La boda de Fernando Fitz-James Stuart y Sof¨ªa Palazuelo, entre la tradici¨®n y la modernidad
Quienes est¨¢n llamados a ser alg¨²n d¨ªa duques de Alba re¨²nen en el palacio de Liria a personalidades de la vida social y de la Casa del Rey, representada por la reina Sof¨ªa
Fernando Fitz-James Stuart, de 28 a?os, se ha casado este s¨¢bado con Sof¨ªa Palazuelo tras cinco a?os de relaci¨®n. El actual duque de Hu¨¦scar y heredero de la Casa de Alba y su ya esposa han congregado a 400 invitados en el palacio de Liria de Madrid, la propiedad m¨¢s emblem¨¢tica del ingente patrimonio familiar. Entre los asistentes, personalidades de la vida social y empresarial espa?ola y de la Casa del Rey, representada por la reina Sof¨ªa.
La ceremonia se ha oficiado no en la capilla del palacio, sino en los impresionantes jardines que rodean la mansi¨®n. El novio ha acudido al altar del brazo de su madre y madrina, Matilde Sol¨ªs. Vest¨ªa para la ocasi¨®n un traje muy especial: el uniforme de gala de maestrante, el mismo con el que su padre se cas¨® hace 30 a?os con su madre en la catedral de Sevilla. La novia, considerada como una de las j¨®venes espa?olas m¨¢s elegantes, escogi¨® un traje muy sencillo realizado por su t¨ªa, la dise?adora Teresa Palazuelo.
Sof¨ªa Palazuelo prescindi¨® del velo y decidi¨® no usar ninguna de las tiaras de la Casa de Alba como es tradici¨®n. Recogi¨® su melena en un sencillo mo?o bajo con un tocado de flores, lo que dio al conjunto un aire de modernidad.
El padre ?ngel ha oficiado la ceremonia, junto al sacerdote Ignacio Jim¨¦nez S¨¢nchez-Dalp, quien fuera confesor de la fallecida duquesa de Alba. Los novios han optado por una decoraci¨®n floral muy sencilla en tonos verdes y blancos. Los medios de comunicaci¨®n no han tenido acceso al enlace, pero s¨ª han podido ver entrar al palacio a los invitados. La revista ?Hola! se ha hecho con la exclusiva.
Fernando Fitz-James Stuart y Sol¨ªs tuvo una infancia no del todo feliz. Sus padres se separaron siendo todav¨ªa un ni?o. Su madre, Matilde Sol¨ªs, sufri¨® una gran depresi¨®n que, como ella misma ha desvelado, le llev¨® a intentar suicidarse. Pero la proximidad con su madre no ha impedido al actual duque de Hu¨¦scar, t¨ªtulo que hered¨® cuando su padre se convirti¨® en jefe de la Casa de Alba, estar tambi¨¦n muy unido a su progenitor. A sus 28 a?os, Fernando parece un heredero dise?ado para el papel que le va a tocar desempe?ar: discreto, amante de la familia, buen gestor y experto en arte.
Estudi¨® en el colegio Nuestra Se?ora de los Rosales. Luego se decidi¨® por el Derecho y el M¨¢rketing, materias que complement¨® con dos m¨¢steres. Mientras cursaba uno de ellos, en el College for International Studies, conoci¨® a su esposa, Sof¨ªa Palazuelo. Pero adem¨¢s de esta s¨®lida formaci¨®n, el joven duque es un gran amante del arte, un valor necesario para alg¨²n d¨ªa poder gestionar el valioso patrimonio de los Alba. Quiz¨¢ por ello, el regalo de boda que ha recibido de su padre ha sido un lienzo de Renoir, Busto de mujer con sombrero de cerezas, que su abuela Cayetana compr¨® en Londres en 1973.
Su afici¨®n por el arte fue una de las cosas que le uni¨® a Sof¨ªa Palazuelo quien, tras licenciarse en M¨¢rketing y Comunicaci¨®n en el Emerson College y cursar parte de la carrera en Estados Unidos, se dedica a este mundo de manera profesional trabajando con su madre en Around Art, una empresa que se dedica a proporcionar experiencias art¨ªsticas en colecciones particulares o en museos a puerta cerrada, entre otras actividades.
Como heredero de los Alba, Fernando trabajar¨¢ en los asuntos de la familia. Ayuda a su padre en Euroexplotaciones Agrarias, una de las empresas dedicadas a gestionar sus terrenos. Con su esposa vivir¨¢ en uno de los apartamentos de la familia pr¨®ximos al palacio de Liria.
De su abuela, Fernando Fitz-James Stuart no ha heredado el car¨¢cter abierto y jovial, pero s¨ª algunas de sus costumbres, como escaparse a Sevilla siempre que puede. All¨ª vive tambi¨¦n su familia materna, los Sol¨ªs, toda una instituci¨®n en la ciudad. Por ello, cuando la duquesa de Alba hizo el reparto de sus bienes quiso que el palacio de las Due?as fuera para ¨¦l. "Es tan sevillano como yo y ya que ser¨¢ jefe de esta casa un d¨ªa, sabr¨¢ cuidarlo como nadie", argument¨® la duquesa para explicar tal deferencia ante sus otros nietos.
Antes de la ceremonia, Carlos Falc¨®, uno de los invitados, recordaba a la duquesa de Alba y resaltaba c¨®mo a la arist¨®crata le hubiera gustado presenciar la boda de su nieto, el que est¨¢ llamado a ser alg¨²n d¨ªa duque de Alba. ?l y su ahora esposa ser¨¢n los depositarios alg¨²n d¨ªa de la gesti¨®n de la Casa de Alba, propietaria de un ingente patrimonio.
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