Segunda oportunidad

Cuando hace apenas a?o y medio tom¨® posesi¨®n como el jefe de Estado m¨¢s joven de Francia desde Napole¨®n, Emmanuel Macron se convirti¨® en el s¨ªmbolo del cambio que necesita su pa¨ªs, pero sobre todo del impulso que debe recibir el proyecto europeo, falto de l¨ªderes que ofrezcan nuevas ideas capaces de sacar a la UE del desconcierto en el que le han sumido el Brexit y los ataques que la derecha extrema est¨¢ lanzando desde algunos estados miembros. Sin embargo, tras un primer impulso reformista, el presidente franc¨¦s se vio enredado en una serie de l¨ªos, m¨¢s o menos enjundiosos, que dejaron su popularidad por los suelos y, sobre todo, paralizaron su inicial liderazgo continental.

Esta semana, Macron anunci¨® la remodelaci¨®n de su Gobierno, que se hab¨ªa quedado muy debilitado tras varias dimisiones de ministros cruciales, y lanz¨® un discurso a la naci¨®n en la que recuperaba las ideas que le hab¨ªan llevado al El¨ªseo: una Francia fuerte en una Europa fuerte. Pero ahora es imprescindible que demuestre que puede asumir el papel que ha prometido. Y el reloj electoral corre en su contra porque, aunque gobierna desde una mayor¨ªa parlamentaria muy c¨®moda, las elecciones europeas de mayo se ciernen como una amenaza, dado que los ultras, empezando por la francesa Marine Le Pen, las plantean como una enmienda a la totalidad contra las ideas que forjaron la unidad europea.

Las reformas econ¨®micas que empez¨® Macron chocan con el rechazo mayoritario de los franceses, lo que no es ninguna sorpresa porque otros presidentes se han enfrentado a la misma oposici¨®n frontal que, en el pasado, les ha hecho desistir. En este caso, el presidente cuenta con una ventaja sobre los dem¨¢s que va m¨¢s all¨¢ de los amplios apoyos parlamentarios de los que dispone: no tiene ninguna oposici¨®n pol¨ªtica clara, porque tanto los socialistas como los republicanos pasan por una profunda crisis de liderazgo. Sin embargo, el ¨²nico partido que, por ahora, no se ha visto afectado por el tsunami que amenaza con dejar muy mermados a los viejos partidos franceses es Reagrupamiento Nacional (el antiguo Frente Nacional de Le Pen), lo que en este momento hace mucho m¨¢s peligroso su fracaso.

No es sencillo que Macron recupere totalmente el cr¨¦dito y la ilusi¨®n con el que lleg¨® a la presidencia, pero las ideas con las que atrajo a los franceses, y a otros gobiernos europeos, que confiaron en su discurso para darle un nuevo vuelo al proyecto com¨²n, est¨¢n m¨¢s vigentes que nunca.