Prioridades alemanas

La canciller ?ngela Merkel quiere que un alem¨¢n ocupe la presidencia de la Comisi¨®n Europea. A cambio, ha reconocido que no es prioritario que sea un alem¨¢n el que acceda a la presidencia del BCE. Si esos mensajes se confirman podr¨ªan contribuir a que la transici¨®n que ha de producirse en ambas posiciones el pr¨®ximo a?o se tradujera en una mejor gobernabilidad del conjunto de la UE y en el necesario mantenimiento del rumbo del Banco Central Europeo, adecu¨¢ndose a la fr¨¢gil recuperaci¨®n de la eurozona.

Que Alemania se comprometa en la gobernaci¨®n directa de la UE, m¨¢s all¨¢ de ejercer su influencia en las bambalinas de las instituciones, es una se?al favorable que permitir¨ªa acentuar el compromiso de ese pa¨ªs por el necesario fortalecimiento de la Uni¨®n, alejando cualquier tentaci¨®n de distanciamiento. Pero tambi¨¦n ser m¨¢s consciente de los problemas del conjunto de los pa¨ªses. Adicionalmente, la representaci¨®n exterior de Europa cobra una mayor dimensi¨®n a tenor de las tensiones comerciales y geopol¨ªticas internacionales. Ese pa¨ªs no ha ocupado la m¨¢xima responsabilidad ejecutiva de la UE desde que lo hiciera Walter Hallstein, entre 1958 y 1967, y nunca ha tenido un presidente del BCE.

No menos relevante es la renuncia a proponer al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, como sustituto de Mario Draghi. Admite, de hecho, las dificultades que encontrar¨ªa el principal de los halcones para alcanzar esa presidencia y para conducir esa instituci¨®n con el suficiente consenso sobre las necesidades de las econom¨ªas de la zona monetaria, en lugar de atender las prioridades alemanas.

La especulaci¨®n sobre posibles candidatos se intensificar¨¢ hasta el oto?o del pr¨®ximo a?o pero si se asume que lo prioritario es fortalecer las instituciones y el papel exterior de Europa, las decisiones de Merkel van en la buena direcci¨®n. Tampoco ir¨ªa mal que ella misma acabara postul¨¢ndose un d¨ªa para presidir la Comisi¨®n.