La semana triunfal del trumpismo

El caos tambi¨¦n paga. Esa Casa Blanca tumultuaria, acosada por el fiscal especial Mueller y dirigida desde la imprevisible cuenta presidencial de Twitter, va a conseguir a pocas semanas de las elecciones de mitad de mandato dos ¨¦xitos deslumbrantes. El primero es el acuerdo comercial con M¨¦xico y Canad¨¢ que sustituye al maldito NAFTA, ¡°el peor tratado comercial de la historia¡±, que Trump prometi¨® destruir en su campa?a presidencial. El segundo es la designaci¨®n, en la votaci¨®n prevista para ayer por la noche en el Senado, del juez Brett Kavanaugh, de 53 a?os, como uno de los nueve magistrados vitalicios del Supremo, de forma que la m¨¢xima instituci¨®n judicial de EE?UU quedar¨¢ hipotecada en su sesgo conservador para una entera generaci¨®n.

Cada uno de los dos ¨¦xitos llega con trampa y consecuencias inciertas. El nuevo tratado de impronunciables siglas USMCA (United States Mexico Canada Agreement) satisface a su progenitor ante todo en el nombre, puesto que su contenido hubiera sido perfectamente compatible con una mera reforma del NAFTA. El nuevo magistrado del Supremo ser¨¢ el segundo nombrado por Trump, despu¨¦s de que la mayor¨ªa republicana en el Senado impidiera durante dos a?os la nominaci¨®n por parte de Obama de un juez moderado para llenar una vacante por fallecimiento. Por primera vez en la historia, cuatro magistrados habr¨¢n sido nombrados por sendos presidentes republicanos que llegaron a la Casa Blanca sin mayor¨ªa de votos populares (Bush y Trump) y ratificados por una mayor¨ªa de senadores republicanos que tampoco representan a la mayor¨ªa de votantes.

Destacan en el nuevo USMCA las medidas proteccionistas para la industria del autom¨®vil estadounidense y, sobre todo, las heridas que deja la brutalidad de la Casa Blanca en su trato con Canad¨¢, a sumar a la rudeza con M¨¦xico a prop¨®sito del muro. El accidentado nombramiento de Kavanaugh tambi¨¦n dejar¨¢ otras heridas, estas en la sociedad estadounidense, especialmente entre las mujeres y con vistas a las elecciones de noviembre.

Cierto que Trump llegar¨¢ a la jornada electoral del 6 de noviembre con las espaldas judiciales m¨¢s cubiertas y con el triunfo proteccionista tan apreciado entre sus votantes, adem¨¢s de la cifra m¨¢s baja del paro de las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas, pero nada est¨¢ escrito sobre lo que pueda suceder en los d¨ªas que quedan hasta entonces, especialmente para una presidencia tan err¨¢tica e incompetente, capaz de dispararse en el pie despu¨¦s de haber obtenido los dos triunfos m¨¢s resonantes de su mandato.