La intensa vida de Michael Anastassiades: de profesor de yoga a dise?ador fetiche

Para Michael Anastassiades, ¡°mediterr¨¢neo no tiene por qu¨¦ significar salvaje¡±. Ni c¨¢lido, ni voluptuoso, ni soleado. Por el contrario, este chipriota de 51 a?os, afincado en Londres desde finales de los a?os ochenta, se ha hecho mundialmente conocido por unas l¨¢mparas de belleza sosegada e ingeniosa, casi al filo de lo imposible. Son objetos fruto de lo ¨²ltimo que se nos presupone a los medirionales: la disciplina.

¡°Cada uno lleva su cultura a su manera, y desarrolla su sensibilidad a su manera. En mi caso, la disciplina es algo que he elegido. Solo con ella puedes producir algo con sustancia. Si no, para qu¨¦ hacerlo¡±, afirma. ¡°Fui profesor de yoga durante 15 a?os y lo he practicado durante 20. Tambi¨¦n me gusta nadar, y hasta eso hay que hacerlo seriamente, porque si no es que no lo entiendes. Para m¨ª es un ejercicio de meditaci¨®n. Nado para meditar. Y eso es algo que aplico a la pr¨¢ctica del dise?o¡±.

Meditada, y un alarde de reduccionismo como conclusi¨®n final del proceso, es Ordinal, la mesa que ha dise?ado para Cassina. ¡°Es mi primer proyecto de mobiliario con un fabricante italiano. Ha sido interesante porque para m¨ª Cassina es una buena compa?¨ªa. Hist¨®rica. Y es estupendo que te inviten a formar parte de esa historia. Siempre me han fascinado todas esas piezas que miras a?o tras a?o y siguen siendo relevantes. La atemporalidad, y c¨®mo comunicarla en un objeto contempor¨¢neo, es una cualidad que persigo¡±.

Fue ¨¦l quien se dirigi¨® a Cassina con el proyecto: una mesa con las patas colocadas en los extremos e inclinadas a 45? respecto al sobre para conseguir el m¨¢ximo espacio para los comensales. ¡°Una mesa no es cualquier mueble. Es un lugar donde pensar, donde trabajar, donde comer, donde reunirse. Es algo profundo. En mi dise?o cada cosa es lo que es. No hay m¨¢s que sobre y patas, sin nada en medio¡±. Anastassiades es implacable: se refiere a una de las versiones de aspecto m¨¢s b¨¢sico de la mesa, la que tiene la superficie de roble natural y las patas de aluminio anodizado. ¡°Uso metal en mis l¨¢mparas con mucha frecuencia, pero de forma muy austera. Aplicarlo a la pata de una mesa, algo bastante contundente, era como darle sustancia¡±.

?Y por qu¨¦ Ordinal? ¡°Antes no pon¨ªa nombres a mis piezas. Cuando empec¨¦ ¨²nicamente dec¨ªa lo que eran: L¨¢mpara Cubo, Aplique Cubo. A veces incluso les pon¨ªa c¨®digos para no tener que bautizarlas. Pero de repente me empez¨® a divertir la idea de poner nombres y lo que esos nombres pueden sugerir. Una l¨¢mpara llamada Tip of the tongue (en la punta de la lengua) es una esfera a punto de caer. Ordinal viene de la colocaci¨®n de las patas, que es igual a la de las manillas en una br¨²jula [en ingl¨¦s, se llama puntos ordinales a Noreste, Noroeste, Sureste y Suroeste]¡±. Si uno no tiene ni dea de esto, la palabra tambi¨¦n funciona. ¡°Importa el sonido. Ordinal. Habr¨¢ quien piense que tiene que ver con lo ordinario, lo cotidiano. Y me gusta, porque al final es una mesa muy simple¡±.

La colaboraci¨®n con Cassina supone un verdadero rito de paso para un dise?ador que fund¨® su estudio, precisamente, porque el acceso a las grandes empresas del gremio le parec¨ªa misi¨®n imposible. ¡°Est¨¢ muy bien sentirte invitado a la fiesta, sobre todo porque durante a?os no lo estuve¡±, concede. ¡°Pero no me veo en mejor posici¨®n que antes. Es bueno tener acceso al conocimiento, a la cultura y a la historia de este tipo de fabricantes, y no tener que llegar a ello por ti mismo partiendo desde cero. Pero no significa que est¨¦s haciendo mejores productos que antes. Por alguna raz¨®n tienen un peso distinto, pero el enfoque es el mismo¡±.

El ¨¦xito de Anastassiades es palpable en toda una generaci¨®n de interiores p¨²blicos y privados que aspiran, ya sea a trav¨¦s de imitaciones o del original, al po¨¦tico equilibrismo de sus piezas. Un tipo de dise?o riguroso, pero muy decorativo, que ha crecido al calor del fen¨®meno del collectable design, el dise?o en edici¨®n limitada que se comercializa en galer¨ªas de arte y no en grandes almacenes. ¡°Para m¨ª el dise?o es el dise?o¡±, precisa el chipriota. ¡°Si alguien decide ponerlo en otro contexto¡­ Vale. Es una forma distinta de mirar a un producto, pero el producto no cambia. Yo no fabrico en ediciones limitadas. Lo que hago es caro porque hay muchos procesos de acabado manual, y trabajo a una escala tan peque?a que es dif¨ªcil alcanzar un precio competitivo. Pero creo en el dise?o democr¨¢tico, que est¨¦ disponible para quien lo quiera comprar¡±.

En Espa?a, Anastassiades est¨¢ representado por la galer¨ªa Machado-Mu?oz. El papel del galerista, pregunto, ?no es importante para explicar un producto tan sofisticado? ¡°Absolutamente. En Machado-Mu?oz tienen una visi¨®n maravillosa. Y eso es lo que cuenta para m¨ª. ?Que si veo mi obra solamente en ese ¨¢mbito? No, yo veo mi trabajo en cualquier parte, en distintos niveles, sin tener por qu¨¦ diferenciar entre ellos. Lo que encuentro problem¨¢tico es esnobear la parte comercial del dise?o, la producci¨®n industrial. Es f¨¢cil decir que uno es un artista y que solo vende en galer¨ªas. Es muy f¨¢cil decidir que te quedas fuera¡±.