M¨¢sters abstractos
Con 38 a?os, cuando logr¨¦ disponer de tiempo y dinero suficiente, volv¨ª a la Universidad e hice un m¨¢ster en Traducci¨®n. Reduje mi jornada laboral para asistir a clase tres tardes a la semana. Adem¨¢s, dediqu¨¦ incontables horas a leer, a reflexionar sobre mis lecturas y a escribir. Para evaluarnos se requer¨ªa la entrega de ejercicios pr¨¢cticos y, sobre todo, de breves trabajos de investigaci¨®n en los que eran imprescindibles la originalidad, la honestidad a la hora de citar a otros autores y la aportaci¨®n de ideas propias. Cada texto que redact¨¦ fue un logro del que enorgullecerme, el resultado de una tarea muy personal en la que invert¨ª mi cari?o, mi esfuerzo y mi tiempo. Son la esencia del m¨¢ster. Sin ellos, mi t¨ªtulo estar¨ªa vac¨ªo, y mi m¨¢ster ser¨ªa una abstracci¨®n.
Ruth Pardi?as Carracelas
Vigo (Pontevedra)
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