El bucle americano
¡°M¨¦todos econ¨®micos¡± es el argumento de Maduro para justificar una crisis nacional de la que es principal responsable
La historia se repite en Am¨¦rica Latina desde que en 1959 triunfase la Revoluci¨®n Cubana, Fidel Castro se hiciera con el poder y en Washington tuvieran que decantarse entre apoyar a los nuevos gobernantes de la isla o combatirlos. Como casi siempre ocurre en Estados Unidos, se impusieron los halcones y comenz¨® el asedio a Cuba. Ante la posibilidad de que se convirtiese en asalto, Castro se refugi¨® en los brazos del principal rival de Estados Unidos, que en aquel tiempo era la Uni¨®n Sovi¨¦tica. No tuvo otra alternativa.
Independientemente del debate sobre la incompatibilidad de revoluci¨®n y democracia, la regi¨®n asiste a una reposici¨®n hist¨®rica con diferentes actores. El papel de gal¨¢n sigue en manos del imperio, como en la Am¨¦rica Latina insurrecta se identifica a Estados Unidos. Los otros actores, con papeles importantes, pero no protag¨®nicos, corresponden a la Venezuela desobediente y a China, la potencia emergente no solo en Asia, sino tambi¨¦n en ?frica y Latinoam¨¦rica.
Estados Unidos ha demostrado que se le atragant¨® la revoluci¨®n que el carism¨¢tico Hugo Ch¨¢vez se sac¨® de la manga y sirvi¨® para encandilar, no sin motivos, a buena parte de las Am¨¦ricas, del r¨ªo Grande hacia abajo. Y cuando a Estados Unidos se le atraganta algo, lanza dentelladas al cuello. Lo reconoci¨® Barack Obama, el 16 de febrero de 2016, en una entrevista con el portal Vox: ¡°Tenemos el Ej¨¦rcito m¨¢s fuerte del mundo y en ocasiones tenemos que torcer el brazo a los pa¨ªses que no quieren hacer lo que queremos, a trav¨¦s de m¨¦todos econ¨®micos, diplom¨¢ticos y, a veces, militares¡±.
¡°M¨¦todos econ¨®micos¡± es un eufemismo de guerra econ¨®mica, el argumento de Nicol¨¢s Maduro para justificar una crisis nacional de la que es principal responsable. Pero el cerco financiero de Washington tambi¨¦n es determinante, pues le pone de rodillas al impedirle el acceso a la banca internacional para operaciones de compraventa de casi todo, desde comida y medicinas hasta repuestos o materias primas para el fam¨¦lico tejido industrial del pa¨ªs sudamericano, que sobrevive boqueando.
China, uno de los escasos actores internacionales que puede plantar cara a Estados Unidos, est¨¢ impidiendo el colapso con cr¨¦ditos e inversiones que mantienen el barco bolivariano a flote aunque con enormes v¨ªas de agua. El achique es casi imposible sin las reformas estructurales exigidas por un sistema parasitario de los ingresos petroleros.
Un economista que simpatiz¨® con el chavismo, Manuel Sutherland, radiografi¨® la situaci¨®n: Venezuela est¨¢ generando una gran dependencia del gigante asi¨¢tico porque no tiene otra elecci¨®n ante las sanciones de Donald Trump, el cierre de alternativas en los mercados de deuda y las condiciones leoninas de los prestamistas.
Venezuela se refugia en China, como Cuba hizo con Mosc¨². ?Hasta d¨®nde llega la vinculaci¨®n financiera de Caracas con su protector? No hay certezas, pero Sutherland la calcula en unos 28.000 millones de d¨®lares (24.200 millones de euros), que no parecen muchos, pero que pueden crecer con rapidez dadas las circunstancias numantinas por las que atraviesa el pa¨ªs.
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