Toque a Macron
Las mociones de censura presentadas en el Parlamento franc¨¦s muestran el hartazgo de la oposici¨®n por el estilo de gobernar del presidente
El Gobierno franc¨¦s super¨® el martes sin mayor problema las dos mociones de censura que presentaron tanto la derecha como la izquierda por la mala gesti¨®n que hizo de los excesos violentos de Alexandre Benalla, el exjefe de seguridad del presidente. El asunto ten¨ªa la apariencia de ser un tema menor. Benalla acudi¨® como observador a las movilizaciones del 1 de mayo, pero termin¨® golpeando a varios manifestantes protegido por un casco de polic¨ªa. El El¨ªseo reaccion¨® tarde, tres meses despu¨¦s, cuando la prensa inform¨® del caso. Lo que se esconde detr¨¢s de esta iniciativa de la oposici¨®n no es, sin embargo, intrascendente. Recoge su hartazgo por el estilo de gobernar de Macron, que va mucho m¨¢s lejos del ya marcado presidencialismo del sistema pol¨ªtico franc¨¦s.
La doble moci¨®n le sirvi¨® al presidente para confirmar que mantiene intacta su s¨®lida mayor¨ªa en el Parlamento ¡ªla de la derecha obtuvo 143 votos y 74, la de la izquierda, cuando necesitaban 289 para triunfar¡ª y para reivindicar que contra Benalla actu¨® al final con diligencia. Un paso m¨¢s para un Gobierno que ve cuestionada muchas de sus iniciativas: la reforma laboral fue dura, controvertidos los cambios en la SNCF ¡ªla compa?¨ªa p¨²blica de los ferrocarriles¡ª, dif¨ªcil sacar la ley migratoria que se aprob¨® ayer.
La Constituci¨®n francesa establece que el presidente solo responde ante el pueblo. Macron reivindic¨® airado esa atribuci¨®n cuando se pronunci¨® tras un largo silencio despu¨¦s de que estallara el esc¨¢ndalo Benalla. Esa manera, un tanto sobrada, a la que recurre con frecuencia empieza a traducirse, seg¨²n la oposici¨®n, en iniciativas legislativas orientadas a reforzar su poder, como su propuesta de reforma constitucional que pretende reducir el n¨²mero de diputados y senadores y limitar sus mandatos. En un momento de liderazgos fuertes, estos debieran saber que su tiempo inexorablemente caducar¨¢, pero ser¨¢n los consensos fraguados los que permanecer¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.