Hispanidad
M¨¢s vale que Casado regrese a la historia, si quiere hasta la cr¨®nica moz¨¢rabe de 754 en busca de ra¨ªces, y mire al presente
En aquella academia plagada de nazis, la profesora de alem¨¢n abri¨® la conversaci¨®n: ¡°An welchem Tag ist das Rassenfest?¡± (?qu¨¦ d¨ªa es la Fiesta de la Raza?). Ante mi silencio, ella misma dio la respuesta: ¡°Am zw?lfte Oktober!¡±. El 12 de octubre. Quiz¨¢s desde entonces sent¨ª una profunda desconfianza ante esa fecha, impresi¨®n que se acentu¨® al conocer que el film autobiogr¨¢fico de Franco se titulaba Raza, y que la palabreja se hab¨ªa asociado a la de ¡°Hispanidad¡± hasta inspirar en 1943 la celebraci¨®n oficial del D¨ªa de la Hispanidad.
Y ah¨ª sigue, incluso habiendo sido confirmada en 1987 por un Gobierno socialista, pensando en la inminente celebraci¨®n del Quinto Centenario. M¨¢s hubiera valido pasar del 12-O al Dos de Mayo. El problema reside en que con su formulaci¨®n de 1926, la idea de Hispanidad incorpora una visi¨®n hagiogr¨¢fica de la conquista y el imperio hispano, lo cual choca con la realidad hist¨®rica.
Y sobre todo a partir de ah¨ª, desde Acci¨®n Espa?ola, Ramiro de Maeztu, en 1931 y frente a la Rep¨²blica, convierte la Hispanidad en supuesto de una visi¨®n de Espa?a que busca la satanizaci¨®n de aquella otra mitad de la sociedad y de la pol¨ªtica espa?olas que aspira a la democracia y a la justicia social, y que como Antiespa?a desempe?a el papel apocal¨ªptico del Anticristo. Estamos ante la base ideol¨®gica del levantamiento militar de Mola y de Franco, quien asumi¨® plenamente la idea.
Importa esto al haber convertido Pablo Casado al 12 de octubre en ocasi¨®n para afirmar rotundamente una idea de Espa?a donde la historia, convertida en mecanismo de exaltaci¨®n, pretende impulsar una movilizaci¨®n nacionalista contra el independentismo.
Y no faltaba m¨¢s, contra todo hispano que sin ser independentista, no suscriba su objetivo de enrocarse en torno a la mitolog¨ªa de intereses conservadores que el PP encarna. El laus Hispaniae de Casado responde a un inter¨¦s pol¨ªtico inmediato: la grandeza de la Hispanidad muestra la exigencia de defender la unidad de Espa?a amenazada.
El discurso consiguiente resulta inevitablemente hiperb¨®lico, al buscar la inscripci¨®n de cada componente de la epopeya/tragedia hispanoamericana en el Guinness de la historia mundial.
As¨ª las afirmaciones sobre ¡°el pueblo milenario y la naci¨®n centenaria¡±, la proyecci¨®n pluriforme sobre ¡°el nuevo mundo¡± y como apoteosis, ¡°la etapa m¨¢s importante de la historia de la humanidad¡±.
Al vaciar el relato de toda cr¨ªtica, la historia se convierte en tradici¨®n y recupera el uso del concepto de Hispanidad en los treinta. M¨¢s vale que Casado regrese a la historia, si quiere hasta la cr¨®nica moz¨¢rabe de 754 en busca de ra¨ªces, y mire al presente.
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