?Hay m¨¢s vida inteligente en el universo?
EL PA?S adelanta un cap¨ªtulo del libro p¨®stumo de Stephen Hawking, 'Breves respuestas a las grandes preguntas' (Cr¨ªtica)
Me gustar¨ªa especular un poco sobre el desarrollo de la vida en el universo y, en particular, sobre el desarrollo de la vida inteligente. Incluir¨¦ en ella la especie humana, a pesar de que gran parte de su comportamiento a lo largo de la historia ha sido bastante est¨²pido y poco calculado para ayudar a la supervivencia de la especie. Dos preguntas que discutir¨¦ son: ?Existe la posibilidad de que haya vida en otro lugar del universo? y ?c¨®mo puede la vida desarrollarse en el futuro?
Es una cuesti¨®n de experiencia com¨²n que las cosas se vuelven m¨¢s desordenadas y ca¨®ticas con el tiempo. Esta observaci¨®n tiene incluso su propia ley, la llamada segunda ley de la termodin¨¢mica. Esta ley dice que la cantidad total de desorden, o entrop¨ªa, en el universo siempre aumenta con el tiempo. Sin embargo, esta ley se refiere solo a la cantidad total de desorden. El orden en un cuerpo puede aumentar, siempre que la cantidad de desorden en su entorno aumente en una cantidad mayor.
Esto es lo que sucede en los seres vivos. Podemos definir la vida como un sistema ordenado capaz de mantenerse en contra de la tendencia al desorden, y que puede reproducirse a s¨ª mismo. Es decir, puede producir sistemas ordenados similares a ¨¦l, pero independientes. Para lograrlo, el sistema debe convertir la energ¨ªa que recibe en alguna forma ordenada, como alimentos, luz solar o energ¨ªa el¨¦ctrica, en energ¨ªa desordenada, en forma de calor. De esta manera, el sistema puede satisfacer el requisito de que la cantidad total de desorden aumenta mientras que, al mismo tiempo, aumenta el orden en ¨¦l y su descendencia. Esto hace pensar en los padres que viven en una casa que se vuelve m¨¢s y m¨¢s desordenada cada vez que tienen un nuevo beb¨¦.
Un ser vivo como usted o como yo usualmente tiene dos elementos: un conjunto de instrucciones que le dicen c¨®mo continuar vivo y c¨®mo reproducirse, y un mecanismo para llevar a cabo esas instrucciones. En biolog¨ªa, esos dos elementos se llaman genes y metabolismo. Pero debemos enfatizar que nada en ellos es exclusivo de la biolog¨ªa. Por ejemplo, un virus inform¨¢tico es un programa que hace copias de s¨ª mismo en la memoria de un ordenador y las transfiere a otros ordenadores. Por lo tanto, se ajusta a la definici¨®n que acabo de dar de sistema vivo. Como los virus biol¨®gicos, es una forma bastante degenerada, porque contiene solo instrucciones o genes y carece de metabolismo propio, pero reprograma el metabolismo del ordenador o de la c¨¦lula anfitriona. Algunas personas han cuestionado si los virus deber¨ªan ser considerados como vida, porque son par¨¢sitos y no pueden existir independientemente de sus anfitriones, si bien la mayor¨ªa de las formas de vida, incluidos nosotros, somos par¨¢sitos, en el sentido de que nos alimentamos y dependemos para nuestra supervivencia de otras formas de vida. Creo que los virus inform¨¢ticos deber¨ªan ser considerados como vida. Quiz¨¢s dice algo sobre la naturaleza humana que la ¨²nica forma de vida que hemos sido capaces de crear hasta ahora sea puramente destructiva. Habla elocuentemente de lo que es crear vida a nuestra propia imagen. Volver¨¦ a tratar el tema de las formas de vida electr¨®nicas m¨¢s adelante.
