R¨®mulo y Remo
Vox ser¨¢ tanto m¨¢s grande cuanto m¨¢s nos escandalice. El ¨¦xito de Trump y Salvini deriva precisamente de eso
Ha comenzado el debate por la hegemon¨ªa en la derecha espa?ola, animado ahora tambi¨¦n por la curiosa entrada en escena de Vox. Gracias en gran parte a los medios, este ¨²ltimo partido ha pasado de la insignificancia electoral a convertirse en un actor cuya funci¨®n se nos escapa. Parece destinado m¨¢s a ejercer de t¨¢bano de sus otros dos colegas del mismo espectro -para que no se ¡°ablanden¡±-, que a quitarles votos sustanciales. Carece de un liderazgo reconocible, algo que resulta casi imprescindible en todo partido populista, y su discurso expl¨ªcitamente nacionalista (espa?ol) se encuentra ya bien representado por el PP y Ciudadanos. Es posible que tenga un buen resultado en las Europeas, porque ah¨ª hay circunscripci¨®n nacional y se vota casi m¨¢s con las v¨ªsceras que con la cabeza, pero la experiencia nos dice que nuestro votante de derechas est¨¢ndar se deja guiar m¨¢s al final por su competencia con la izquierda que por impulsos primarios. Aunque tal y como est¨¢ la pol¨ªtica ya nadie se atreve a hacer predicciones.
Algo s¨ª est¨¢ claro, y es que Vox ser¨¢ tanto m¨¢s grande cuanto m¨¢s nos escandalice. El ¨¦xito de Trump y Salvini deriva precisamente de eso, de su constante aparici¨®n en los medios y de la masoquista exorcizaci¨®n de los personajes, que les dot¨® de una proyecci¨®n que jam¨¢s hubieran so?ado si no nos hubi¨¦ramos plegado a la cultura de la excitaci¨®n.
En congruencia con lo anterior, me voy a concentrar en nuestros dos verdaderos protagonistas, Rivera y Casado. Sobre sus espaldas recae la tit¨¢nica tarea de refundar el centro derecha espa?ol, escindido ahora en dos mitades especulares. Ocupan m¨¢s o menos el mismo espectro ideol¨®gico, despu¨¦s de su acompasado y simult¨¢neo giro a la derecha. Y son l¨ªderes con muy similar perfil personal, casi indistinguibles entre s¨ª, como dos gemelos. El mismo estilo aseado, la juventud, la sonrisa f¨¢cil, el indiscutido liderazgo de su partido. Antes Ciudadanos al menos ten¨ªa la posibilidad de criticar al PP en el gobierno. Encontr¨¢ndose ahora ambos en la oposici¨®n y participando adem¨¢s de la misma fobia a nacionalistas/independentistas y a Podemos, sus cr¨ªticas a cada actuaci¨®n del Gobierno, Catalu?a o lo que sea, vienen a ser casi id¨¦nticas. A la hora de votar, el elector de derechas habr¨¢ de tirar una moneda al aire.
Son como R¨®mulo y Remo, su ciudad -la derecha unificada- s¨®lo puede nacer del parricidio, uno sobra. Dos partidos dentro del mismo espacio es suicida para ambos. A menos que alguno de ellos elija desplazarse hacia el centro, donde se supone que el caladero de votos es m¨¢s copioso. Pero puede que sea aqu¨ª donde est¨¦ la clave, ambos parecen haber decidido que el que gir¨¦ al centro, pierde. O sea, justo lo contrario de lo que hab¨ªa ocurrido hasta ahora. Y es una perfecta demostraci¨®n de los niveles de polarizaci¨®n que hemos alcanzado. Bajo estas condiciones, ?qui¨¦n necesita a Vox?
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