Fracasa el golpe de Estado en la URSS contra Gorbachov
La intentona golpista en la Uni¨®n Sovi¨¦tica que mantuvo en vilo al mundo desde el 19 de agosto de 1991 concluy¨® pocos d¨ªas despu¨¦s, el 21 de agosto, con la detenci¨®n de los conspiradores
La intentona golpista en la URSS contra Mija¨ªl Gorbachov, que mantuvo en vilo al mundo desde la madrugada del 19 de agosto de 1991, concluy¨® pocos d¨ªas despu¨¦s, el 21 de agosto, con la detenci¨®n de los conspiradores. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, Gorbachov admiti¨® que no hizo ¡°todo lo posible para evitar el golpe¡±. As¨ª cont¨® la corresponsal de EL PA?S en Mosc¨², Pilar Bonet, el fracaso del golpe de Estado:
Rusia, la rep¨²blica que recuperaba ayer su dignidad hist¨®rica y celebraba el fin del comunismo, no est¨¢ dispuesta a dejar que le arrebaten el capital pol¨ªtico de la victoria sobre el golpe de Estado que mantuvo en vilo al mundo desde la madrugada del lunes, 19 de agosto. Este fue el mensaje principal que trasmiti¨® Bor¨ªs Yeltsin, el triunfante l¨ªder ruso, ayer a una multitud jubilosa, liberada por fin del fantasma de violencia y guerra civil que ha atenazado el desarrollo democr¨¢tico de la sociedad durante d¨¦cadas.
"Hemos vencido", dijo Yeltsin, a una multitud que coreaba su nombre y el nombre de "Rusia". "El golpe ha sido derrotado. Sus dirigentes est¨¢n arrestados. Esto no debe suceder nunca m¨¢s en nuestro pa¨ªs". Vestido con un traje gris y una corbata roja, Yeltsin saboreaba las delicias de la victoria ante unas 200.000 personas en una plaza antes desangelada que qued¨® bautizada ya como plaza de Rusia Libre.
Por su parte, el presidente Mija¨ªl Gorbachov demostr¨® ayer su deseo de seguir siendo fiel a s¨ª mismo y al Partido Comunista donde ha permanecido durante toda su vida adulta, y al mismo tiempo avanzar, con ¨¦l, por la senda de la democratizaci¨®n. En su comparecencia ante la prensa el dirigente se mostr¨® convencido sobre la necesidad de actuar a partir de ahora con unas fuerzas pol¨ªticas distintas y nuevas, unas fuerzas, seg¨²n dijo, que est¨¦n dispuestas a ir hasta el final y luchar por los cambios. El presidente admiti¨® que tendr¨ªa que haber hecho caso al Congreso de los Diputados Populares el pasado diciembre, cuando este organismo se neg¨® a aprobar la candidatura de Yan¨¢yev para el puesto de vicepresidente, y ¨¦l, en cambio, insisti¨® en que lo eligieran.
Otra equivocaci¨®n
Tambi¨¦n se equivoc¨® el presidente en su elecci¨®n de Yuri B¨®ldarev, el jefe del aparato presidencial, que fue quien, para sorpresa del l¨ªder, abri¨® la puerta, sin pedir permiso, a los cuatro golpistas que se personaron el domingo por la tarde en la residencia de Gorbachov en For¨®s, despu¨¦s de haber cortado las comunicaciones. El presidente de la URSS ten¨ªa una gran fe en Boldarev, ya que tambi¨¦n insisti¨® ante el S¨®viet Supremo de la URSS para que este formara parte de su consejo de Seguridad, cosa que no consigui¨®.
Boldarev fue destituido ayer y sustituido por Grigori Revenko, el funcionario ucranio que ha tenido un papel muy relevante como art¨ªfice del Tratado de la Uni¨®n, un texto que no se firmar¨¢ ya con la redacci¨®n preparada para el 20 de agosto.
