?rboles en crisis

Debe de haber una epidemia de ¨¢rboles enfermos en la calle donde vivo, porque quedan pocos en pie. El que yo contemplaba feliz desde mis ventanas, ya no est¨¢. Lo abatieron, como especifican en sus informes. El tronco cortado mostraba una mancha oscura y hueca. Pero tambi¨¦n vi otros troncos seccionados con la madera intacta. Algo incomprensible. Por un lado, las autoridades organizan campa?as para que plantemos ¨¢rboles, para que nos arboricemos, y, sin embargo, van eliminando de las aceras hermosos ejemplares que han crecido durante a?os sin problemas. Nadie los revis¨® cuando empezaron a enfermar, ni trataron sus s¨ªntomas a tiempo. Los dejaron consumirse con algunas ramas desnudas donde ya no crec¨ªan hojas. Pero eran solo un par de ramas, algunas de ellas quebradas por el viento. Nadie vino a podarlas, aun sabiendo el peligro para los transe¨²ntes. Aguantaron as¨ª durante, al menos, un par de a?os. El mal avanzaba por los ¨¢rboles indefensos hasta que, seg¨²n parece, ya era irremediable. Cuando reclamo, me responden con evasivas, con partidas presupuestarias para el a?o pr¨®ximo¡­ Palabras¡­ palabras, en lugar de ¨¢rboles¡­ ¨¢rboles.

Susana Benet. Valencia