Un lamento hip¨®crita por la ¡®clase media¡¯

Sobrecoge la intensidad alcanzada por la onda expansiva del ¡°castigo fiscal a las clases medias¡±: en cuanto se conocieron las propuestas de subidas de impuestos pactadas por el Gobierno y Podemos en el marco presupuestario, una brigada de defensores de la ¡°clase media¡±, compuesta por pol¨ªticos ¡ªPP y Ciudadanos, en particular¡ª, analistas y economistas del flanco neoliberal han ocupado los p¨²lpitos para defender a ¡°la clase media¡±. El castigo hace referencia a la subida del tipo marginal del IRPF en dos puntos para el tramo de renta entre 130.000 y 300.000 euros y otros dos puntos en el tramo por encima de los 300.000 euros; y, por a?adidura, a los efectos que sobre las clases medias tendr¨¢ la subida del gas¨®leo o la tasa del 0,2% a la compra de acciones.

?Est¨¢ justificado el clamor en defensa de la supuestamente atacada y herida clase media? No demasiado. El 96% de los declarantes ingresa menos de 60.000 euros de renta al a?o; el 85% declara menos de 30.00 euros. Dif¨ªcilmente puede agitarse el espantajo de que la clase media real resultar¨¢ afectada por la subida del IRPF.

Si el argumento de los defensores de la clase media es que cualquier subida tributaria acabar¨¢ por repercutir sobre los salarios medios, hay que cambiar la naturaleza de la alarma. Pues s¨ª, la subida fiscal de los carburantes repercutir¨¢ sobre todos los conductores; y es posible que una tasa financiera tambi¨¦n se traslade en parte a las rentas medias. Ahora bien, la pregunta en ese caso es si en una econom¨ªa de mercado todo aumento fiscal debe trasladarse, sin mediaci¨®n alguna, al consumidor. Porque los mismos que claman contra los impuestos tambi¨¦n defienden que la sabidur¨ªa de la competencia presiona para bajar los precios. ?No podemos contar pues con la competencia entre agentes econ¨®micos para reducir los efectos de la subida tributaria?

El llanto por la subida fiscal es clich¨¦ ideol¨®gico, oportunismo pol¨ªtico o simple hipocres¨ªa. Elijan. El Estado democr¨¢tico tiene que recaudar lo que considere oportuno para ejecutar sus objetivos de pol¨ªtica econ¨®mica. D¨ªgase por su nombre: agitar una ofensiva contra los impuestos ¡ªe invocar recesiones, como si las recesiones pudieran fabricarse desde la Hacienda espa?ola¡ª es una maniobra para bajar el gasto social, liquidar la inversi¨®n p¨²blica y depreciar los servicios comunes.