Ese fervor ciclista
La bicicleta es sufrimiento y gloria. Y los incondicionales del ciclismo lo contemplan desde primera fila, cogiendo sitio en las cunetas con horas de antelaci¨®n, en un circo ambulante plagado de fervor deportivo. Las fotograf¨ªas de este reportaje fueron tomadas durante la Vuelta Ciclista a Espa?a de 2017 en Benic¨¤ssim, Sagunto, Ll¨ªria, el puerto del Xorret del Cat¨ª, Benidorm, Alhama de Murcia y Lorca
EL CICLISMO ha encontrado siempre en las cunetas la residencia habitual de sus fieles m¨¢s sagrados. El buen espectador busca siempre la curva m¨¢s s¨®lida, m¨¢s pronunciada, donde su aliento, a modo de botell¨ªn de agua o refresco fr¨ªo, consuele el sufrimiento seco de aquellos ciclistas a los que alguien defini¨® como los esforzados de la ruta. Las cunetas de la Vuelta, del Tour, del Giro, antes y ahora, son lugares transparentes de donde surge el p¨²blico que en la mayor¨ªa de los casos ha invertido el d¨ªa para disfrutar unos segundos, unos poqu¨ªsimos minutos, del contacto an¨ªmico con los corredores, que ven m¨¢s que miran, que oyen m¨¢s que escuchan cuando el asfalto se eleva, el sol se rompe en pedazos o la velocidad de las bajadas los convierte en ciclistas a tumba abierta (otro hallazgo literario de la ¨¦poca), porque este ?deporte es pasi¨®n sea en las cunetas, sobre la bicicleta, o en las teclas de la m¨¢quina de escribir o, ahora, del ordenador. Sin pasi¨®n, probablemente, el ciclismo ser¨ªa la disciplina m¨¢s aburrida del mundo. Pero eso a¨²n no ha ocurrido, sucede parcialmente en esta o aquella etapa, pero el volc¨¢n finalmente acaba erupcionando. Y a correr, unos por las cunetas, otros por las carreteras.?
Texto: EDUARDO RODRIG?LVAREZ
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