Ryan Lochte: c¨®mo el nadador favorito del mundo cay¨® en desgracia
Guapo, encantador, gran deportista y tambi¨¦n cabeza hueca: se gan¨® al mundo, pero hoy se enfrenta a una imagen que ha saltado por los aires
Hay un momento capital en el que una estrella del deporte se convierte en una estrella, a secas: cuando aquellos que no siguen con inter¨¦s especial ninguna competici¨®n deportiva empiezan a conocer una cara y un nombre. Para Ryan Lochte (Nueva York, 1984) ese momento lleg¨® en 2012. El nadador estadounidense desbancaba al h¨¦roe americano Michael Phelps y se proclamaba h¨¦roe mundial con 12 medallas ol¨ªmpicas. Si Phelps era un tipo de f¨ªsico extra?o, m¨¢s una m¨¢quina que un ser humano, Lochte era guapo, simp¨¢tico, inocente, p¨ªcaro. Lochte era el nuevo novio de Am¨¦rica. Del mundo.
Hoy, Lochte atraviesa su peor ¨¦poca. Este verano fue suspendido de competir durante 14 meses por dopaje. El pasado fin de semana confesaba estar buscando tratamiento para sus problemas con el alcohol y este lunes sufr¨ªa un accidente de coche tras estrellar su Porsche contra otro coche horas despu¨¦s, seg¨²n TMZ, de romper una puerta de un hotel en estado de embriaguez.
"Ryan ha estado luchando contra la adicci¨®n al alcohol desde hace muchos a?os y desafortunadamente se ha convertido en un h¨¢bito destructivo para s¨ª mismo. Ha reconocido que necesita ayuda profesional para superarlo" Jeff Ostrow, abogado de Lochte
Este bache llega justo diez a?os despu¨¦s de que el mundo lo conociese por primera vez. En 2008 consegu¨ªa su primera medalla de oro individual en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn. En 2010 era nombrado Nadador Mundial del A?o y en 2012 derrotaba a su compa?ero y amigo, Michael Phelps. Fue ah¨ª cuando se hizo c¨¦lebre.
Si en Pek¨ªn luc¨ªa un peinado largo con rizos m¨¢s propio de un querub¨ªn, en 2012 un nuevo corte de pelo le hab¨ªa parecer un gal¨¢n de cine. Lochte triunfaba en el agua, ganaba medallas y, al salir, gui?aba el ojo a los seguidores, sonre¨ªa p¨ªcaro a las c¨¢maras y regalaba al mundo su propia expresi¨®n: una especie de ¡°yeaaah¡±, pero mucho m¨¢s corto y seco, m¨¢s bien un ¡°yiiiia¡±, que en espa?ol se pronuncia ¡°ch¨ªa¡±, como las semillas. La expresi¨®n se hizo tan famosa que intent¨® registrarla. No lo consigui¨®.?
Lochte, cuyo padre era entrenador de nataci¨®n y nada desde los cinco a?os,?tambi¨¦n interes¨® a Estados Unidos cuando el p¨²blico se dio cuenta de que vest¨ªa mal. Ayudar a un buen chico afectado por las malas elecciones estil¨ªsticas es la actividad favorita de la industria de la moda. Las galer¨ªas de sus fotos con estilismos desafortunados (camiseta blanca m¨¢s corbata, traje blanco tipo crooner?latino, ba?adores de colores desconocidos, pa?uelos palestinos) arrasaban en clics. Y ¨¦l se convert¨ªa en el cuarto hombre en aparecer en la portada de Vogue USA.
Lochte era el novio que las chicas quer¨ªan desnudar y el hijo al que las madres de Am¨¦rica quer¨ªan vestir. "Con sus centelleantes ojos azules, su nariz aguile?a y su sonrisa con hoyuelos¡±, escribi¨® sobre ¨¦l The New York Times, ¡°el Sr. Lochte, de 27 a?os, est¨¢ preparado para ser una superestrella ol¨ªmpica y llevarse millones en patrocinios a la altura de sus logros atl¨¦ticos". Al final de aquel verano de 2012, ya aparec¨ªa en anuncios de las bebidas Gatorade, de las maquinillas Gillette y los autom¨®viles Nissan.