Lo que normalmente consideramos como ?vida? se basa en cadenas de ¨¢tomos de carbono, con algunos otros ¨¢tomos, como nitr¨®geno o f¨®sforo. Podemos especular si podr¨ªa haber vida con alguna otra base qu¨ªmica, como el silicio, pero el carbono parece el caso m¨¢s favorable, porque tiene la qu¨ªmica m¨¢s rica. Que los ¨¢tomos de carbono puedan existir en absoluto, con las propiedades que tienen, requiere un ajuste fino de las constantes f¨ªsicas, como la escala de la cromodin¨¢mica cu¨¢ntica, la carga el¨¦ctrica e incluso la dimensionalidad del espacio-tiempo. Si esas constantes tuvieran valores significativamente diferentes, el n¨²cleo del ¨¢tomo de carbono no ser¨ªa estable, o los electrones se colapsar¨ªan en el n¨²cleo. A primera vista, parece notable que el universo est¨¦ tan finamente sintonizado. Tal vez esto es evidencia de que el universo fue especialmente dise?ado para producir la especie humana. Sin embargo, tenemos que ir con cuidado con tales argumentos, que se conocen como Principio Antr¨®pico. Este principio se basa en la evidencia de que si el universo no hubiera sido adecuado para la vida, no estar¨ªamos aqu¨ª, pregunt¨¢ndonos por qu¨¦ est¨¢ equilibrado tan finamente. Podemos aplicar el Principio Antr¨®pico en sus versiones fuerte o d¨¦bil. El principio antr¨®pico fuerte supone que hay muchos universos diferentes, cada uno con valores distintos de las constantes f¨ªsicas. En un n¨²mero peque?o de tales universos, los valores permitir¨¢n la existencia de objetos como los ¨¢tomos de carbono, que pueden actuar como bloques de construcci¨®n de los sistemas vivos. Como debemos vivir en uno de esos universos, no deber¨ªa sorprendernos que las constantes f¨ªsicas est¨¦n finamente sintonizadas. Si no lo estuvieran, no estar¨ªamos aqu¨ª. La forma fuerte del Principio Antr¨®pico no es muy satisfactoria. ?Qu¨¦ significado operacional se puede dar a la existencia de todos esos otros universos? Y si est¨¢n separados de nuestro propio universo, ?c¨®mo puede afectar a nuestro universo lo que en ellos ocurra? En su lugar, adoptar¨¦ lo que se conoce como el Principio Antr¨®pico d¨¦bil, es decir, tomar¨¦ los valores de las constantes f¨ªsicas como ya dados, y examinar¨¦ qu¨¦ conclusiones se puede extraer del hecho de que la vida existe en este planeta y en esta etapa de la historia del universo.
Creo que los virus inform¨¢ticos deber¨ªan ser considerados como vida. Quiz¨¢s dice algo sobre la naturaleza humana que la ¨²nica forma de vida que hemos sido capaces de crear hasta ahora sea puramente destructiva. Habla elocuentemente de lo que es crear vida a nuestra propia imagen
Cuando el universo comenz¨® en el Big Bang, hace unos 13.800 millones de a?os, no hab¨ªa carbono. Hac¨ªa tanto calor que toda la materia estaba en forma de part¨ªculas, llamadas protones y neutrones. Inicialmente habr¨ªa habido la misma cantidad de protones y de neutrones. Sin embargo, cuando el universo se expandi¨®, se enfri¨®. Alrededor de un minuto despu¨¦s del Big Bang, la temperatura habr¨ªa ca¨ªdo a alrededor de mil millones de grados, unas cien veces la temperatura en el centro del Sol. A esta temperatura, los neutrones comienzan a descomponerse en protones.
Si eso hubiera sido todo lo que sucedi¨®, toda la materia en el universo habr¨ªa terminado como el elemento m¨¢s simple, el hidr¨®geno, cuyo n¨²cleo consiste en un ¨²nico prot¨®n. No obstante, algunos de los neutrones chocaron con protones y se unieron a ellos para formar el siguiente elemento m¨¢s simple, el helio, cuyo n¨²cleo se compone de dos protones y dos neutrones. Pero en el universo primitivo no se habr¨ªan formado elementos m¨¢s pesados que este, como por ejemplo el carbono o el ox¨ªgeno. Es dif¨ªcil imaginar que se pudiera construir un sistema vivo con solo hidr¨®geno y helio y, de todos modos, el universo temprano todav¨ªa estaba demasiado caliente para que los ¨¢tomos se combinaran en mol¨¦culas.
