La escena del pr¨ªncipe Carlos que ha hecho que a Isabel II ya no le guste ¡®The Crown¡¯

El retrato que ofrece la serie The Crown de Isabel II en sus dos primeras temporadas puede ser ambiguo: la soberana resulta sagaz, inteligente y una gran estratega para algunos o una mujer maleable y con escasos conocimientos del mundo para otros, pero de lo que no cabe duda es de que muestra una imagen intensa y profunda de la reina. Tambi¨¦n que da detalles nunca conocidos, pese a que estos sean, en ocasiones, menos reales y m¨¢s parte de la ficci¨®n de lo que muchos querr¨ªan.

Cuando se estren¨® la serie en Netflix, en diciembre de 2016, una de las principales preguntas que se planteaban era si la monarca habr¨ªa visto los 10 cap¨ªtulos que daban cuenta de su boda, el nacimiento de sus primeros hijos, la muerte de su padre y rey, su ascenso al trono y sus primeros a?os como reina. Meses despu¨¦s fuentes de palacio aseguraron al diario brit¨¢nico The Express que s¨ª, que esa fantas¨ªa popular de que la reina se viese a s¨ª misma en pantalla se hab¨ªa cumplido. Al parecer, Isabel II hab¨ªa disfrutado de la serie en varias veladas de s¨¢bado en el castillo de Windsor.

Su hijo menor fue el culpable de su adicci¨®n. Pero el mayor va a ser el motivo de su desafecci¨®n. Si seg¨²n esas fuentes de palacio fueron Eduardo y su esposa Sophie, condes de Wessex, los que engancharon a la reina en lo que es casi su biopic, ahora ha sido un cap¨ªtulo dedicado al pr¨ªncipe Carlos, su primog¨¦nito, el que la ha enfadado.

El cap¨ªtulo en concreto es el pen¨²ltimo de la segunda temporada, llamado Paterfamilias, y en ¨¦l se da cuenta de los d¨ªas de internado en Gordonstoun, en Escocia, del entonces peque?o Carlos, que se comparan con los que vivi¨® d¨¦cadas antes su padre, el duque de Edimburgo. Al parecer, de nuevo seg¨²n fuentes de palacio, Isabel II no est¨¢ contenta con c¨®mo se retrata a su marido como un padre fr¨ªo y cruel. "La reina es consciente de que muchos de quienes ven The Crown toman la serie como un retrato preciso de la familia real, y no puede cambiarlo. Pero puedo afirmar que se enfad¨® por c¨®mo el?pr¨ªncipe Felipe?aparece retratado como un padre insensible con el bienestar de su hijo", ha explicado ese "cortesano senior" al diario The Express. Como asegura un autor especializado en la familia real, Hugo Vickers, "el problema es que [la serie] est¨¢ bien escrita, bien interpretada y lujosamente rodada. Lo que lo hace mucho peor porque pervierte la verdad: hay episodios enteros construidos sobre invenciones".

Seg¨²n las fuentes de The Express, hay un momento concreto de ese noveno cap¨ªtulo ¡ªen el que se ve a un peque?o Carlos sufrir entre burlones compa?eros de colegio, lluvias incesantes y ma?anas heladas¡ª que ha encendido las iras de la soberana. "Estaba particularmente enfadada por la escena en la que Felipe no muestra ninguna simpat¨ªa ante un Carlos muy enfadado cuando vuela de vuelta a casa desde Escocia. Eso, simplemente, no ocurri¨®", relata. El diario tambi¨¦n habla con un historiador que asegura que "Felipe se ha retratado como alguien cruel por querer mandarle ah¨ª, pero lo hizo por el mejor de los motivos. Cuando ¨¦l estuvo all¨ª, encontr¨® que las dificultades y los retos eran una motivaci¨®n. Cuando Carlos lleg¨®, se hab¨ªa convertido en un sitio mucho m¨¢s convencional".?

De hecho, el propio pr¨ªncipe heredero ha hablado de Gordonstoun en m¨¢s de una ocasi¨®n, y le ha quitado hierro a la dureza de la instituci¨®n, asegurando que le ayud¨® a templar el car¨¢cter. En 1975, como recordaba The Telegraph ante el estreno de la segunda temporada de la serie, el pr¨ªncipe Carlos pronunci¨® un discurso ante la C¨¢mara de los Lores en el que hablaba de dicha instituci¨®n, que hab¨ªa abandonado en 1967: "Siempre me impresiona la cantidad de bobadas que se dicen sobre Gordonstoun y el descuidado uso de antiguos clich¨¦s con los que se la describe. Solo fue dura en el sentido de que demandaba m¨¢s de ti como individuo que otras escuelas, tanto en lo mental como en lo f¨ªsico. Tengo suerte de creer que me ense?¨® grandes cosas de m¨ª mismo, de lo que soy capaz e incapaz de hacer. Me ense?¨® a aceptar retos y a tomar la iniciativa: ?De qu¨¦ otro modo creen que ser¨ªa lo suficientemente valiente como para estar ante sus se?or¨ªas ahora?".