En aquel mismo reportaje ya se dejaba claro que Lochte era un tipo que emanaba ese humor involuntario y tierno que el p¨²blico adora. ¡°El sue?o de Ryan Lochte es ser dise?ador de ropa. ¡®Quiero ser diferente y la moda me da la oportunidad de serlo¡¯, dice¡±. Y despu¨¦s el diario describe lo que lleva puesto mientras suelta esas palabras: ¡°Unas bermudas flojas de baloncesto, una camiseta en la que se lee ¡®B¨²scame en Google¡¯ y unas chanclas de Dolce & Gabbana¡±. Rabiosamente guapo, encantador sin esfuerzo y no demasiado listo. Sin embargo, en vez de enfadarse cuando en el programa de humor Saturday Night Live fue parodiado como un est¨²pido que apenas sab¨ªa hablar, ¨¦l encontr¨® encantador el n¨²mero c¨®mico y dijo que ser¨ªa feliz si pudiese aparecer en el programa. Ryan era, sin rodeos, el capullo m¨¢s encantador de Am¨¦rica.
La agencia de modelos Ford empez¨® a representarlo y la televisi¨®n no tard¨® en llamar a su puerta, consciente de que ese perfil y su carisma involuntario (¡°soy un vago para todo excepto para hacer deporte¡±, sol¨ªa decir) pod¨ªan dar mucho m¨¢s de s¨ª. El programa documental por entregas What Would Ryan Lochte Do? ("?Qu¨¦ har¨ªa Ryan Lochte?"),?emitido en 2013, dej¨® a los espectadores noqueados: en ¨¦l, el campe¨®n ol¨ªmpico repet¨ªa todo el rato bromas absurdas, daba cientos de patadas al diccionario, ten¨ªa citas con diferentes chicas a las que siempre llevaba a la misma mesa del mismo restaurante a comer el mismo sushi, era incapaz de recordar cu¨¢ntas medallas ol¨ªmpicas hab¨ªa ganado y a menudo interrump¨ªa sus frases porque se quedaba ¡°en blanco¡±.?
El programa dur¨® cinco semanas en antena antes de ser cancelado. ¡°?Qu¨¦ har¨ªa Ryan Lochte?¡±. Era una pregunta cuya respuesta nadie quer¨ªa saber. O, lo que es peor, una cuya respuesta todo el mundo conoc¨ªa ya. Pero Lochte ya era un hombre popular y millonario para aquel entonces. El fracaso de su programa era una nader¨ªa en medio de sus ¨¦xitos continuados en la piscina. Ese mismo a?o (2013), en Barcelona, se convirti¨® en el primer nadador en ganar cinco oros seguidos en un Mundial de Nataci¨®n.
Las esperanzas estaban puestas en ¨¦l cuando llegaron los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo en 2016. Pero lo que ocurri¨® fuera del agua hizo sombra a sus haza?as dentro de ella (fue medalla de oro en los relevos 4x200 metros libres). El 15 de agosto de 2016 supimos que Lochte y otros tres nadadores estadounidenses hab¨ªan sido atracados a punto de pistola "por un grupo armado que fing¨ªa ser parte de la Polic¨ªa" cuando volv¨ªan de una fiesta. Lochte abandon¨® el pa¨ªs y volvi¨® a los Estados Unidos el d¨ªa 16.
El d¨ªa 17 el testimonio del grupo se empez¨® a poner en duda y la polic¨ªa de R¨ªo de Janeiro irrumpi¨® en la Villa Ol¨ªmpica para hacerse con los pasaportes de los nadadores y as¨ª impedirles salir del pa¨ªs hasta que explicasen las contradicciones que exist¨ªan en su versi¨®n de los hechos. Por ejemplo, el peri¨®dico Daily Mail difundi¨® un v¨ªdeo en el que se ve¨ªa a los nadadores llegar a la Villa Ol¨ªmpica a las siete de la ma?ana, tres horas despu¨¦s del supuesto atraco, llevando algunos de los elementos que ellos afirmaban que se hab¨ªan llevado los atracadores, como sus relojes.