El universo continu¨® expandi¨¦ndose y enfri¨¢ndose. Pero algunas regiones ten¨ªan densidades ligeramente m¨¢s altas que otras y la atracci¨®n gravitacional de la materia extra en esas regiones redujo el ritmo de la expansi¨®n y finalmente la detuvo, y se colapsaron para formar galaxias y estrellas, unos dos mil millones de a?os despu¨¦s del Big Bang. Algunas de las primeras estrellas habr¨ªan sido m¨¢s masivas que nuestro Sol; habr¨ªan estado m¨¢s calientes que el Sol y habr¨ªan convertido el hidr¨®geno y el helio originales en elementos m¨¢s pesados, como carbono, ox¨ªgeno y hierro. Esto podr¨ªa haber tomado solo unos pocos cientos de millones de a?os. Despu¨¦s de esto, algunas de las estrellas explotaron como supernovas y esparcieron los elementos pesados en el espacio, formando as¨ª la materia prima para las generaciones posteriores de estrellas.
Las otras estrellas est¨¢n demasiado lejos para que podamos ver directamente si tienen planetas girando en torno a ellas. Sin embargo, hay dos t¨¦cnicas que nos han permitido descubrir planetas alrededor de otras estrellas. La primera consiste en observar la estrella y ver si la cantidad de luz que nos llega de ella permanece constante. Si un planeta se mueve por delante de la estrella, la luz de la estrella quedar¨¢ ligeramente interceptada y la estrella se oscurecer¨¢ un poco. Si eso ocurre con regularidad es porque la ¨®rbita de un planeta lo est¨¢ haciendo pasar repetidamente por delante de la estrella. Una segunda t¨¦cnica consiste en medir con precisi¨®n la posici¨®n de la estrella. Si alg¨²n planeta orbita a su alrededor, inducir¨¢ un peque?o bamboleo en la posici¨®n de esta. Esto puede ser observado y, de nuevo, si el bamboleo es regular, se deduce que es debido a que alg¨²n planeta gira en torno de la estrella. Esos m¨¦todos fueron aplicados por primera vez hace unos veinte a?os y hasta ahora han sido descubiertos unos pocos miles de planetas girando alrededor de estrellas distantes. Se estima que una de cada cinco estrellas tiene un planeta de tama?o parecido al de la Tierra girando a una distancia de la estrella compatible con la vida, tal como la conocemos. Nuestro sistema solar se form¨® hace unos cuatro mil quinientos millones de a?os, o aproximadamente unos nueve mil millones de a?os despu¨¦s del Big Bang, a partir de gas contaminado con los restos de estrellas anteriores. La Tierra se form¨® en gran parte a partir de elementos m¨¢s pesados, incluido el carbono y el ox¨ªgeno. De alguna manera, algunos de esos ¨¢tomos llegaron a organizarse en forma de mol¨¦culas de ADN, que tienen la famosa forma de doble h¨¦lice descubierta en la d¨¦cada de 1950 por Francis Crick y James Watson en un cobertizo en el emplazamiento del actual Museo Nuevo de Cambridge. Las dos cadenas helicoidales est¨¢n unidas entre s¨ª mediante pares de bases nitrogenadas. Hay cuatro tipos de bases nitrogenadas: adenina, citosina, guanina y timina. Una adenina de una cadena siempre se combina con una timina de la otra cadena, y una guanina con una citosina. Por lo tanto, la secuencia de bases de una cadena define una secuencia complementaria ¨²nica de la otra cadena. Las dos cadenas pueden separarse y actuar cada una como plantillas para construir cadenas adicionales. Por lo tanto, las mol¨¦culas de ADN pueden reproducir la informaci¨®n gen¨¦tica codificada en sus secuencias de bases nitrogenadas. Fragmentos de la secuencia pueden ser utilizados para fabricar prote¨ªnas y otros productos qu¨ªmicos, que pueden llevar a cabo las instrucciones codificadas en la secuencia y ensamblar la materia prima para que el ADN se reproduzca.
No est¨¢ claro que la inteligencia tenga un valor de supervivencia a largo plazo. Las bacterias y otros organismos unicelulares podr¨ªan continuar viviendo aunque todas las otras formas de vida fueran eliminadas por nuestras actuaciones
Como he dicho, no sabemos c¨®mo aparecieron las mol¨¦culas de ADN por primera vez. Como la probabilidad de que una mol¨¦cula de ADN surja por fluctuaciones aleatorias es muy peque?a, algunas personas han sugerido que la vida lleg¨® a la Tierra desde otro lugar, por ejemplo tra¨ªda por rocas que se desprendieron de Marte mientras los planetas a¨²n eran inestables, y que hay semillas de vida flotando por doquier en la galaxia. Sin embargo, parece poco probable que el ADN pueda sobrevivir mucho tiempo en la radiaci¨®n del espacio.
