Correo de agosto
Pederastia y c¨¢ncer con met¨¢stasis. Una audaz referencia a la gordura y el ignorado tuit de S¨¢nchez
Este peri¨®dico ha dedicado dos portadas de agosto al nuevo y grav¨ªsimo esc¨¢ndalo de pederastia en la Iglesia cat¨®lica de Estados Unidos documentado en un largo informe por un gran jurado de Pensilvania. En la edici¨®n del 16 de agosto, el tema iba acompa?ado de un art¨ªculo de opini¨®n del te¨®logo Juan Jos¨¦ Tamayo, colaborador habitual de EL PA?S, titulado La pederastia, c¨¢ncer con met¨¢stasis. Algunas lectoras han encontrado inadmisible el t¨ªtulo, por morboso y fuera de lugar. ¡°Nuestra enfermedad no es algo voluntario ni premeditado. ?Uno no elige vivir con c¨¢ncer! No se puede comparar con un delito tan abominable como la pederastia¡±, se?ala en la extensa carta que me ha enviado Pilar Fern¨¢ndez Pascual, presidenta de la Asociaci¨®n de C¨¢ncer de Mama Metast¨¢sico.
Tamayo se ha visto sorprendido por estas reacciones, y lo lamenta. ¡°Nada m¨¢s lejos de m¨ª que el desconocimiento, la insensibilidad, y , menos a¨²n, el morbo, ante la enfermedad del c¨¢ncer con met¨¢stasis¡±, alega. ¡°La conozco bien y soy muy sensible a ella ya que la he vivido muy de cerca en mi entorno familiar y s¨¦ por experiencia el sufrimiento de la persona que lo padece y de quienes lo acompa?amos. Si alguna persona se ha sentido ofendida le pido disculpas, pero dejando claro que no era mi intenci¨®n, sino todo lo contrario: le expreso mi cercan¨ªa y m¨¢s sincera solidaridad¡±.
Entiendo que la met¨¢fora pueda molestar, pero la ¨²nica similitud que establece el autor entre el c¨¢ncer metast¨¢sico y la pederastia es su gravedad y su grado de propagaci¨®n en el cuerpo de la Iglesia.
No menos indignada ha sido la reacci¨®n a una columna publicada el 4 de agosto en las p¨¢ginas de televisi¨®n, que firmaba Juan Jes¨²s Azn¨¢rez. Titulada Excesivo, comenzaba as¨ª: ¡°Los gordos y gordas incapaces de soltar la manteca sobrante antes del destape estival debieran desayunarse en los chiringuitos playeros viendo cada ma?ana un cap¨ªtulo de la espeluznante serie Mi vida con 300 kilos¡±. ¡°Intolerable¡±, ¡°gordof¨®bico¡±, ¡°irrespetuoso¡±, son algunos de los calificativos que han merecido la columna y su autor. ¡°Podr¨ªa argumentar en mi defensa¡±, explica Azn¨¢rez, ¡°que exclu¨ªa de la irreverencia terminol¨®gica a las personas obesas por naturaleza o gen¨¦tica; tambi¨¦n podr¨ªa subrayar que ¡®estar hecho un tocino¡¯ en mi tierra significa, cari?osamente, estar demasiado gordo. No lo har¨¦. Solo queda disculparme, pedir perd¨®n a quienes se hayan sentido ofendidos. El objetivo fundamental era denunciar el enfoque amarillista de la serie, pero est¨¢ claro que la percepci¨®n fue otra, y bien que lo lamento¡±.
El te¨®logo Juan Jos¨¦ Tamayo se ha visto sorprendido por las reacciones
Algunos lectores se han quejado tambi¨¦n de que el diario no hiciera menci¨®n alguna a la pol¨¦mica suscitada por un tuit del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, e interpretan ese silencio en clave pol¨ªtica.
Coincidiendo con el primer aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils, el 17 de agosto, S¨¢nchez manifest¨® su apoyo a las v¨ªctimas en un tuit, redactado en castellano y en catal¨¢n. Y aunque el mensaje era id¨¦ntico en ambos idiomas, en la versi¨®n catalana faltaban el escudo y la bandera de Espa?a, lo que provoc¨® un gran revuelo en las redes sociales y fue noticia en diversos diarios. La Moncloa corrigi¨® el mensaje poco despu¨¦s.
Una lectora, Mar¨ªa Luisa Harto, escribe: ¡°Est¨¢ mal lo que ha hecho S¨¢nchez, pero peor lo hecho por unos presuntos periodistas independientes y veraces¡±. Otro lector critica el ¡°apoyo a ultranza¡± del peri¨®dico al Gobierno.
Xos¨¦ Hermida, redactor jefe de Nacional, explica al respecto: ¡°Cuando empez¨® a levantarse la polvareda en Twitter, nos dirigimos a la Presidencia del Gobierno, donde se nos aclar¨® que la ausencia de la bandera espa?ola hab¨ªa sido un error y que este ya estaba subsanado. Comprobamos efectivamente que as¨ª era y no consideramos que fuese noticioso, sobre todo porque tal cosa hab¨ªa sucedido durante un margen peque?o de tiempo. Creo que EL PA?S no debe dejarse arrastrar por el frenes¨ª de las redes sociales sin confirmar antes las informaciones, ni hacer seguidismo de cualquier pol¨¦mica de escaso alcance que se genere entre los usuarios de esas redes.¡±
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