Trumpismo mediterr¨¢neo
El ¨²ltimo invento de Puigdemont se llama Crida, y representa el intento de subsumir a los dos movimientos independentistas
La capacidad con la que hemos ido normalizando aut¨¦nticas patolog¨ªas pol¨ªticas es curiosa. Parece como si las mentiras deliberadamente construidas, los comportamientos ciudadanos imposibles de descifrar desde conceptos gastados o las frases pronunciadas por los nuevos l¨ªderes mesi¨¢nicos, hubieran dejado de producirnos perplejidad. Pienso en esa declaraci¨®n que escuchamos durante el invierno de 2016: ¡°Podr¨ªa estar en mitad de la Quinta Avenida y disparar a alguien y no perder¨ªa votantes¡±. Su autor es Trump, pero lo de menos es eso. Lo preocupante es el problema latente: el ejercicio de poder de un l¨ªder basado en la lealtad acr¨ªtica de sus seguidores parece un elemento mucho m¨¢s incrustado en fen¨®menos pol¨ªticos actuales de lo que supon¨ªamos. Esa lealtad m¨¢s que otra cosa, dec¨ªa Roger Berkowitz, es lo que explica ¡°la naturaleza esencial de los movimientos de masas¡±. Y es que el triunfo del trumpismo en Estados Unidos supuso la coronaci¨®n de un magnate que dec¨ªa ¡°representar un movimiento como el mundo no hab¨ªa conocido nunca¡±. La fuerza arrolladora de los movimientos, al contrario que los partidos pol¨ªticos, consiste en crear una narrativa de sentido basada en una promesa de arraigo que se coloca por encima de la ley, de los principios democr¨¢ticos e, incluso, de la realidad misma. A la cabeza va el l¨ªder, portador supremo de un proyecto existencial dirigido a redimir supuestos agravios hist¨®ricos, que no se subordina a ning¨²n proceso de revisi¨®n deliberativa.
Esa operaci¨®n por la cual el fraccionamiento plural de cualquier sociedad se diluye en un l¨ªder que se permite despreciar la realidad y solo sabe moverse en el registro del mito la encontramos tambi¨¦n en Puigdemont. Su ¨²ltimo invento se llama Crida, y representa el intento de subsumir a los dos movimientos independentistas, ahora desguazados, para jugar ¨¦l mismo ese papel de l¨ªder-gu¨ªa ¨²nico. No necesita explicar sus argumentos partiendo de los hechos, pues le basta la ro¨ªda coraza de la legitimidad que le otorga ¡°el pueblo¡±, aquella que le permite encarnar a la naci¨®n catalana. Aparece as¨ª como el leviat¨¢n en cuyo cuerpo se acogen los catalanes, o, si me permiten salir del misticismo, un trumpismo mediterr¨¢neo con sede en Bruselas y lazo amarillo. @MariamMartinezB
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