Un balance del cierre nuclear

Volvamos brevemente a la encrucijada nuclear propia de la transici¨®n ecol¨®gica anunciada. El dictum oficial ha decidido la supresi¨®n de toda la electricidad nuclear espa?ola, equivalente a 7.117 megavatios. Un Gobierno puede, en el uso de sus funciones, tomar las decisiones que considere m¨¢s oportunas para defender el bienestar de los ciudadanos y prevenir los inconvenientes de la fortuna. Faltar¨ªa m¨¢s. Pero est¨¢ obligado a explicar cu¨¢l es el balance de las decisiones que adopta. Enti¨¦ndase, el balance, no la relaci¨®n de efectos ben¨¦ficos que se dan por descontados. Si este Gobierno, u otro, est¨¢ decidido a cerrar las plantas nucleares, que lo haga; pero no sin antes explicar ¡°todas¡± las consecuencias, que en este caso se manifiestan en los precios.

La comisi¨®n de expertos encargada por el Gobierno anterior de iluminar la transici¨®n energ¨¦tica evalu¨® el coste para el sistema de suprimir la energ¨ªa nuclear en unos 3.000 millones. El sistema son los consumidores. Abstracci¨®n hecha de la p¨¦sima gesti¨®n energ¨¦tica de los Gobiernos de Rajoy, las conclusiones del informe en este punto concreto tienen alg¨²n fundamento. La producci¨®n nuclear es, junto con la hidroel¨¦ctrica, la de menor coste variable. Como las nucleares est¨¢n en permanente operaci¨®n, el bajo coste variable de su kilovatio est¨¢ en la base de todas las ofertas para formar los precios cada hora. A las el¨¦ctricas les interesa casar su oferta nuclear porque no pueden parar las plantas. Cuando desaparezca la producci¨®n nuclear, los precios ya no podr¨¢n formarse hora a hora con un mix en el que participe uno de los dos costes variables m¨¢s bajos. Sustituir la nuclear con renovables es una idea, salvo que el viento y el sol son fuentes intermitentes; su disponibilidad es aleatoria. Sin nuclear, la energ¨ªa de respaldo sustitutiva natural es la producci¨®n de ciclos combinados, m¨¢s cara.

De la cortes¨ªa del Gobierno que cierre la producci¨®n nuclear se espera que adem¨¢s de enunciar las razones de la liquidaci¨®n ¡ªcoste oculto del tratamiento de residuos, gran inversi¨®n para prolongar la vida ¨²til, riesgo radiol¨®gico¡ª aclare los costes de la decisi¨®n. Para que los ciudadanos ¡ªlos que pagan el recibo¡ª tengan una idea del resultado neto y tambi¨¦n para que sean conscientes de qui¨¦n paga la factura de la transici¨®n energ¨¦tica, necesaria sin duda, pero nada barata.