El demonio de los Sundarbans
Un viaje a las marismas de Bengala, donde los tigres se comen a los hombres
¡°Muy pocas veces los occidentales pensamos en nuestro propio cuerpo como carne fresca. Muy pocas veces nos consideramos la comida de otro ser vivo. Muy pocas veces nos atrevemos a pensar que un depredador con garras podr¨ªa seguirnos sigilosamente, matarnos con sus fauces y desgarrarnos la carne de los huesos¡±. Las historias de felinos antrop¨®fagos abundan en India, pero en ning¨²n otro lugar del mundo el tigre es tan temido como en los Sundarbans, el mayor delta de marea del mundo. All¨ª, oculta entre los manglares de la desembocadura de los r¨ªos Ganges y Brahmaputra, en la frontera entre India y Banglad¨¦s, vive la mayor poblaci¨®n de tigres del mundo, cerca de cuatrocientos ejemplares. Y son unos tigres ¨²nicos: a diferencia de sus cong¨¦neres de otras regiones, que evitan a los humanos, a los que rara vez atacan, estos animales se alimentan de personas de forma habitual.
Esta reserva de 2.585 kil¨®metros cuadrados teje una red de canales y manglares medio sumergidos que forman el delta m¨¢s grande del mundo, en Bengala Occidental. Los tigres se esconden en la impenetrable fronda de los manglares pantanosos, un lugar donde los peces trepan a los ¨¢rboles, los grandes mam¨ªferos beben agua salada, las ra¨ªces crecen hacia el cielo y los tigres se materializan tras una brizna de hierba. Cazadores al acecho, sombras sigilosas, los tigres son muy dif¨ªciles de ver. Y eso los hace especialmente terror¨ªficos: un tigre es esa huella que encuentras impresa en el barro junto a la tuya, en el sendero por el que justo cinco minutos antes hab¨ªas pasado.
Los tigres matan cada a?o a unas treinta o cuarenta personas del lado indio de los Sundarbans, seg¨²n c¨¢lculos del Gobierno. Pero estas cifras son enga?osas: muchos de los ataques ocurren en las zonas restringidas del parque nacional y las familias de las v¨ªctimas de los tigres ocultan las muertes por miedo a ser sancionadas. Algunos expertos calculan que el n¨²mero total puede ascender a 150 v¨ªctimas anuales en el lado indio de la reserva y una cifra similar en Banglad¨¦s.
Lo cuenta la escritora y naturalista Sy Montgomery (Frankfurt, 1958) en El embrujo del tigre, un libro apasionante sobre los devoradores de hombres de las Sundarbans que acaba de publicar Errata Naturae. Montgomery, una referencia en la literatura de naturaleza por su sensibilidad al tratar el mundo animal, es asimismo autora de El alma de un pulpo, un libro sobre la inteligencia de los cefal¨®podos, y de otro sobre Dian Fossey, Jane Goodall y Birut¨¦ Galdikas, las tres grandes estudiosas de los primates. Sy Montgomery nos gu¨ªa por un territorio real, pero en el que la naturaleza y lo sobrenatural son una misma cosa, donde siempre se est¨¢ a merced de algo invisible: ¡°De repente, pisando suelos que lo engullen todo y recorriendo junglas donde cada cosa es a la vez otra, recordamos que, bajo toda nuestra cultura y toda nuestra ropa, en nuestros sue?os m¨¢s oscuros, los monstruos depredadores siguen d¨¢ndonos caza por la noche. Al desgarrar nuestro cuerpo con sus dientes, el tigre expone una verdad que los occidentales intentamos olvidar a toda costa: que todos, ciervo y jabal¨ª, serpiente y pez, astronauta y mendigo, estamos hechos de carne¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.