Eurozona vulnerable

Europa modera su crecimiento. Lo confirman los datos de Eurostat correspondientes al segundo trimestre del a?o, con una expansi¨®n igual a la del trimestre anterior pero tres d¨¦cimas por debajo de la del mismo periodo del a?o pasado. En los ¨²ltimos doce meses el conjunto de las econom¨ªas del ¨¢rea monetaria creci¨® un 2,2%.

No son cifras que sorprendan pero si permiten contemplar el final del a?o y el inicio de 2019 con un cuadro significativamente menos favorable que el del conjunto de este a?o. Esto ser¨¢ as¨ª no solo por esa inercia desaceleradora sino por los episodios que han caracterizado el escenario econ¨®mico y comercial global en esta segunda mitad del a?o. El enrarecimiento de las relaciones comerciales y el deterioro de la estabilidad geopol¨ªtica son los m¨¢s destacados en su contribuci¨®n a la inhibici¨®n de las decisiones de inversi¨®n y de consumo. Desde luego de las empresas con mayor proporci¨®n de su actividad comercial e inversora volcada al exterior. A las se?ales cada d¨ªa m¨¢s explicitas de guerra comercial provocada por la Administraci¨®n Trump se a?aden las asociadas al endurecimiento monetario de la Reserva Federal y al que veremos al final de este a?o en la eurozona. Los de la Fed ya est¨¢n generando serias dificultades en aquellas econom¨ªas emergentes con mayor volumen de endeudamiento en d¨®lares.

A lo anterior se a?ade la intensificaci¨®n del conflicto entre Turqu¨ªa y EE UU que acabar¨¢ pasando factura, superior a la ya observada en los mercados de acciones, y no cabe descartar que lo haga de forma espec¨ªfica en algunos sistemas bancarios de la eurozona. Un ¨²nico paliativo, probablemente poco susceptible de continuidad en esta segunda mitad del a?o es el comportamiento algo mejor de lo esperado de la econom¨ªa alemana, pero insuficiente para que digiera las perturbaciones de este segundo semestre e impulse a una eurozona que vuelve a ser vulnerable.