¡°Las verdaderas feministas son las ¡®strippers¡¯ que ense?an a abortar en casa, ?que le jodan a Beyonc¨¦!¡±
Tras poner patas arriba el feminismo en su anterior libro, Jessa Crispin vuelve con ¡®El complot de las damas muertas¡¯, un diario de viaje hilvanado con an¨¦cdotas literarias y personales
A los 15 a?os, la escritora Jessa Crispin (EE.UU., 1978) ya hab¨ªa experimentado el placer y el dolor de la autolesi¨®n, se hab¨ªa nutrido de las hermanas Bront? y hab¨ªa le¨ªdo todo lo que hab¨ªa ca¨ªdo en sus manos. Estaba desilusionada con la vida y convencida de que para ella no hab¨ªa un camino hacia delante, hasta que una cr¨ªtica literaria publicada en una revista le hizo cambiar de perspectiva. Ahora es una de las escritoras del momento y colabora con medios internacionales como The Guardian o The New York Times. ¡°Crec¨ª en un lugar muy aislado de todo, a dos horas en coche de un cine¡±, explica. ¡°No hab¨ªa MTV y lo m¨¢s emocionante era ir a un centro comercial de cualquier ciudad importante del estado de Kansas y recortar las suscripciones de revistas como Rolling Stone o huH, para gastarme todo mi dinero en ellas¡±, recuerda. Por eso, crear Bookslut (su web de rese?as literarias abierta de 2002 a 2016) fue su manera de rendir cuentas con su pasado. ¡°Los libros que siempre me han interesado no ten¨ªan lugar en los grandes medios y constru¨ª un espacio para ellos¡±.
"Me he reconciliado con la idea de ser una est¨²pida borracha despeinada despu¨¦s de beberme una botella de champ¨¢n"
El a?o pasado public¨® su obra m¨¢s pol¨¦mica hasta el momento, Por qu¨¦ no soy feminista: Un manifiesto feminista (Lince Ediciones), en la que cuestiona los movimientos feministas actuales. Y no hace falta calentarla mucho para que comience a soltar perlas. Dice que ni Beyonc¨¦, ni Lena Dunham o Hillary Clinton son feministas. ?Qui¨¦n lo es entonces? ¡°Las verdaderas feministas son un grupo de strippers que imparten talleres gratuitos a adolescentes ense?¨¢ndoles a abortar en casa. Es muy complicado abortar legalmente en determinadas zonas de EE.UU. y lo que hacen estas mujeres es feminismo real. Que le jodan a Beyonc¨¦¡±.
Y si a los 15 su vida cambi¨®, a los 30 lo volvi¨® a hacer. Decidi¨® irse a Europa con un maleta para vivir donde residieron sus artistas de referencia. Recorri¨® el Berl¨ªn de William James, el Sarajevo de Rebecca West, el sur de Francia de Margaret Anderson o la Lausana de Igor Stravinsky. Y el resultado es el adictivo El complot de las damas muertas (Alpha Decay), un diario de viaje hilvanado con an¨¦cdotas literarias y personales. En un momento, echa en cara a la escritora Margaret Anderson no haberse mostrado tal como era en sus memorias: ¡°Nunca aparece borracha ni llorando en el suelo¡±, le recrimina. ¡°Es como los selfis perfectos. Los odio. Cada vez que me sigue alguien en Instagram lo primero que hago es mirar su cuenta. Me irrita cuando todas sus fotos son perfectas. No comprendo por qu¨¦ la gente necesita sentirse glamurosa constantemente¡±, confiesa. ¡°Pero yo no reflejo lo contrario para dar ejemplo de nada, sino porque soy incapaz de desplegar estilo. Crec¨ª entre granjeros sin modales, sin saber c¨®mo peinarme. Ojal¨¢ hubiera llegado esa educaci¨®n a mi vida de manera natural. Si no te llega de joven no te llega nunca. Pero me he reconciliado con la idea de ser una est¨²pida borracha despeinada despu¨¦s de beberme una botella de champ¨¢n¡±, resume.
"Mi vida es un caos y el tarot me ayuda a organizarla. Tambi¨¦n hay gente que recurre a m¨ª, me ofrece dinero y lo acepto aun sabiendo que mis lecturas de tarot son terribles"
Aunque no queda reflejado en su ¨²ltimo libro, en su periplo europeo Jessa aterriz¨® en ?vila. ¡°Me hab¨ªa tomado dos copas de vino y por alguna puta raz¨®n decid¨ª escribir a un editor de cultura de The New York Times para preguntarle si le interesaba un art¨ªculo sobre el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa. Y me dijo que s¨ª. Me arrepent¨ª al instante de mi propuesta¡±, explica entre risas. Pero lo cierto es que Jessa hab¨ªa estudiado durante una ¨¦poca de su vida a las santas de la iglesia cat¨®lica. ¡°Me interesaba c¨®mo hab¨ªan podido sobrevivir en un ambiente opresivo y prosperar en un plano intelectual. Me obsesion¨¦ con Santa Teresa, e ir a ?vila y descubrir una ciudad volcada en celebrar a una fil¨®sofa, con estatuas, calles o pastas con su nombre, fue curativo para m¨ª¡±.
Su otra pasi¨®n es el tarot. ¡°Es mi trabajo diario y una meditaci¨®n. Siempre llevo la baraja encima y cada d¨ªa me echo las cartas. Reflexiono sobre lo que sale y el resto de la jornada pienso si lo que me ocurre tiene relaci¨®n con lo que me han dicho las cartas. Mi vida es un caos y el tarot me ayuda a organizarla. Tambi¨¦n hay gente que recurre a m¨ª, me ofrece dinero y lo acepto aun sabiendo que mis lecturas de tarot son terribles¡±, dice riendo. Pero de risa poco. En su web jessacrispin.com hace lecturas del tarot a 140 d¨®lares la hora.
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