Pulpo
El ser humano posee recursos verbales para justificar cualquier atrocidad, solo necesita documentarse
Como principio general, no deber¨ªamos vender armas a Arabia Saud¨ª, pero ah¨ª est¨¢ la casu¨ªstica para esquivar los principios generales cuando estorban. Significa que conviene establecer distinciones entre la doctrina y el caso concreto. Si un cura, por ejemplo, viola a un ni?o, lo conveniente es poner a cubierto al cura, olvidando el principio. El esc¨¢ndalo ven¨¦reo en el que chapotea la Iglesia de Cristo no es atribuible, pues, a sus creencias, sino a su casu¨ªstica.
La socialdemocracia es hist¨®ricamente hablando muy partidaria de esta doctrina. Aquella frase de Felipe Gonz¨¢lez seg¨²n la cual la democracia se defiende tambi¨¦n en las alcantarillas es teolog¨ªa moral en estado puro. La venta, en fin, de 400 bombas a un pa¨ªs que se emplea contra la poblaci¨®n civil de Yemen es condenable, excepto si ese pa¨ªs adquiere cinco corbetas en el mismo paquete. Del mismo modo que en el caso anterior el bien a proteger era el cura, ahora es la corbeta. Los ni?os bombardeados lo tienen crudo, pobres.
El ser humano posee recursos verbales para justificar cualquier atrocidad, solo necesita documentarse. Si echamos mano de Max Weber, que siempre queda bien, tropezamos enseguida con la famosa diferencia entre la ¨¦tica de la convicci¨®n y la ¨¦tica de la responsabilidad. La primera es ¨²til para alcanzar el poder; la segunda, para mantenerlo. En el caso de las bombas asesinas, la distancia que separa la convicci¨®n de la responsabilidad son 1.800 millones de euros: calderilla, comparado con lo que aqu¨ª se roba. Los podr¨ªamos obtener apretando las tuercas a un par de defraudadores. Pero colocar las certezas morales por encima de los principios del capitalismo resulta suicida. Compa?ero Borrell, aceptamos pulpo como animal de compa?¨ªa.
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