A quien ense?a el valor de la lectura
De su profesor de lengua, el autor aprendi¨® que las novelas no ense?an nada concreto. No sirven para eso que llamamos ¡°la vida real¡±, pero en ellas se encuentra la llave de todas las puertas
APRECIADO DON JOS? Mar¨ªa, hace un par de a?os, y tras m¨¢s de treinta sin vernos, coincidimos en la calle ¡ªt¨² aparcabas el coche, yo creo recordar que iba a Correos¡ª, y te encontr¨¦ igual que siempre. Es lugar com¨²n decir que el tiempo no pasa por quienes viven con la alegr¨ªa que proporciona la generosidad y la entrega a los dem¨¢s, y en este caso se cumple: no recuerdo profesor m¨¢s dedicado a sus alumnos que t¨².
Saber ense?ar es hallar la acertada y dif¨ªcil combinaci¨®n de seriedad y seducci¨®n, y as¨ª nos mostraste la importancia de la lectura. Como si lo estuviera viendo: yo, 12 a?os, asignatura de lengua espa?ola, t¨² entras en clase y nos dices que leer novelas nada concreto nos va a ense?ar, nada directamente pr¨¢ctico, nada que sirva para eso que algunos tramposamente llaman la ¡°vida real¡±, pero que s¨ª nos abrir¨¢ puertas a muchas experiencias, ¡°la lectura no es lo que hay dentro de las habitaciones, la lectura es la llave que abre la puerta de todas las habitaciones¡±. Acto seguido extrajiste de tu cartera un libro, lo alzaste como un trofeo y dijiste, ¡°este trimestre leeremos Las aventuras de Tom Sawyer¡±, y entonces ya no pude despegar los ojos de las andanzas de aquel muchacho del Misisipi. De ellas extraje la idea que a¨²n conservo de libertad e infinitud que s¨®lo es posible en la infancia, cuando nuestras cabezas a¨²n no est¨¢n modeladas por la noci¨®n de tiempo y el porvenir es infinito; exacta definici¨®n de para¨ªso, probablemente hoy perdido.
A?os m¨¢s tarde, ya con 15, volviste a darme clase, esta vez de literatura, y tuviste el arrojo y la visi¨®n de poner de lectura un libro en aquel momento arriesgado, muy moderno para nuestra edad, Relato de un n¨¢ufrago, de Garc¨ªa M¨¢rquez, autor que en mi cabeza s¨®lo era un se?or con bigote que ese a?o hab¨ªa ganado el Premio Nobel. Nos hablaste de la peculiaridad de aquel peque?o libro, que m¨¢s bien parec¨ªa un informe period¨ªstico, de su car¨¢cter h¨ªbrido, no sab¨ªamos si real o novelesco, y te acos¨¢bamos a ingenuas preguntas, ¡°?pero lo que el libro cuenta est¨¢ basado en hechos reales?¡±. Fue ¨¦se mi primer encontronazo con el dilema, dir¨ªa que fundamental, que tarde o temprano a todo lector le asalta: ?es la escritura algo real? Y nos dec¨ªas: ¡°Todos los libros, desde Alicia en el pa¨ªs de la maravillas al Quijote, est¨¢n basados en hechos reales, ?en qu¨¦ si no!¡±.
Voy terminando con esta certeza: aquellas dos ense?anzas ¡ªel tiempo de infancia como un lugar esencialmente infinito, y la literatura no como algo que tenga que ver con la verdad o la mentira, sino con la verosimilitud¡ª, es algo que de alg¨²n modo te debo porque, ten¨ªas raz¨®n, aquellos dos libros no val¨ªan para nada pr¨¢ctico pero fueron llave de muchas puertas, tantas que creo que si no fuera por ellos hoy no ser¨ªa el lector ni el escritor que soy.?
Agust¨ªn Fern¨¢ndez Mallo es autor de Trilog¨ªa de la guerra (Seix Barral).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.