Hoy, Gorbachov se re¨²ne con los dirigentes de las nueve rep¨²blicas sovi¨¦ticas que hab¨ªan elaborado este texto. Entre ellos estar¨¢ Bor¨ªs Yeltsin, el hombre a cuyo valor el presidente de la URSS debe en gran parte su liberaci¨®n. El l¨ªder sovi¨¦tico expres¨® su agradecimiento a Yeltsin y a los dirigentes rusos, que dirigieron la resistencia contra el golpe y que, finalmente, consiguieron cambiar el signo de los acontecimientos.
Sin embargo, algunos observadores se?alaban que el l¨ªder se hab¨ªa mostrado demasiado t¨ªmido a la hora de elogiar a Bor¨ªs Yeltsin. La URSS tiene por delante una profunda reestructuraci¨®n de las estructuras de poder y tambi¨¦n una operaci¨®n de limpieza en los sectores conservadores cuyos representantes m¨¢s aventureros emprendieron el golpe de Estado.
Tiro de gracia
Las esperanzas que Gorbachov deposita a¨²n en el partido, una organizaci¨®n que, a juicio de muchos, ha recibido un tiro de gracia con la intentona golpista quedaron de manifiesto cuando Gorbachov expres¨® su deseo de que Alexandr YakovIev, que fue su consejero jefe, volviera al PCUS. La esperanza de Gorbachov en la renovaci¨®n de las instituciones del antiguo r¨¦gimen no se ven corroboradas por el estado de ¨¢nimo de la sociedad. Anoche, el Ayuntamiento de Mosc¨² derrib¨® civilizadamente la estatua de Felix Dzherzhiriski, fundador del KGB, el temible aparato de seguridad de la URSS.
En su intervenci¨®n p¨²blica, Bor¨ªs Yeltsin afirm¨® que el golpe hab¨ªa sido una lecci¨®n para todos, y tambi¨¦n una Iecci¨®n para Gorbachov", y dijo que el curso de la reforma est¨¢ ahora garantizado. El presidente de Rusia tuvo palabras de agradecimiento para los ciudadanos que, con su actitud de resistencia, contribuyeron a hacer posible la victoria, y mencion¨® personalmente al mayor Evdokimov, un joven oficial que, el mismo lunes, coloc¨® una docena de carros de combate a defender el parlamento ruso y la legalidad representada por Yeltsin. Tambi¨¦n mencion¨® al ministro de Defensa Konstantin Kobets, que organiz¨® la resistencia en el Parlamento.
Yeltsin anunci¨® haber encomendado a Alexandr Rutskoi, el vicepresidente de Rusia, las tareas de organizar una Guardia Nacional rusa. La alocuci¨®n de Yeltsin, muy emotiva, conten¨ªa una f¨¦rrea l¨®gica para el futuro. Por una parte, anunci¨® una amplia limpieza del aparato administrativo que afectar¨¢ a los cargos de responsabilidad que se sometieron al Comit¨¦ Estatal de Emergencia.
Yeltsin acus¨® al aparato del Partido Comunista directamente del golpe y anunci¨® que se acelerar¨¢ el desmantelamiento de esta organizaci¨®n en las instituciones estatales. Y para predicar con el ejemplo, el l¨ªder ruso firm¨® all¨ª mismo un decreto aboliendo las c¨¦lulas comunistas en las Fuerzas Armadas. "Los dirigentes del Partido en las Fuerzas Armadas han apoyado directamente el golpe de Estado y han participado en ¨¦l", se?ala el texto firmado por Yeltsin. "Los organos del partido impulsaron la participaci¨®n de los militares en la guerra contra su propio pueblo", se?al¨®.
