Sam Knee, el antrop¨®logo del ¡®indie¡¯
El ensayista brit¨¢nico creci¨® en un mundo en el que despreciar la cultura masiva era una opci¨®n vital de prestigio, no otra forma de consumo
Pr¨¢cticamente todo lo que ha sucedido en el mundo de la m¨²sica y de la moda desde que Steve Jobs lanzara el iPod en 2001 ha ido en contra de las creencias y valores sobre los que el escritor y consultor de moda Sam Knee construy¨® su gusto y su idiosincrasia. Autor de libros como A scene in between (Una escena entre medias) o el m¨¢s reciente Untypical girls (Chicas at¨ªpicas), Knee es un antrop¨®logo pop formado en el lado m¨¢s indie de los ochenta, justamente decepcionado con el presente, inevitablemente nost¨¢lgico del pasado y ligeramente esc¨¦ptico con el futuro. Se compr¨® su primer ordenador hace solo diez a?os, pero ama Instagram.
Sam est¨¢ en el IED (Instituto Europeo de Dise?o) madrile?o para dar una charla sobre moda y subcultura ante una audiencia formada en su mayor¨ªa por j¨®venes que estaban en el parvulario cuando se lanz¨® ese primer iPod. ¡°Hoy todo vale, todo se puede mezclar. Mis padres eran beatniks. Mi hermana era una punk. Cuando empec¨¦ a descubrir m¨²sica, no quer¨ªa ser punk porque ella era punk¡±, recuerda Knee, que fue mod hasta que se cans¨® de tanta norma y se uni¨® a un nuevo ej¨¦rcito que empezaba a reclutar descastados, t¨ªmidos y revolucionarios de biblioteca por Reino Unido: el indie.
¡°El pop era un estilo de vida y lo m¨¢s importante era separarte de lo masivo. A veces, perd¨ªas incluso trabajos por eso"
¡°El pop era un estilo de vida y lo m¨¢s importante era separarte de lo masivo. A veces, perd¨ªas incluso trabajos por eso. No pasabas de una moda a otra. Una vez hallabas d¨®nde pertenec¨ªas, te quedabas all¨ª¡±, reflexiona. Pero no todo es malo en este presente ecl¨¦ctico en el que la chavalada puede en cualquier momento ponerse a escuchar a Phil Collins sin ¨¢pice de iron¨ªa. ¡°Supongo que los j¨®venes cogen cosas del pasado y no entienden c¨®mo de segregado estaba todo. El eclecticismo es sano, pero es a la vez el triunfo del capitalismo. Internet ha hecho todo visible, opinable y accesible. Ha matado la cultura en c¨¢mara lenta que ten¨ªamos y la ha reemplazado por una serie de productos que se compran para ser guai. Solo durar¨¢n lo que la marca quiera¡±, sentencia.
En su ¨²ltimo volumen, Untypical girls, el ingl¨¦s mezcla como en los anteriores textos con fotograf¨ªas ¨Cmuchas de ellas se las mandan los artistas mismos o los fans¨C, pero esta vez se centra en el papel de la mujer en la escena indie. En esas chicas raras salidas del movimiento riot grrrl, de la escena indie, de los restos del punk.
¡°A principios de los ochenta, en el Reino Unido el post punk era muy inclusivo con las mujeres. En el underground americano las chicas fueron casi invisibles hasta las riot grrrls. Su reivindicaci¨®n feminista es la respuesta a a?os de marginaci¨®n¡±, recuerda en lo general, antes de entrar en lo personal: ¡°Tengo dos hijas. Me preocupo por las expectativas de la sociedad con las mujeres. Con este libro quer¨ªa crear algo que las inspirara. No hace falta que seas una buenorra para salir adelante. Estas mujeres se negaron a ser parte del sistema, decidieron hacer lo que les dio la gana¡±.
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