Una cuesti¨®n de peso

Me ha sentado como un atrac¨®n de whisky malo el ¡°maric¨®n¡± pronunciado por la ministra de Justicia, Dolores Delgado, aunque fuese en una grabaci¨®n de hace nueve a?os.

Curiosamente, hace nueve a?os conoc¨ª a Grande Marlaska. Junto a Jes¨²s V¨¢zquez, coincidimos en una campa?a del ministerio de Sanidad para fomentar el uso de preservativos entre la poblaci¨®n joven. Pusieron un inmenso cartel con nuestros rostros en el Paseo de la Castellana y yo brome¨¦ con que ¨¦ramos como un Mount Rushmore (el grupo escult¨®rico rocoso con los rostros de los fundadores de la rep¨²blica americana), pero en clave gay. Ahora me doy cuenta de que ministros y ciudadanos que nos ve¨ªan dir¨ªan lo mismo que comenta la ministra de Justicia en las grabaciones. Y ofende, porque una persona como Grande Marlaska le ha dado respeto a nuestra condici¨®n. Y valent¨ªa y encanto. Es un hombre brillante, t¨ªmido y, al mismo tiempo, fuerte. Una noche en mi casa, durante una cena informal, Gemma Nierga y Juan Jos¨¦ Mill¨¢s insistieron en hacerle un cuestionario grado 32 y Marlaska, elegante y estoico, respondi¨® a todas sus improcedentes preguntas. Cuando logramos parar aquello ya era tarde. Y, lamentablemente, jam¨¢s regres¨® a mi casa, pero demostr¨® que no se arruga con facilidad. Volv¨ª a sentir esa nobleza en su abrazo a la ministra Delgado hace un par de d¨ªas. Y me hizo pensar en que las grabaciones de Villarejo deber¨ªan usarse en un m¨¢ster acerca del comportamiento.

Es una pena que no se pueda investigar la grabaci¨®n de la princesa Corinna porque all¨ª hay toda una lecci¨®n de estilo. La princesa hablaba, con voz aterciopelada, un espa?ol sedoso que contrasta con el tono tabernario de la actual ministra. Diciendo maric¨®n como si tal cosa. A ella la grabaron en un mes¨®n mientras que con Corinna sientes que ella sab¨ªa que la grababan en su sal¨®n. Quiz¨¢s otro m¨¢ster para el futuro: ¡°Qu¨¦ diferencia a una princesa de una ministra¡±.?

Otro cruce de palabras gruesas: el rifirrafe entre las cantantes Mal¨² y Amaia Montero. Mal¨² quiso aparentemente defender, y ofendi¨® a Amaia, de los comentarios que recibe por su f¨ªsico y termin¨®, seg¨²n los hashtag de Montero, ¡°llam¨¢ndome gorda¡±. Todo est¨¢ muy excitado con esto en las redes. Es lo que en las teleseries llam¨¢bamos ¡°pelea de gatas¡±, escenas de tirones de pelos y cachetadas entre mujeres. Me sientan igual de mal que me llamen maric¨®n y, sin embargo, tuve que escribirlas y mis jefes me dec¨ªan: ¡°Las escribes genial¡±. Yo creo que Amaia y Mal¨² deber¨ªan aprovechar y dar un concierto juntas. Y titularlo ¡°Cuesti¨®n de peso¡±.

Mientras todo esto pasaba en Espa?a, Pedro S¨¢nchez y Justin Trudeau sal¨ªan juntos en Canad¨¢. Parec¨ªan una deliciosa pareja de influencers. S¨¢nchez m¨¢s viril y latino y Trudeau con ese poquito de amaneramiento propio de los pijos norteamericanos. Pero ambos delgados y guapos. Cuando se sentaron, me encant¨® descubrir que Justin llevara calcetines tan atrevidos como los m¨ªos. Justin Trudeau es hijo de Margaret Trudeau, una de las princesas de Studio 54, la discoteca que democratiz¨® la noche. Su hijo ha heredado su belleza y esa capacidad de hacer de Canad¨¢ un sitio sexy donde sacas tu mejor yo.

En la cena de la revista Vanity Fair para entregar el premio al personaje del a?o, Salma Hayek, la elegida, cautiv¨® con un discurso donde agradeci¨® a Pen¨¦lope Cruz que juntas hayan ¡°evolucionado como actrices y tambi¨¦n como personas¡±. Cruz, a su lado, se emocion¨®. Es cierto, ambas han crecido en pos de sus ambiciones. Eso casi me hizo llorar lo que no llor¨¦ en la boda de Pelayo y Andy, que ten¨ªa hashtag Pelandy y a donde acud¨ª en un autob¨²s repleto de trendsetters e influencers. Al llegar a El Escorial, se produjo una conmoci¨®n cuando requisaron los m¨®viles de todas y todos. ?Quitarle el m¨®vil a un instagramer es una tortura cruel y un hachazo a la inmediatez digital! Un sorprendente regreso rentable y rom¨¢ntico al papel cuch¨¦.

Hubo nervios y sudor, por el calor y la espera a los novios que llegaron en helic¨®ptero acompa?ados de la banda sonora de Misi¨®n imposible. Disfrut¨¦ porque fue una boda reivindicativa, multitudinaria y chic al mismo tiempo. Y de que la actitud de #Pelandy fuera completamente distinta a la de Villarejo. No se graba, no se fotograf¨ªa, no se filtra y todo queda atado en una exclusiva de toda la vida. Sin insultos.