Desde ayer, Rusia tiene una nueva bandera, la tricolor que usara el Gobierno provisional entre febrero y octubre de 1917. La bandera, que hab¨ªa ondeado en el cielo en las amarras de un zepel¨ªn alzado sobre el Parlamento ruso, encontr¨® por fin su lugar en el m¨¢stil central del edificio y en la sala de sesiones del Parlamento, donde dos funcionarios la colocaron cuidadosamente a las dos de la tarde. La bandera anterior era roja con la hoz y el martillo estampadas junto a una franja azul. Por otra parte, el secretariado del Comit¨¦ Central del PCUS, en un intento de salvar lo salvable, orden¨® ayer una investigar el papel de los altos dirigentes del partido en el golpe.
Gorbachov: "No hice todo lo posible para evitar el golpe"
Un Mija¨ªl Gorbachov triste, si no pat¨¦tico, reconoci¨® ayer ante centenares de periodistas su error hist¨®rico por haber nombrado para puestos clave a los hombres que el pasado domingo intentaron derrocarle y cortar el proceso de reformas. Entre ellos est¨¢n el ministro de Defensa, Dmitri Y¨¢zov; el del Interior, Bor¨ªs Pugo (que se suicid¨® ayer cuando iba a ser detenido); el jefe del Gobierno, Valent¨ªn P¨¢vlov, y el del Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB), VIad¨ªmir Kriuchkov. "No hice todo lo posible para evitar el golpe", afirm¨® el l¨ªder del Kremlin. La capacidad de maniobra de Gorbachov, que ha prometido purgar de reaccionarios el partido comunista (PCUS) y profundizar la perestroika, parece disminuida por el papel que ha desempe?ado en la crisis Bor¨ªs Yeltsin.
El l¨ªder sovi¨¦tico asegur¨® que el golpe de Estado hab¨ªa sido una lecci¨®n para ¨¦l y para todos. "Fue una experiencia dif¨ªcil y, personalmente para m¨ª, un drama". En un tono de sinceridad no empleado antes en p¨²blico, Gorbachov cont¨® la angustia sufrida durante sus 72 horas en poder de los golpistas bajo constante vigilancia. Relat¨® c¨®mo trataron de quebrantarlo psicol¨®gicamente para que firmara el decreto sobre el estado de excepci¨®n o dimitiera.Temeroso de que la situaci¨®n desembocara en su muerte, la de su familia y la de quienes se mantuvieron fieles a ¨¦l, entre ellos los 32 hombres de la escolta personal, Gorbachov trat¨® de buscar un m¨¦todo para hacer saber la verdad. Realiz¨® cuatro grabaciones de v¨ªdeo en una cinta, que su hija Irina y su yerno Anatoli cortaron en cuatro partes para su distribuci¨®n. Asimismo, el m¨¦dico de cabecera escribi¨® varios partes m¨¦dicos sobre su estado de salud para su difusi¨®n. Gorbachov reconoci¨® haber seguido el desarrollo de la situaci¨®n a trav¨¦s de la BBC y la emisora La Voz de Am¨¦rica.
Mientras el l¨ªder de la perestroika enumeraba sus vivencias durante el cautiverio, los golpistas se enfrentaban a su destino. Bor¨ªs Pugo, ministro del Interior, se suicid¨® cuando los agentes que iban a detenerle llamaban a la puerta de su casa. El presidente del S¨®viet Supremo, Anatoli Luki¨¢nov, fue suspendido de su cargo al consider¨¢rsele sospechoso de cooperar con los involucionistas. Yeltsin hab¨ªa acusado a Luki¨¢nov, presidente del S¨®viet Supremo, que fue ¨ªntimo colaborador de Gorbachov y que no form¨® parte de la junta golpista, de haber sido el cerebro de la conspiraci¨®n.
Los dem¨¢s han sido detenidos, con la excepci¨®n de Vasill Starodubsev, presidente de la uni¨®n de campesinos, en paradero desconocido, y Oleg Bakl¨¢nov, vicepresidente del Consejo de Defensa. Pese al silencio de los ¨®rganos de mando del PCUS durante el golpe, Gorbachov no abandonar¨¢ por el momento el partido, aunque anunci¨® la expulsi¨®n de los reaccionarlos, sin realizar una caza de brujas.
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