Mujeres versus ¡®o coiso¡¯

Las explosivas elecciones de Brasil, que tendr¨¢n lugar el domingo, confirman dos novedades: Internet es la tribuna m¨¢s decisiva para los candidatos, como ya indic¨® la victoria de Donald Trump en EE UU, y las mujeres se han convertido en la gran fuerza pol¨ªtica suprapartidaria. El 29 de septiembre, organizaron por las redes sociales la mayor manifestaci¨®n femenina de la historia de Brasil. Es la primera vez que un acto durante la campa?a no es a favor de un candidato o de unas ideas, sino contra un candidato y las ideas que representa. Votar en contra, m¨¢s que votar a favor, es tambi¨¦n la marca de estas elecciones. El fen¨®meno se hace eco de la cultura de Internet.

La fuerza del candidato de extrema derecha proviene de la campa?a realizada por sus seguidores en las redes sociales: Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal, encabeza los sondeos, aun teniendo menos de 10 segundos de televisi¨®n por d¨ªa. Tambi¨¦n por las redes, mujeres aut¨®nomas organizaron la mayor manifestaci¨®n de estas elecciones. Con el hashtag #EleN?o, cientos de miles de personas ocuparon las calles de m¨¢s de 100 ciudades de Brasil y del mundo para protestar contra el que llaman desto, porque defiende el racismo, la homofobia, la misoginia, la tortura y la intervenci¨®n militar. Incluso Madonna se manifest¨® contra Bolsonaro en sus redes.

Por la extensi¨®n que ocupaba la multitud en las calles de S?o Paulo, se puede afirmar que es la mayor manifestaci¨®n realizada en el pa¨ªs desde 2016. Pero, curiosamente, nunca se sabr¨¢ el tama?o real de la protesta hist¨®rica. La Polic¨ªa Militar, que siempre hace estimaciones de asistencia, se neg¨® a hacerlas. Las intervenciones de los grupos de polic¨ªas en las redes sociales muestran que el gremio es mayoritariamente pro-Bolsonaro.

As¨ª, la manifestaci¨®n de las mujeres contra Bolsonaro, del s¨¢bado, visiblemente mucho mayor, solo se puede comparar con la de los seguidores de Bolsonaro, realizada el domingo en S?o Paulo, mediante fotograf¨ªas. Sorprendidos por la fuerza de la oposici¨®n en las calles, los seguidores de Bolsonaro se aprovecharon de esta fragilidad para crear una nueva modalidad de fake news. Como se utilizan verificadores de hechos para indagar la veracidad de las noticias, crearon un falso verificador, un fake fact-checking. Y difundieron en Internet que las fotos leg¨ªtimas de la manifestaci¨®n eran fotos del Carnaval de 2017. Como Internet es el reino de los creyentes, con o sin religi¨®n, tuvieron ¨¦xito.

Es la primera vez que el voto de las mujeres es tan diferente del de los hombres: de cada tres electores de Bolsonaro, solo uno es mujer. Entre ellas, el 52% afirma que jam¨¢s lo votar¨ªa. Pero son las m¨¢s pobres, la mayor¨ªa negras, las que m¨¢s rechazan al desto y deben definir las elecciones, otra tremenda novedad.

La manifestaci¨®n organizada por las mujeres, adem¨¢s de ser la mayor de la historia, conquist¨® algo m¨¢s: puso en la calle a gente de diferentes partidos y gente sin ning¨²n partido; gente de todos los colores y orientaciones sexuales y de todas las edades. Uni¨® hasta hinchas de equipos rivales. Aunque la mayor¨ªa estaba vinculada a ideas de izquierda, esta uni¨®n de diferentes era imposible desde las protestas de 2013, cuando los partidos fueron expulsados de las calles. Todos contra Bolsonaro, el adversario com¨²n. Si los votos de la primera vuelta confirman los sondeos y llevan a la segunda vuelta a Bolsonaro, que concentra el voto de los anti-PT, y a Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores, PT), el candidato de Lula, las elecciones del contra adquirir¨¢n contornos todav¨ªa m¨¢s afilados.

Traducci¨®n: Meritxell Almarza.