Caer en el lazo

Comienza el curso pol¨ªtico bajo un tormentoso clima de opini¨®n, a causa de la guerra de los lazos que est¨¢ crispando todav¨ªa m¨¢s la conflictividad civil catalana. La ocupaci¨®n del espacio p¨²blico com¨²n a toda la ciudadan¨ªa por unos s¨ªmbolos privativos de una causa partidista, los lazos amarillos, equivale a una privatizaci¨®n encubierta que viene a significar: este pa¨ªs nos pertenece a nosotros solos, y nos lo apropiamos marc¨¢ndolo en amarillo. Y esto ha provocado que la parte catalana que se siente excluida, representada por Ciudadanos, haya decidido reaccionar, arrancando los lazos para expresar: este pa¨ªs no es vuestro sino de todos, as¨ª que sacad vuestras marcas amarillas del espacio com¨²n. Hasta aqu¨ª, todo parece relativamente l¨®gico. Pero leyendo el conflicto entre l¨ªneas aparece una segunda interpretaci¨®n.

La siembra de lazos amarillos era otra campa?a provocadora m¨¢s, de las muchas a las que nos viene acostumbrando el independentismo. Y su objetivo no era s¨®lo marcar el territorio para imponer su hegemon¨ªa cultural sino dar otra vuelta de tuerca a su estrategia de la tensi¨®n, arrinconando a los tibios y desafectos para extremar todav¨ªa m¨¢s la confrontaci¨®n y la polarizaci¨®n, como diciendo: o est¨¢s conmigo o est¨¢s contra m¨ª, sin t¨¦rmino medio. Una estrategia polarizadora que busca movilizar a sus bases, inhibir a moderados o transversales y unificar a todo el independentismo bajo un solo mando radicalmente enfrentado al Estado espa?ol. Pues bien, en este contexto, la reacci¨®n de Ciudadanos ha significado caer en el lazo tendido, aceptando la provocaci¨®n para seguir su mismo juego volvi¨¦ndolo contra ellos. Lo cual ha reforzado objetivamente la estrategia indepe, realimentado circularmente la polarizaci¨®n civil que pretende.

Y no s¨®lo eso, pues la reacci¨®n de Ciudadanos, adem¨¢s de favorecer los designios de Waterloo, tambi¨¦n implica sabotear la estrategia del Gobierno de Madrid, que pretende desescalar la tensi¨®n en Catalu?a para revertir la polarizaci¨®n, dividir al independentismo incentivando a su ala moderada o pragm¨¢tica y, con todo ello, corregir el actual alineamiento electoral favorable a los indepes. Pues bien, en este sentido, la entrada de Ciudadanos en la guerra de los lazos est¨¢ significando poner un palo en las ruedas de la estrategia de S¨¢nchez.

?Por qu¨¦ lo hace? Ciudadanos no ha ca¨ªdo en el lazo por error sino por electoralismo. Durante el curso pasado era el partido en alza, con visos de condicionar la futura coalici¨®n mayoritaria de gobierno. Pero al final del curso se produjo una conjunci¨®n astral que arruin¨® sus expectativas: S¨¢nchez gan¨® su moci¨®n de censura contra Rajoy y, tras renunciar ¨¦ste, Casado se impuso como nuevo l¨ªder del PP, inici¨¢ndose un enlace de conveniencia entre ambos para laminar a Ciudadanos con una pinza bipartidista. Tanto fue as¨ª que Rivera se dio por perdido, y la ¨²nica salida que ha encontrado para evadirse de la pinza PP-PSOE ha sido dejarse caer en la trampa del lazo amarillo. Esperemos que, adem¨¢s de votos, recupere tambi¨¦n su ecuanimidad.