institute) afirma que meditar ayuda a equilibrar los dos hemisferios del cerebro; aumenta algunas regiones de nuestra masa gris; despierta la creatividad y ayuda a pensar de forma r¨¢pida.
Adem¨¢s de estos cambios visibles en los esc¨¢neres, un cerebro acostumbrado a meditar est¨¢, efectivamente, mejor preparado para tomar decisiones y dominar los estados emocionales, apunta la psic¨®loga Jenny Moix, profesora de Psicolog¨ªa en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, experta en meditaci¨®n y autora del libro Mi mente sin m¨ª (Aguilar): "La meditaci¨®n comporta muchos beneficios, estar m¨¢s tranquilos y relajados puede ser uno de ellos, pero no es el mayor. Ver los pensamientos como algo externo que aparece y que t¨² mismo puedes apartar es el gran beneficio, porque esa capacidad (que se entrena) se puede emplear cuando estamos inmersos en nuestra cotidianidad. Practicar la meditaci¨®n facilita que en el momento que entra cualquier emoci¨®n en tu cuerpo te puedas dar cuenta de que proviene de un pensamiento, no de la realidad; y sabes, porque lo has aprendido con la meditaci¨®n, que lo puedes apartar. ?Hay algo m¨¢s poderoso?".
De hecho, aprender a dominar los pensamientos para manejarse en la vida con menor sufrimiento y mayor predisposici¨®n al bienestar es una de las cosas m¨¢s inteligentes que podemos hacer. Y hacerlo disfrutando del sol poni¨¦ndose en el horizonte parece una ocasi¨®n perfecta.
Los grandes jugadores de ajedrez han desarrollado habilidades mentales que en los jugadores aficionados est¨¢n dormidas, como adquirir una memoria de elefante, seg¨²n revelaron las conclusiones de los estudios del equipo del profesor Ognjen Amidzic, de la Universidad de Konstanz en Alemania. Y s¨ª, la memoria es un aspecto a tener muy en cuenta en esto de ser espabilado.
"Es uno de los factores de la inteligencia por el que tenemos capacidad de aprender y as¨ª, posteriormente, tomar nuestras decisiones. Sin ella no se es capaz de decidir en situaciones vitales de mayor o menor importancia", se?ala la catedr¨¢tica Gruart.
Lo bueno del ajedrez, adem¨¢s, es que es un juego de dos, y, sugiere la experta, "aunque memorizar palabras, hacer c¨¢lculos matem¨¢ticos o aprender n¨²meros de tel¨¦fono son actividades interesantes, es mucho mejor si estas tareas se realizan en un contexto de interacci¨®n social".
Otras investigaciones de la Universidad de Ir¨¢n apuntan, adem¨¢s, que el ajedrez es una herramienta muy ¨²til para los estudiantes a la hora de potenciar capacidades metacognitivas y destrezas para resolver problemas matem¨¢ticos. "Sin duda, es un juego que requiere una gran capacidad mental", afirma Gruart.
As¨ª que no dude a la hora de elegir pasar la tarde a la sombra de un ¨¢rbol mientras disfruta de unas partidas de ajedrez.
Bueno, digamos que no es tanto el hecho de aprender nociones de un idioma, sino de ser capaz de hablarlo y entenderlo con soltura lo que marca la diferencia. Al menos, eso es lo que han llegado a indicar varios estudios al respecto. Las personas biling¨¹es son mucho m¨¢s r¨¢pidas mentalmente a la hora de procesar informaciones que las que solo hablaban un idioma, apuntan expertos de la Universidad de Northwestern, en Illinois, y de la Universidad de Houston (Estados Unidos).
Otra investigaci¨®n de la Universidad de Ginebra en Suiza, la Estatal de San Diego en Estados Unidos y la Universidad Concordia en Montreal concluy¨® que los ni?os biling¨¹es son mucho mejores a la hora de resolver cualquier problema que sus compa?eros monoparlantes.
Y, por si fuera poco, otro estudio, esta vez con personal de la Universidad de Granada, comprob¨® que, adem¨¢s, los ni?os con dos idiomas ten¨ªan un nivel de memoria superior al de sus compa?eros que solo hablaban uno. "S¨ª, es cierto. Aprender un idioma favorece la agilidad mental", afirma el neur¨®logo Santamarina.
Aproveche los d¨ªas que tiene libres y haga una escapada para conocer un pa¨ªs nuevo donde pueda desempolvar alg¨²n idioma que no practique en su d¨ªa a d¨ªa.
Leer, estudiar, aprender un idioma¡ Todo lo relacionado con un texto parece estimular la destreza mental, pero, como dice el neur¨®logo Santamarina, el lenguaje no lo es todo.
Hay otras facetas igual de importantes para nuestro cerebro, y una de ellas es el c¨¢lculo num¨¦rico. "Es otra buena actividad para despertar la agilidad mental. Activa, eso s¨ª, otras ¨¢reas distintas del cerebro que las de la lectura o el lenguaje, comenta Santamarina. No son comparables, porque son diferentes, pero en cualquier caso, pueden ser complementarias", aclara.
As¨ª que dele a los sudokus, a las matem¨¢ticas, resuelva puzles de 5.000 piezas o, por qu¨¦ no, juegue al n-back, un juego interactivo para el tel¨¦fono o el ordenador donde hay que recordar las posiciones originales de algunas piezas que se mueven en todas las direcciones por la pantalla. Seg¨²n John Jonides, profesor de Psicolog¨ªa de la Universidad de Michigan, dedicarle 20 minutos diarios durante 20 d¨ªas mejora de forma notable las capacidades de reflexionar, razonar y resolver problemas en general. Otra opci¨®n es aprovechar los cuadernos de verano que le ha comprado a sus hijos pero que, por las recomendaciones de los expertos, no van a usar.
Las recomendaciones de los expertos son claras. Hacer ejercicio reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, controla el az¨²car en sangre, mejora los estados de ¨¢nimo, disminuye el estr¨¦s y el riesgo de depresi¨®n, fortalece los huesos y los m¨²sculos. Tambi¨¦n es estupendo para fortalecer la actividad mental.
Las conclusiones de un estudio elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh (EE UU) demuestran c¨®mo el ejercicio aer¨®bico en personas mayores, por ejemplo, incrementa la memoria y el hipocampo (una de las zonas del cerebro m¨¢s da?adas cuando surge la enfermedad de Alzheimer). Un nada despreciable descubrimiento para seguir manteni¨¦ndonos en forma que se suma a la revelaci¨®n del profesor Bruce Spiegelman, del Dana Faber Cancer Institute, sobre la irisina, una hormona que nuestro organismo segrega cuando realizamos deporte y a la que se le adjudican efectos neuroprotectores adem¨¢s de estar presente en los mecanismos de aprendizaje y memoria.
Y si se trata de mantenerse despierto, audaz, r¨¢pido y mentalmente en forma, complete sus vacaciones aprendiendo a tocar un instrumento, estudiando o, simple y llanamente, socializando: "Nuestro cerebro es el que genera y regula nuestros comportamientos ¡ªdesde ir a la compra a recitar un poema¡ª, nuestra actividad mental ¡ªlo que percibimos y pensamos¡ª y nuestro mundo interior (los sentimientos que tenemos, lo que deseamos). Por lo tanto, todas las actividades relacionadas con estas funciones son recomendables, ya sea pasear, interactuar con otras personas, desarrollar tareas ingeniosas y originales, etc¨¦tera", sentencia Agn¨¨s Gruart, de la Sociedad Espa?ola de Neurociencia (SENC).