El Rey: ¡°Lo siento mucho. Me he equivocado y no volver¨¢ a ocurrir¡±

En un gesto sin precedentes, el Rey ha pedido disculpas en una breve comparecencia grabada en el hospital USP San Jos¨¦, momentos despu¨¦s de recibir el alta cl¨ªnica tras permanecer cinco d¨ªas ingresado por una fractura de cadera. En la puerta de la habitaci¨®n que ocupaba y antes de abandonar el centro se ha dirigido a una c¨¢mara de televisi¨®n que le aguardaba y ha dicho: "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volver¨¢ a ocurrir". Tambi¨¦n don Juan Carlos ha asegurado que se encontraba muy bien y que "estaba deseando volver a trabajar". Igualmente, ha dado las gracias a los m¨¦dicos que le atienden.

Conocedor de que su viaje de caza a Botsuana ha sido objeto de gran pol¨¦mica, ha decidido intentar acortar la distancia que en los ¨²ltimos d¨ªas le ha separado de una gran parte de la clase pol¨ªtica y de la ciudadan¨ªa en general, recogida ampliamente por los medios de comunicaci¨®n.

Durante el tiempo en que don Juan Carlos ha permanecido ingresado ha estado permanentemente informado de lo que se dec¨ªa de ¨¦l. Ha le¨ªdo los peri¨®dicos, ha visto la televisi¨®n, y sus colaboradores m¨¢s cercanos le han hecho ver la necesidad de una explicaci¨®n p¨²blica.

En los ¨²ltimos d¨ªas en la Casa del Rey se ha estudiado qu¨¦ gesto deber¨ªa hacer el Rey. Tras varias reuniones, don Juan Carlos decidi¨® el pasado lunes que, minutos antes de salir de la cl¨ªnica, quer¨ªa pedir disculpas, no mediante un fr¨ªo comunicado oficial remitido por el palacio de La Zarzuela, sino de viva voz, ante las c¨¢maras de televisi¨®n.

No es habitual que un Rey realice este tipo de declaraciones, pero la situaci¨®n le ha llevado a tener que pronunciarse. Pero es que, hasta ahora, nunca su comportamiento hab¨ªa estado tan en entredicho. Y ante las duras cr¨ªticas llega una rotunda reacci¨®n, que pretende amainar la crisis m¨¢s importante vivida por la Corona desde su restauraci¨®n.

El Rey ha hablado como lo hizo meses atr¨¢s para se?alar el comportamiento "poco ejemplar" de su yerno I?aki Urdangarin, imputado por el caso N¨®os. En esta l¨ªnea su ¨²ltimo discurso de Navidad fue m¨¢s contundente que nunca. En ¨¦l asegur¨® sentir el da?o que el caso Urdangarin hace a la imagen de la Monarqu¨ªa espa?ola. Don Juan Carlos aprovech¨® su intervenci¨®n para recordar que "la justicia es igual para todos" y que "las conductas censurables deben ser sancionadas". "Me preocupa enormemente la desconfianza que parece extenderse en algunos sectores de la opini¨®n p¨²blica respecto a la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras instituciones. Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos. Todos, sobre todo las personas con responsabilidades p¨²blicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar". El Rey ese d¨ªa tambi¨¦n asegur¨®: "Cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o la ¨¦tica es natural que la sociedad reaccione".

Las cr¨ªticas a don Juan Carlos le han llegado por la opacidad con que viaj¨® a Botsuana. De su desplazamiento ten¨ªa conocimiento el Gobierno, porque el propio Rey se lo anunci¨® al presidente Mariano Rajoy en el despacho que ambos mantuvieron el lunes santo. Pero fue un secreto para el resto, solo desvelado cuando el pasado s¨¢bado la Casa del Rey comunic¨® que hab¨ªa sido intervenido de una fractura de cadera provocada por un accidente sufrido en un viaje de caza. Hab¨ªan pasado 36 horas. La foto de don Juan Carlos con un elefante abatido ha dado la vuelta al mundo. No solo los grupos ecologistas, sino la ciudadan¨ªa en general han criticado lo poco oportuno y conveniente del viaje.

Don Juan Carlos se fue a cazar cuando Espa?a viv¨ªa una de las semanas m¨¢s duras para su econom¨ªa y lo hizo en compa?¨ªa de un grupo de cazadores cuya identidad no se ha dado a conocer. Ante la debacle, la familia real ha cerrado filas y los asesores de La Zarzuela han intentado responder con transparencia, no toda, pero mucho m¨¢s de la habitual. El gesto del Rey de hablar de lo sucedido es otra prueba de que los tiempos han cambiado.