El Parlamento se rebela contra la afici¨®n de Guillermo de Holanda a cazar

¡°?Debe buscar Guillermo otra afici¨®n?¡±. La pregunta, formulada en la prensa holandesa, se refiere a la caza y data de 1998, cuando el protagonista era pr¨ªncipe de Orange y ten¨ªa 31 a?os. Repetida todos los a?os por organizaciones ecologistas y el Partido para los Animales, la cuesti¨®n ha llegado al Parlamento. Guillermo es hoy rey de los Pa¨ªses Bajos, tiene 51 a?os, y entre mediados de septiembre y finales de diciembre dedica su tiempo libre a cazar. Lo hace en una zona del denominado Dominio de la Corona Het Loo, el parque junto al que se levanta el palacio del mismo nombre, antigua residencia privada de la reina Guillermina. Ella lo cedi¨® en 1959 ¡°al pueblo holand¨¦s¡±, siempre que la Corona conservara el usufructo, es decir, su derecho a disfrutarlo. Y por eso, aunque la mayor¨ªa de los diputados quiere mantenerlo abierto al p¨²blico- sin cazadores- el Gobierno dice que la ¨²ltima palabra es del monarca.

Si Guillermo no cambia de parecer, el cartel de coto de cazacolgar¨¢ durante tres meses en una porci¨®n del terreno, llamado De Koninklijke Houtvesterij (que puede traducirse como La Foresta Real). Consta de bosques, p¨¢ramos, terreno agr¨ªcola y jardines, y hay ciervos rojos, corzos y jabal¨ªes. El Gobierno paga el mantenimiento, as¨ª como la seguridad de las partidas de caza. ¡°Oficialmente, se supone que el cierre da un respiro a la fauna, pero en realidad es para cazar¡±, ha dicho Harry Voss, antiguo concejal del Partido para los Animales en el Ayuntamiento de Apeldoorn. En la ciudad, situada en el centro del pa¨ªs, se ubica el palacio y el parque. ¡°Nos parece raro que el Gobierno costee la conservaci¨®n, y luego lo cierre al p¨²blico para divertimento del rey¡±, ha a?adido Femke Merel van Kooten, miembro a su vez del partido animalista. La agrupaci¨®n cree que el Congreso ¡°ha sido ignorado en esta cuesti¨®n, y no descartamos alg¨²n tipo de manifestaci¨®n durante los primeros d¨ªas del cierre¡±, se?alan sus portavoces.

Si bien las licencias est¨¢n al alcance de cualquier ciudadano que cumpla las normas correspondientes, cazar es una de las actividades tradicionales de la realeza europea. La imagen, sin embargo, es importante para la continuidad de las distintas monarqu¨ªas. Y as¨ª, en 2016, en Dinamarca, la tradicional batida de ciervos de la Casa Real se gan¨® la cr¨ªtica de PETA, la organizaci¨®n que aboga por los derechos de los animales. En particular, lament¨® que los hijos menores de Federico y Mary, los pr¨ªncipes herederos, posaran con los animales muertos. Reino Unido, el pr¨ªncipe Carlos, y sus hijos, Guillermo y Enrique, lo hacen con regularidad en Sandringham (Norfolk, al este del pa¨ªs). En Espa?a, la caza mayor, en este caso de elefantes en ?frica, gener¨® en 2012 una ola de cr¨ªticas contra el hoy rey em¨¦rito Juan Carlos. Tras romperse la cadera en una ca¨ªda durante un safari a Botsuana, pidi¨® disculpas y dijo: ¡°Lo siento mucho. Me he equivocado. No volver¨¢ a ocurrir¡±.

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