Si la aparici¨®n de la vida en un planeta determinado es muy poco probable, se podr¨ªa haber esperado que hubiera tardado en producirse lo m¨¢s posible, compatible con el tiempo necesario para la evoluci¨®n posterior hacia seres inteligentes, como nosotros, antes de que el Sol se dilate y engulla la Tierra. La ventana temporal en la que el inicio de la vida podr¨ªa haber ocurrido es el tiempo de vida del Sol, eso es, alrededor de diez mil millones de a?os. Durante ese tiempo, una forma inteligente de vida podr¨ªa llegar a dominar la t¨¦cnica de los viajes espaciales y trasladarse a otra estrella. Pero si no consiguiera escapar, la vida en la Tierra estar¨ªa condenada al fracaso.
Hay evidencia f¨®sil de que hab¨ªa alguna forma de vida en la Tierra hace unos tres mil quinientos millones de a?os, tan solo unos quinientos millones de a?os despu¨¦s de que la Tierra se volviera estable y se enfriara lo suficiente para que la vida pudiera desarrollarse. Pero en vez de eso la vida podr¨ªa haber tardado siete mil millones de a?os en desarrollarse, y a¨²n le habr¨ªa quedado mucho tiempo para evolucionar a seres como nosotros, que pudieran preguntarse por el origen de la vida. Si la probabilidad de que la vida se desarrolle en un planeta dado es muy peque?a, ?por qu¨¦ sucedi¨® en la Tierra en una decimocuarta parte del tiempo disponible?
En los ¨²ltimos diez mil a?os, m¨¢s o menos, hemos estado en lo que podr¨ªa ser llamada una fase de transmisi¨®n externa. En esta etapa, el registro interno de informaci¨®n transmitido a las generaciones posteriores en el ADN ha cambiado un poco. Pero el registro externo ¡ª en libros y otras formas de almacenamiento de larga duraci¨®n¡ª, ha crecido enormemente
La aparici¨®n temprana de la vida en la Tierra sugiere que hay buenas posibilidades de generaci¨®n espont¨¢nea de vida en condiciones adecuadas. Tal vez hubo alguna forma anterior m¨¢s simple de organizaci¨®n que construy¨® posteriormente el ADN. Una vez que apareci¨® el ADN, hubiera resultado tan exitoso que pudo haber reemplazado por completo las formas de vida anteriores. No sabemos cu¨¢les habr¨ªan sido tales formas, pero una posibilidad es el ARN.
El ARN es como el ADN, pero m¨¢s simple y sin la estructura de doble h¨¦lice. Cadenas cortas de ARN podr¨ªan reproducirse como el ADN y al fin podr¨ªan acumularse en el ADN. No podemos producir ¨¢cidos nucleicos en el laboratorio a partir de material no vivo, y mucho menos ARN. Pero en quinientos millones de a?os y dada la inmensidad de los oc¨¦anos que cubren la mayor parte de la Tierra, podr¨ªa haber una probabilidad razonable de que el ARN se produjera por azar.
Si la probabilidad de que la vida se desarrolle en un planeta dado es muy peque?a, ?por qu¨¦ sucedi¨® en la Tierra en una decimocuarta parte del tiempo disponible?
A medida que el ADN se fue reproduciendo a s¨ª mismo, habr¨ªa habido errores aleatorios, muchos de los cuales habr¨ªan sido da?inos y se habr¨ªan extinguido. Algunos habr¨ªan sido neutros y no habr¨ªan afectado la funci¨®n del gen. Y algunos errores habr¨ªan sido favorables para la supervivencia de la especie y habr¨ªan sido elegidos por la selecci¨®n natural darwiniana.
Al principio, el proceso de evoluci¨®n biol¨®gica fue muy lento. Se tard¨® dos mil quinientos millones de a?os en evolucionar de las c¨¦lulas m¨¢s antiguas a organismos multicelulares. Sin embargo, se tard¨® menos de mil millones de a?os adicionales en evolucionar hasta los peces, y unos quinientos millones en evolucionar de los peces hasta los mam¨ªferos. Pero luego la evoluci¨®n parece haberse acelerado a¨²n m¨¢s. Solo se tard¨® unos cien millones de a?os en pasar desde los primeros mam¨ªferos hasta nosotros. La raz¨®n es que los mam¨ªferos primitivos ya conten¨ªan esencialmente la mayor¨ªa de nuestros ¨®rganos importantes. Todo lo que se requer¨ªa para evolucionar desde los primeros mam¨ªferos hasta los humanos fue un poco de ajuste fino.