El d¨ªa 19, la polic¨ªa brasile?a ya ten¨ªa la versi¨®n real de lo ocurrido. Los cuatro nadadores, volviendo de una fiesta tras haber bebido mucho alcohol, hab¨ªan parado en una gasolinera para orinar y, exaltados, hab¨ªan destrozado parte del mobiliario de los cuartos de ba?o. Los trabajadores de seguridad de la gasolinera los obligaron a quedarse hasta que llegasen las autoridades pistola en mano. Ryan cont¨® una historia un poco diferente de su madre por tel¨¦fono muy pocas horas despu¨¦s, antes de irse a dormir: que hab¨ªan sido atracados. La se?ora Lochte se lo cont¨® a los periodistas. Y as¨ª, mientras Lochte y sus amigos dorm¨ªan la borrachera, la noticia falsa dio la vuelta al mundo.
El 20 de agosto Lochte neg¨® la versi¨®n en una entrevista televisiva. No aceptar¨ªa que hab¨ªa mentido hasta el 30 de agosto. Y admitir¨ªa, tambi¨¦n, que estaba borracho en su primera declaraci¨®n. El problema del alcohol empezaba a ser inevitable. Lochte acabar¨ªa admitiendo que hab¨ªa estado borracho durante casi todas las escenas rodadas en su infame reality tres a?os antes. Mientras tanto, marcas como los ba?adores Speedo o Ralph Lauren rompieron con ¨¦l sus contratos.
Lochte hab¨ªa pasado de ser un nuevo h¨¦roe para Am¨¦rica, el chico inocente y atractivo que representaba a millones de bros (el t¨¦rmino que define al chico deportista y atractivo, pero de cabeza hueca), a un chiste internacional que hab¨ªa estado a punto de causar un conflicto diplom¨¢tico.?
Lochte fue sancionado con diez meses sin competir. Su participaci¨®n en la versi¨®n estadounidense de Bailando con las estrellas (de la que fue eliminado en la octava semana) y su compromiso con Kayla Rae Reid (exmodelo de Playboy con la que tuvo un hijo el pasado verano y con la que se cas¨® este pasado enero) intentaron desviar la atenci¨®n y devolver a Ryan a ese papel de muchacho simp¨¢tico e inocent¨®n.
En su 'reality show', Ryan Lochte?repet¨ªa todo el rato bromas absurdas, daba cientos de patadas al diccionario, ten¨ªa citas con diferentes chicas a las que siempre llevaba a la misma mesa del mismo restaurante a comer el mismo sushi, era incapaz de recordar cu¨¢ntas medallas ol¨ªmpicas hab¨ªa ganado
No funcion¨®. Este mismo verano fue sancionado una vez m¨¢s por la?Agencia Estadounidense Antidopaje tras recibir una inyecci¨®n intravenosa prohibida. No podr¨¢ volver a competir hasta junio de 2019. Y este fin de semana el portal TMZ informaba de que Lochte hab¨ªa causado de nuevo problemas en un hotel de California al destrozar una puerta en estado de embriaguez. El abogado del campe¨®n ol¨ªmpico, Jeff Ostrow, declar¨® a TMZ: "Ryan ha estado luchando contra la adicci¨®n al alcohol desde hace muchos a?os y desafortunadamente se ha convertido en un h¨¢bito destructivo para s¨ª mismo. Ha reconocido que necesita ayuda profesional para superarlo". Este mismo lunes la misma web ofrec¨ªa otra exclusiva sobre el nadador: que hab¨ªa tenido un accidente cuando su Porsche colision¨® con otro coche en una autopista de Florida.?
Lochte, de 34 a?os, planea competir en los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio en 2020. Tendr¨¢ entonces 36 a?os. En una de las ¨²ltimas im¨¢genes que ha subido a Instagram, ya sin su caracter¨ªstica sonrisa p¨ªcara, posa serio junto a la frase: "Solo los fuertes sobreviven". No se sabe si se lo dice al mundo o a s¨ª mismo. Tal vez es solo un eslogan que ley¨® en una camiseta deportiva.?
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