Riley Keough, nieta de Elvis Presley e hijastra de Michael Jackson y Nicolas Cage
La actriz est¨¢ logrando quitarse las etiquetas familiares tras consolidar su carrera en la gran pantalla aunque reconoce que tuvo la suerte de nacer donde lo hizo
¡°Me he dado cuenta de que incluso la gente que sostiene que todo est¨¢ predestinado, y que no podemos hacer nada para cambiarlo, mira antes de cruzar la calle¡±. Es la frase de presentaci¨®n en la cuenta de Instagram de Riley Keough (California, 1989). La suerte o el poder de elecci¨®n es uno de los temas que m¨¢s fascina a la actriz. ¡°Creo que estamos en control de nuestro destino hasta cierto punto. No creo que estemos en control de la situaci¨®n en la que nacimos, ?por qu¨¦ algunas personas nacen en situaciones horribles y otras no? Pero luego en tu vida puedes retomar el control con tus decisiones¡±, dice la actriz. Es un tema en el que piensa mucho, admite, porque se siente entre los afortunados: ¡°Yo tuve la suerte de nacer donde nac¨ª¡±, a?ade. Sin dar nombres. No le hace falta. Y, aunque no le molesta que le pregunten sobre su familia, consigue esquivar el tema y su publicista, muy cerca, sigue atenta la entrevista.
Riley Keough es la mayor del primer matrimonio de su madre, Lisa Marie Presley, ¨²nica hija de Elvis Presley, con Danny Keough, bajista de su banda. A los 20 d¨ªas del divorcio de sus padres, Lisa Marie se cas¨® con Michael Jackson. Se mudaron de Graceland, la mansi¨®n del abuelo y rey del rock en Memphis, a Neverland, el rancho del rey del pop en California. Riley ten¨ªa seis a?os y recuerda que Jackson la llevaba al colegio o jugaba con ella en aquella casa parque de atracciones. Dos a?os despu¨¦s se separaron, y Riley pas¨® a vivir entre algodones con su madre y en condiciones m¨¢s escasas con su padre. Dos mundos opuestos. Entre la fama y el anonimato. De donde quiz¨¢ saque su equilibrio emocional. Aunque tuviera que abandonar pronto la escuela y estudiar en casa, porque ir cada d¨ªa acompa?ada de seguridad armada era demasiado complicado.
Pronto tambi¨¦n abandon¨® sus estudios por completo, uno de sus grandes arrepentimientos, porque ese destino del que habla le llamaba. Naciendo donde hab¨ªa nacido, lo normal era que siguiera una carrera art¨ªstica. La m¨²sica la desech¨® pronto. ¡°No tengo especial talento en ese terreno¡±, dice. Y, despu¨¦s de unos a?os en la moda, se decant¨® por la interpretaci¨®n, donde ya sus abuelos, Elvis y Priscilla, hab¨ªan hecho sus pinitos.
De nuevo, en ese momento de su vida sabe que tuvo la suerte de su ¡°posici¨®n privilegiada¡±. ¡°Tard¨¦ una semana en conseguir un representante¡±, recuerda. El primer papel, en The Runaways, con Kristen Stewart y Dakota Fanning, lleg¨® r¨¢pido, pero luego tuvo un par¨®n de casi dos a?os. Su linaje no pesaba tanto. El director Steven Soderbergh, quien le ha dado sus grandes oportunidades, asegura que se enter¨® de que era la nieta de Elvis despu¨¦s de elegirla para su primera pel¨ªcula juntos, Magic Mike. Despu¨¦s le dio el protagonista en The Girlfriend Experience, la serie sobre una escort que cambi¨® para siempre la carrera de Keough. Un a?o despu¨¦s de aparecer en Mad Max, donde conoci¨® al que hoy es su marido, el doble de acci¨®n Ben Smith-Petersen.
Desde entonces, hace dos a?os, no ha parado. ¡°Tengo tendencia a ser adicta al trabajo, pero estoy intentando mejorar¡±, se re¨ªa, sentada en un hotel durante el Festival de Toronto, donde present¨® su ¨²ltima pel¨ªcula, Noche de lobos, la cuarta de este a?o. ¡°He decidido parar un poco como actriz, para no sobrecargarme y agotarme, y me he puesto a escribir un guion con una amiga, que esperamos dirigir el a?o que viene¡±.
Enganchar una pel¨ªcula tras otra, labrarse su propia fama, le ha ayudado a desprenderse de las etiquetas de ¡°nieta de¡± o ¡°hija de¡±. O eso espera. ¡°Supongo que es como esa frase tonta que se dice: si amas lo que haces, no trabajar¨¢s ni un d¨ªa de tu vida. Aunque hay partes de esta profesi¨®n que siento como trabajo, como estas entrevistas, porque no me gusta la atenci¨®n, me gusta hablar de cine, no de m¨ª¡±. Pero sabe que, en este caso, tanto lo que le vino dado al nacer como la elecci¨®n que tom¨® con su profesi¨®n, implican atenci¨®n y una fama creciente. ¡°Ahora mismo, es muy raro que me reconozcan por la calle, como mucho me pasa una vez al mes¡±, confiesa. ¡°No soy Will Smith y a¨²n puedo ir a hacer la compra. Pero no me da miedo que mi carrera me lleve hacia algo as¨ª porque yo nac¨ª en una situaci¨®n en la que siempre he vivido esa atenci¨®n, estoy acostumbrada. Y dicho esto, preferir¨ªa poder ir a tomarme un caf¨¦ tranquila y no ser s¨²per famosa¡±.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.