Un Gobierno en apuros
Las instituciones hay que respetarlas, no forzarlas. La moci¨®n de censura no se respet¨® y ahora estamos haciendo equilibrios
El Gobierno de Pedro S¨¢nchez da continuas muestras de inestabilidad. Cada semana se ve envuelto en graves problemas, encadena uno tras otro, casi sin tiempo de respirar. Los motivos son, a veces, las imprudentes ocurrencias de su presidente (por ejemplo, reforma constitucional para modificar los aforamientos), otras veces los ataques injustos y desmesurados de la oposici¨®n (por ejemplo, la embestida contra Dolores Delgado, que supo ayer defenderse con gran dignidad). Pero esta delicada situaci¨®n solo se comprende a partir de un cuesti¨®n de fondo: el Gobierno nace mediante una moci¨®n de censura mal planteada. Ah¨ª est¨¢ la ra¨ªz de todos los problemas.
En efecto, la Constituci¨®n establece que la moci¨®n de censura debe ser constructiva; es decir, en un mismo acto, un Gobierno debe cesar y otro debe reemplazarle. Nuestra forma de gobierno es la parlamentaria, lo cual significa que este nuevo Gobierno debe estar sostenido por una mayor¨ªa de diputados, en otro caso le ser¨¢ imposible gobernar.
En la pasada moci¨®n de censura no sucedi¨® nada de eso, sino todo lo contrario: una ajustad¨ªsima mayor¨ªa parlamentaria acord¨® derribar al Gobierno Rajoy pero sin llegar a otro acuerdo, paralelo y necesario, sobre las pol¨ªticas que deb¨ªa llevar a cabo. Lo expliqu¨¦ con m¨¢s detenimiento en un art¨ªculo que se public¨® el pasado 5 de junio. Fue una moci¨®n de censura destructiva, no constructiva: se acab¨® con Rajoy pero sin pactar un programa de gobierno y hacerlo despu¨¦s, cuando el Gobierno ya est¨¢ formado, como se intenta ahora, resulta muy complicado.
M¨¢s a¨²n con los socios escogidos. En efecto, quienes apoyaron al nuevo Gobierno manten¨ªan escasas afinidades con el mismo. Algunos ninguna, como es el caso de los independentistas catalanes, que le ponen continuas trampas y le fuerzan a poner cara de p¨®quer. Con Podemos hay m¨¢s similitudes, pero no deja de ser un adversario en la disputa por la hegemon¨ªa de las izquierdas. La guinda es el PNV que, como siempre, va a la suya. Con estos compa?eros de viaje, est¨¢ sucediendo lo que deb¨ªa suceder.
Pero lo m¨¢s importante, aquello que puede provocar una convocatoria electoral, es la aprobaci¨®n de los Presupuestos. Si no hay elevaci¨®n del techo de gasto, si se contin¨²a con la pr¨®rroga de los Presupuestos anteriores aprobados por el PP, no se pueden satisfacer de ning¨²n modo las aspiraciones m¨ªnimas de Podemos. El atajo que pretende el PSOE modificando la Ley de Estabilidad Presupuestaria es inconstitucional, frontalmente contrario a la sentencia STC 119/2011 que establece una clara, y buena, doctrina al respecto.
Las instituciones hay que respetarlas, no forzarlas. La moci¨®n de censura no se respet¨® y ahora estamos haciendo equilibrios. Los apuros de este Gobierno se ve¨ªan venir desde el minuto uno.
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