Huir del debate pol¨ªtico
Querer excluir las cuestiones fundamentales de la discusi¨®n entre partidos equivale a reconocer que este ejercicio ha perdido credibilidad
El ¨²ltimo en hacerlo ha sido el lehendakari Urkullu, pero pr¨¢cticamente todos los l¨ªderes pol¨ªticos, cuando han tenido que enfrentarse a un tema delicado, han pedido que el asunto en cuesti¨®n se deje fuera del debate pol¨ªtico. En este caso, el lehendakari ha hilado m¨¢s fino, ya que no se ha referido a la discusi¨®n pol¨ªtica sino al ¡°debate partidista y demag¨®gico¡±, distinci¨®n que se agradece, dado que la deliberaci¨®n pol¨ªtica no debe reducirse a la discusi¨®n entre partidos, por muy importantes que estos sean, que lo son.
La expresi¨®n del lehendakari nos remite al fondo del problema, la constataci¨®n de que el debate pol¨ªtico protagonizado por los partidos se enreda, muy a menudo, en los intereses particulares de cada formaci¨®n, usando la demagogia y la mentira para crear una mara?a est¨¦ril. ?ltimamente estamos teniendo buenas muestras de ello: el cruce de acusaciones sobre el derrumbamiento del puerto de Vigo, las alarmas ante los millones de africanos que llegan a Espa?a, la inseguridad provocada por los manteros, o las decisiones sobre el acercamiento de los presos de ETA a c¨¢rceles vascas son discusiones que se lanzan sin apoyo en datos, ni en precepto legal alguno.
Ante semejante lodazal en que se ha convertido la discusi¨®n entre partidos, no es de extra?ar que, al enfrentarse a temas especialmente sensibles, aquellos l¨ªderes a quienes les toca gestionar o sufrir directamente las consecuencias, pidan dejar estos asuntos al margen del debate, pero con esta pr¨¢ctica los partidos pierden una de sus funciones fundamentales, la de articular el debate p¨²blico.
En buena l¨®gica deliberativa, clave para mejorar la calidad democr¨¢tica, cuanto m¨¢s delicado y trascendente sea un tema, m¨¢s tendr¨ªa que ser debatido tanto por los partidos como por el resto de agentes p¨²blicos. Asuntos centrales como la educaci¨®n, la pol¨ªtica fiscal, la lucha contra el cambio clim¨¢tico, las estrategias para la migraci¨®n u otros similares necesitan de un profundo y permanente debate para dar respuesta a retos complejos y cambiantes. Querer excluir las cuestiones fundamentales de la discusi¨®n entre partidos equivale a reconocer que este ejercicio ha perdido credibilidad. @tinamonge
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