Identitarios
En el pueblecito de Zuoz, a nadie se le ha pasado por la cabeza separarse de la naci¨®n constitucional. Son arcaicos, pero dem¨®cratas
Ocho millones de suizos viven dispersos en veintis¨¦is cantones federales que vienen a ser como nuestras comunidades aut¨®nomas. Uno de ellos, el de los Grisones, es el m¨¢s extenso y menos poblado debido a que lo conforman las tremendas monta?as de los Alpes r¨¦ticos y sus ciento y pico valles con sus respectivos pueblos cerrados al mundo durante siglos. En este cant¨®n at¨¢vico y riscoso, subrayado por el Inn o Eno, tres son las lenguas oficiales: el alem¨¢n, el italiano y el romanche. Uno de sus valles m¨¢s escarpados, la Alta Engadina, se encuentra acostado sobre altos macizos y es donde el romanche tiene mayor n¨²mero de hablantes, un 15%. Para complicarlo un poco m¨¢s, no hay un solo romanche sino cinco, el sursilvano, el sutsilvano, el surmirano, el put¨¦r y el vallader, con diferencias ling¨¹¨ªsticas notables. All¨ª reposa el pueblecito de Zuoz, unas mil almas, donde, gracias a un amigo, he pasado parte del verano en una casa de madera colgada del monte y rodeada por un espeso bosque de con¨ªferas.
Pues bien, el primero de agosto cay¨® un diluvio y supuse que se habr¨ªan suspendido los anunciados fuegos artificiales del pueblo. Sin embargo, a los grisones no les arredra una tonelada de agua veraniega. T¨¦ngase en cuenta que hasta hace un siglo la exportaci¨®n mayor del cant¨®n eran los mercenarios. Hubo guerreros grisones en todos los ej¨¦rcitos europeos. As¨ª que a las nueve en punto estallaban unas brillantes palmeras a la valenciana que humillaron e hicieron retroceder a la lluvia. No pod¨ªa ser de otro modo. Esta gente rocosa, atada a sus tradiciones seculares, celebraba ese d¨ªa la Fiesta Nacional Suiza. Aqu¨ª a nadie se le ha pasado por la cabeza separarse de la naci¨®n constitucional. Son arcaicos, pero dem¨®cratas.
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