Pero con la especie humana la evoluci¨®n alcanz¨® una etapa cr¨ªtica, comparable en importancia con el desarrollo del ADN: el desarrollo del lenguaje, y particularmente el lenguaje escrito, que significa que la informaci¨®n puede transmitirse de generaci¨®n en generaci¨®n de otra forma que gen¨¦ticamente mediante el ADN. Ha habido algunos cambios detectables en el ADN humano, provocados por la evoluci¨®n biol¨®gica, en los diez mil a?os de historia registrada, pero la cantidad de conocimiento transmitido de generaci¨®n en generaci¨®n ha crecido enormemente. Yo he escrito libros para contar algo de lo que he aprendido sobre el universo en mi larga carrera como cient¨ªfico, y al hacerlo estoy transfiriendo el conocimiento de mi cerebro a la p¨¢gina para que usted pueda leerlo.
El ADN en un ¨®vulo o un espermatozoide humanos contiene aproximadamente tres mil millones de pares de bases nitrogenadas. Sin embargo, gran parte de la informaci¨®n codificada en esta secuencia parece ser redundante o estar inactiva. Entonces, la cantidad total de informaci¨®n ¨²til en nuestros genes es probablemente algo as¨ª como cien millones de bits. Un bit de informaci¨®n es la respuesta a una pregunta de s¨ª o no. Como una novela de bolsillo puede contener unos dos millones de bits de informaci¨®n, un ser humano es equivalente a unos cincuenta libros de Harry Potter y una gran biblioteca nacional puede contener alrededor de cinco millones de libros, o aproximadamente diez mil millones de bits. La cantidad de informaci¨®n transmitida en libros o por Internet es unas cien mil veces mayor que en el ADN.
A¨²n m¨¢s importante es el hecho de que la informaci¨®n en los libros se puede cambiar y actualizar mucho m¨¢s r¨¢pidamente. Ha costado varios millones de a?os evolucionar desde los simios. Durante ese tiempo, la informaci¨®n ¨²til en nuestro ADN probablemente ha cambiado solo en unos pocos millones de bits, por lo que la tasa de evoluci¨®n biol¨®gica en humanos es aproximadamente un bit por a?o. En cambio, aparecen aproximadamente 50.000 nuevos libros publicados en ingl¨¦s cada a?o, que contienen del orden de cien mil millones de bits de informaci¨®n. Por supuesto, la gran mayor¨ªa de esta informaci¨®n es basura y no sirve para ninguna forma de vida, pero aun as¨ª la velocidad con la que la informaci¨®n ¨²til se puede agregar es de millones, incluso de miles de millones, m¨¢s alta que con el ADN.
Esto significa que hemos entrado en una nueva fase de la evoluci¨®n. Al principio, la evoluci¨®n procedi¨® por selecci¨®n natural ¡ª a partir de mutaciones aleatorias¡ª. Esta fase darwiniana dur¨® aproximadamente tres mil quinientos millones de a?os y produjo seres que desarrollaron el lenguaje para intercambiar informaci¨®n. Pero en los ¨²ltimos diez mil a?os, m¨¢s o menos, hemos estado en lo que podr¨ªa ser llamada una fase de transmisi¨®n externa. En esta etapa, el registro interno de informaci¨®n transmitido a las generaciones posteriores en el ADN ha cambiado un poco. Pero el registro externo ¡ª en libros y otras formas de almacenamiento de larga duraci¨®n¡ª, ha crecido enormemente.
Algunas personas usar¨ªan el t¨¦rmino "evoluci¨®n" solo para el material gen¨¦tico transmitido internamente y se opondr¨ªan a que se aplicara a la informaci¨®n transmitida externamente, pero creo que es una visi¨®n demasiado estrecha. Somos m¨¢s que nuestros genes. Puede que no seamos inherentemente m¨¢s fuertes o m¨¢s inteligentes que nuestros antepasados cavern¨ªcolas, pero lo que nos distingue de ellos es el conocimiento que hemos acumulado durante los ¨²ltimos diez mil a?os, y particularmente durante los ¨²ltimos trescientos. Creo que es leg¨ªtimo tener una visi¨®n m¨¢s amplia, e incluir la informaci¨®n transmitida externamente, as¨ª como tambi¨¦n la del ADN, en la evoluci¨®n de la especie humana.
