?Por qu¨¦ en una fiesta todos los invitados terminan en la cocina?
Desde que la arquitecta Margarete Sch¨¹tte-Lihotzky dise?ara el concepto de cocina actual en 1926, este espacio se ha convertido en el lugar m¨¢s deseado para rematar una celebraci¨®n en una casa
Ocho amigos acudieron a cenar a casa de Gen¨ªs Ca?abate (Girona, 1992) la pasada noche. Un men¨² vegano y varios motivos que celebrar por delante. Pero a las dos horas de comenzar el fest¨ªn, solo quedaban tres personas en la mesa. El resto, hab¨ªa escapado a la cocina. ¡°Empezaron pidiendo permiso para ir a fumar un pitillo y terminaron all¨ª tom¨¢ndose las copas¡±, cuenta este joven trabajador de una empresa de moda.
Lo que le pas¨® a Gen¨ªs es lo que ocurre en un alto porcentaje de los encuentros en una casa: la cocina termina siendo el punto final de reuni¨®n. En un piso medio de 70 metros cuadrados, la cocina ocupa unos 12, de los que cinco son dedicados a los electrodom¨¦sticos y muebles, seg¨²n la empresa de construcci¨®n Umacon. Teniendo en cuenta que en Catalu?a, por ejemplo, seg¨²n el Decreto de Habitabilidad de la Generalitat, una estancia de ese tama?o solo deber¨ªa estar ocupada por un m¨¢ximo de tres personas, algo roz¨® la alegalidad (temporalmente) en la cocina de Gen¨ªs para que cinco de sus invitados se instalaran all¨ª el resto del festejo. ?Qu¨¦ tiene esta estancia para que prefiramos estar hacinados all¨ª durante una cita con amigos? ?Por qu¨¦ la cocina tiene ese im¨¢n para rematar las fiestas dom¨¦sticas?
¡°La cocina es el lugar donde el hielo puede deshacerse, las botellas se guardan y terminan siempre manchadas; por su condici¨®n material de espacio h¨²medo de la casa, es donde se asume la informalidad que no tiene la estancia principal de una fiesta¡±, cuenta el arquitecto Mauro Gil-Fournier (Burgos, 1978). Esa relajaci¨®n que provoca el espacio, que permite los movimientos sin temor a ensuciar nada, ayuda a que los invitados se sientan m¨¢s c¨®modos entre el fregadero y la tostadora. ¡°Las confesiones, los roces, las conversaciones pueden darse con mucha m¨¢s facilidad aqu¨ª que en la propia fiesta, y se dan porque en la cocina buscamos sentirnos m¨¢s libres que en los espacios definidos para la fiesta¡±, remata Gil-Fournier.
El modelo de cocina que tienen la gran mayor¨ªa de los pisos contempor¨¢neos viene de 1926, de cuando la arquitecta austriaca Margarete Sch¨¹tte-Lihotzky dise?¨® un modelo de estancia alargada que permit¨ªa la eficiencia en el trabajo dom¨¦stico. La cocina Frankfurt, as¨ª se llamaba, fue una innovaci¨®n que facilitaba el trabajo de las amas de casa, pues inclu¨ªa una peque?a mesa con taburete donde sentarse, a modo de sala de estar. El tama?o se redujo y lleg¨® hasta lo que tenemos hoy: el lugar donde todo pasa en un casa.
Es una estancia que se lleva mal con el postureo, es el 'backstage', el reverso de la sociabilidad p¨²blica"
¡°En una fiesta, la cocina es, junto con el ba?o, los ¨²nicos lugares liberados de m¨²sica; es un espacio que facilita el comentario sobre lo que est¨¢ aconteciendo durante una cena en el comedor, es una suerte de fiesta-f¨®rum, donde recrearse en el comentario de las jugadas m¨¢s destacadas¡±, cuenta I?aki Mart¨ªnez de Alb¨¦niz (O?ati, 1967), profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. Siguiendo esta premisa, la cocina se convierte, incluso, en el lugar m¨¢s filos¨®fico de un hogar, a lo que este soci¨®logo a?ade que ¡°es una estancia que se lleva mal con el postureo, es el backstage, el reverso de la sociabilidad p¨²blica¡±.
La cocina es el lugar de una casa que m¨¢s ha mutado en el ¨²ltimo siglo. Hemos pasado de tenerla independiente a integrarla en el sal¨®n en su versi¨®n americana, tecnificarla con robots y diluirla en los espacios comunes y abiertos. Como a?ade el arquitecto Gil-Fournier: ¡°La cocina est¨¢ en crisis, las nuevas plataformas de comida a domicilio nos empujan a no cocinar, a tener el restaurante en casa; la cocina va a ser un espacio donde apenas vamos a pasar tiempo como antes; de esta manera, lo mejor ser¨¢ que las dise?emos como unos buenos lugares para la fiesta¡±.
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