Creatividad

El fren¨¦tico ajetreo que convirti¨® la caseta de Tiro al Ministro en la principal atracci¨®n informativa de la semana pasada, le ha robado protagonismo a la iniciativa electoral m¨¢s posmoderna y creativa de los ¨²ltimos tiempos. Manuel Valls present¨® su candidatura a la alcald¨ªa de Barcelona, y vaya por delante que a m¨ª, como soy de Madrid, me parece muy bien. Es un caso raro, desde luego, casi tanto como el acento con el que habla catal¨¢n, pero soy partidaria de la ciudadan¨ªa universal. Me estaba preguntando si Rivera podr¨ªa decir lo mismo cuando ¨¦l mismo me desconcert¨® por partida doble. Primero, declarando que Ciudadanos es progresista. Despu¨¦s, adaptando a toda prisa a tan flamante orientaci¨®n un nuevo acto de la plataforma Espa?a Ciudadana, que ahora aspira, por lo visto, a robarle votos al PSOE entre el electorado de izquierdas alarmado por las concesiones del Gobierno al independentismo catal¨¢n. Que no se sepa cu¨¢les son exactamente esas concesiones, es lo de menos. Pero que el l¨ªder de un partido que se defini¨® no solo al margen, sino por encima de las ideolog¨ªas cl¨¢sicas, opte por aquella contra la que se ha posicionado abiertamente hasta ahora, para quedar bien con un pol¨ªtico franc¨¦s ¡ªaunque Valls naciera en Barcelona, ning¨²n pol¨ªtico espa?ol ser¨ªa tan ingenuo como para aspirar a atraer al PP y al PSC a una lista encabezada por ¨¦l¡ª, cuya candidatura apoya mientras va por el mundo envuelto en una bandera de Espa?a, supera las capacidades de mi entendimiento. No le pido a Rivera que se defina con m¨¢s precisi¨®n porque temo que mi desconcierto pueda empeorar. Pero me pregunto con qu¨¦ cara se habr¨¢n quedado todos esos hombres y mujeres con accesorios rojigualdos que aplaud¨ªan a rabiar el himno de Marta S¨¢nchez.