La escala de tiempo para la evoluci¨®n, en el per¨ªodo de transmisi¨®n externa, es la escala de tiempo para la acumulaci¨®n de informaci¨®n, que sol¨ªa ser de cientos, o incluso de miles, de a?os. Pero ahora esa escala de tiempo se ha reducido a unos cincuenta a?os o menos. En cambio, los cerebros con que procesamos esa informaci¨®n han evolucionado en la escala de tiempo darwiniana, de cientos de miles de a?os. Esto comienza a causar problemas. En el siglo XVIII, se dijo que hab¨ªa un hombre que hab¨ªa le¨ªdo todos los libros escritos. Pero actualmente, si leyera un libro por d¨ªa, tardar¨ªa unos 15.000 a?os en leer los libros en una Biblioteca Nacional. Y en ese tiempo, se habr¨ªan escrito muchos m¨¢s libros.
Esto significa que nadie puede dominar m¨¢s que un peque?o rinc¨®n del conocimiento humano. Tenemos que especializarnos en campos cada vez m¨¢s estrechos. Es probable que eso sea una gran limitaci¨®n en el futuro. Ciertamente no podemos continuar por mucho tiempo con la tasa de crecimiento exponencial del conocimiento que hemos tenido en los ¨²ltimos trescientos a?os. Una limitaci¨®n y un peligro a¨²n mayores para las generaciones futuras son que todav¨ªa tenemos los instintos, y en particular los impulsos agresivos, que tuvimos en los d¨ªas del hombre de las cavernas. La agresi¨®n, en la forma de subyugar o matar a otros hombres y tomar sus mujeres y su comida, ha tenido ventajas para la supervivencia hasta el momento presente, pero ahora podr¨ªa destruir a toda la especie humana y gran parte del resto de la vida en la Tierra. Una guerra nuclear sigue siendo el peligro m¨¢s inmediato, pero hay otros, como liberar un virus gen¨¦ticamente modificado, o que el efecto invernadero se acelere.
No hay tiempo para esperar a que la evoluci¨®n darwiniana nos haga m¨¢s inteligentes y afables. Pero ahora estamos entrando en una nueva fase de lo que podr¨ªamos llamar evoluci¨®n autodise?ada, en la que podremos cambiar y mejorar nuestro ADN. Ahora hemos mapeado el ADN, lo que significa que hemos le¨ªdo el libro de la vida?y podemos comenzar a escribir correcciones en ¨¦l. Al principio, esos cambios se limitar¨¢n a la reparaci¨®n de defectos gen¨¦ticos, como la fibrosis qu¨ªstica y la distrofia muscular, que est¨¢n controladas por un solo gen cada una, por lo que son bastante f¨¢ciles de identificar y corregir. Otras cualidades, como la inteligencia, probablemente est¨¦n controladas por un gran n¨²mero de genes, y ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil encontrarlos y resolver las relaciones entre ellos. Sin embargo, estoy seguro de que durante este siglo descubriremos c¨®mo modificar tanto la inteligencia como los instintos, por ejemplo el de la agresividad.
Tal vez sea posible utilizar la ingenier¨ªa gen¨¦tica para hacer que la vida basada en ADN sobreviva indefinidamente, o al menos cien mil a?os. Pero una manera m¨¢s f¨¢cil, que ya casi est¨¢ a nuestro alcance, ser¨ªa enviar m¨¢quinas
Probablemente, se aprobar¨¢n leyes contra la ingenier¨ªa gen¨¦tica con humanos, pero algunas personas no podr¨¢n resistir la tentaci¨®n de mejorar las caracter¨ªsticas humanas, como el tama?o de la memoria, la resistencia a enfermedades y la duraci¨®n de la vida. Una vez que aparezcan los superhumanos, surgir¨¢n problemas pol¨ªticos importantes con los humanos no mejorados, que no podr¨¢n competir con ellos. Presumiblemente, morir¨¢n o perder¨¢n importancia. En cambio, habr¨¢ una carrera de seres autodise?ados, que se ir¨¢n mejorando a un ritmo cada vez mayor.
Si la especie humana consigue redise?arse a s¨ª misma para reducir o eliminar el riesgo de destrucci¨®n suicida, probablemente se extender¨¢ y colonizar¨¢ otros planetas y estrellas. Sin embargo, los viajes espaciales a larga distancia ser¨¢n dif¨ªciles para las formas de vida como nosotros, basadas en la qu¨ªmica, en el ADN. La vida natural de tales seres es corta en comparaci¨®n con el tiempo de viaje. Seg¨²n la teor¨ªa de la relatividad, nada puede viajar m¨¢s r¨¢pido que la luz, por lo que un viaje de ida y vuelta a la estrella m¨¢s cercana tomar¨ªa al menos ocho a?os, y al centro de la galaxia unos cincuenta mil a?os. En la ciencia ficci¨®n, superan esta dificultad con curvaturas del espacio o viajando a trav¨¦s de dimensiones adicionales, pero no creo que esto llegue a ser posible, por muy inteligente que llegue a ser la vida. En la teor¨ªa de la relatividad, si se puede viajar m¨¢s r¨¢pido que la luz, tambi¨¦n se puede retroceder en el tiempo, y eso llevar¨ªa a problemas con la gente que regresa y cambia el pasado. Tambi¨¦n esperar¨ªamos haber visto un gran n¨²mero de turistas del futuro, movidos por la curiosidad de ver nuestras formas de vida pintorescas y pasadas de moda.
Tal vez sea posible utilizar la ingenier¨ªa gen¨¦tica para hacer que la vida basada en ADN sobreviva indefinidamente, o al menos cien mil a?os. Pero una manera m¨¢s f¨¢cil, que ya casi est¨¢ a nuestro alcance, ser¨ªa enviar m¨¢quinas. Estas podr¨ªan dise?arse para durar mucho, lo suficiente para viajes interestelares. Cuando llegaran a una nueva estrella, podr¨ªan aterrizar en un lugar adecuado de un planeta y excavar minas para conseguir material para producir m¨¢s m¨¢quinas, que podr¨ªan enviarse a m¨¢s estrellas. Tales m¨¢quinas ser¨ªan una nueva forma de vida, basada en componentes mec¨¢nicos y electr¨®nicos, en lugar de en macromol¨¦culas. Podr¨ªan llegar a reemplazar la vida basada en ADN, al igual que el ADN puede haber reemplazado una forma de vida anterior.?
Respuestas para (casi) todo
Stephen Hawking (Oxford, 1942 - Cambridge, 2018) ha sido, probablemente, el cient¨ªfico m¨¢s popular de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Pese a sus enormes limitaciones f¨ªsicas, provocadas por el ELA, escribi¨® docenas de art¨ªculos cient¨ªficos y libros como Historia del tiempo, que se convirti¨® en superventas. Su capacidad de divulgaci¨®n, su esp¨ªritu de lucha y su peculiar sentido del humor le transformaron en una figura de fama mundial.
Breves respuestas a las grandes preguntas es su obra p¨®stuma, en la que trabajaba en el momento de su muerte. En este libro ofrece su punto de vista personal a las grandes preguntas que desde siempre se hacen los humanos: ?Hay un Dios? ?C¨®mo empez¨® todo? ?Es posible viajar en el tiempo? El libro ha sido prologado por el actor Eddie Redmayne y tambi¨¦n contiene un ep¨ªlogo de la hija y colaboradora del cient¨ªfico, Lucy Hawking.
?Cu¨¢les son las posibilidades de que encontremos alguna forma de vida alien¨ªgena mientras exploramos la galaxia? Si el argumento sobre la escala de tiempo para la aparici¨®n de la vida en la Tierra es correcto, deber¨ªa haber muchas otras estrellas cuyos planetas alberguen vida. Algunos de esos sistemas estelares podr¨ªan haberse formado cinco mil millones de a?os antes de la Tierra, entonces ?por qu¨¦ la galaxia no est¨¢ repleta de formas de vida mec¨¢nicas o biol¨®gicas? ?Por qu¨¦ la Tierra no ha sido visitada e incluso colonizada? Por cierto, descarto las sugerencias de que los ovnis contengan seres del espacio exterior, ya que creo que cualquier visita de extraterrestres ser¨ªa mucho m¨¢s manifiesta y probablemente, tambi¨¦n, mucho m¨¢s desagradable.
Entonces, ?por qu¨¦ no nos han visitado? Tal vez la probabilidad de que la vida aparezca espont¨¢neamente es tan baja que la Tierra es el ¨²nico planeta en la galaxia ¡ª o en el universo observable¡ª en el cual sucedi¨®. Otra posibilidad es que la probabilidad de que se formaran sistemas capaces de autorreproducirse, como por ejemplo las c¨¦lulas, fuera razonable pero que la mayor¨ªa de esas formas de vida no evolucionaran hasta la inteligencia. Estamos acostumbrados a pensar en la vida inteligente como una consecuencia inevitable de la evoluci¨®n, pero ?y si no lo es? El Principio Antr¨®pico deber¨ªa hacernos desconfiar de tales argumentos. Es m¨¢s probable que la evoluci¨®n sea un proceso aleatorio, con la inteligencia como una posibilidad entre muchos otros resultados posibles.
Ni siquiera est¨¢ claro que la inteligencia tenga un valor de supervivencia a largo plazo. Las bacterias y otros organismos unicelulares podr¨ªan continuar viviendo aunque todas las otras formas de vida fueran eliminadas por nuestras actuaciones. Para la vida en la Tierra, la inteligencia tal vez fue un desarrollo poco probable, ya que en la cronolog¨ªa de la evoluci¨®n se tard¨® mucho tiempo, dos mil quinientos millones de a?os, en pasar de seres unicelulares a seres multicelulares, que son un precursor necesario para la inteligencia. Como esa es una buena fracci¨®n del tiempo total disponible antes de que el Sol explote, ser¨ªa consistente con la hip¨®tesis de que la probabilidad de que la vida llegue a la inteligencia es baja. Si fuera as¨ª, quiz¨¢s podr¨ªamos encontrar muchas otras formas de vida en la galaxia pero ser¨ªa poco probable que encontr¨¢ramos vida inteligente.
Otra raz¨®n por la cual la vida podr¨ªa no alcanzar una etapa inteligente ser¨ªa que un asteroide o un cometa chocaran con el planeta. En 1994, observamos c¨®mo la colisi¨®n del cometa Shoemaker-Levi con J¨²piter produjo una serie de bolas de fuego enormes. Se cree que la colisi¨®n de un cuerpo bastante m¨¢s peque?o con la Tierra, hace unos sesenta y cinco millones de a?os, provoc¨® la extinci¨®n de los dinosaurios. Algunos peque?os mam¨ªferos primitivos sobrevivieron, pero cualquier organismo del tama?o de un ser humano habr¨ªa sido aniquilado casi con seguridad. Es dif¨ªcil decir cu¨¢n a menudo se producen tales colisiones pero una conjetura razonable podr¨ªa ser cada veinte millones de a?os, en promedio. Si esta cifra es correcta, significar¨ªa que la vida inteligente en la Tierra se ha desarrollado gracias a que no haya habido colisiones importantes en los ¨²ltimos millones de a?os. Es posible que otros planetas de la galaxia en los que se desarroll¨® la vida no hayan tenido un tiempo sin colisiones suficientemente largo para desarrollar seres inteligentes.
Una tercera posibilidad es que hay una probabilidad razonable de que la vida se forme y evolucione a seres inteligentes, pero que el sistema se vuelva inestable y la vida inteligente se destruya a s¨ª misma. Esta ser¨ªa una conclusi¨®n muy pesimista y espero sinceramente que no sea verdad.
?Por qu¨¦ no nos han visitado? Tal vez la probabilidad de que la vida aparezca espont¨¢neamente es tan baja que la Tierra es el ¨²nico planeta en la galaxia ¡ª o en el universo observable¡ª en el cual sucedi¨®
Prefiero una cuarta posibilidad: que haya otras formas de vida inteligente, pero que hemos sido pasados por alto. En 2015 particip¨¦ en el lanzamiento de la iniciativa Breakthrough-listen, que utiliza observaciones de ondas de radio para buscar vida inteligente extraterrestre y tiene instalaciones actualizadas, financiaci¨®n generosa y miles de horas de observaci¨®n reservadas en radiotelescopios. Se trata del mayor programa de investigaci¨®n dedicado hasta ahora a buscar evidencias de civilizaciones m¨¢s all¨¢ de la Tierra. Breakthrough Message es un concurso internacional para crear mensajes que puedan ser le¨ªdos por civilizaciones avanzadas. Pero debemos ser cautelosos de responder hasta que nos hayamos desarrollado un poco m¨¢s. Un encuentro con una civilizaci¨®n m¨¢s avanzada, en nuestra etapa actual, podr¨ªa resultar un poco como cuando los habitantes originales de Am¨¦rica conocieron a Col¨®n (y no creo que pensaran que mejoraron con ello).
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