La historia de amor y supervivencia del presidente alem¨¢n y su esposa
Frank Walter Steinmeier, que visita Espa?a estos d¨ªas, aparc¨® unos meses su carrera pol¨ªtica para donar un ri?¨®n a su pareja
El presidente de Alemania, Frank Walter Steinmeier, goza de un raro privilegio en su pa¨ªs que despierta una sana envidia entre la familia pol¨ªtica germana. Desde que comenz¨® su carrera como pol¨ªtico activo en 2005 cuando fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno de gran coalici¨®n encabezado por Angela Merkel, Steinmeier se acostumbr¨® a ser uno de los pol¨ªticos m¨¢s populares y queridos del pa¨ªs, una haza?a que no ha hecho m¨¢s que crecer con el tiempo.
La ¨²ltima encuesta que realiz¨® el semanario der Spiegel para elaborar una lista de los 20 pol¨ªticos m¨¢s populares del pa¨ªs, demostr¨® que Steinmeier aun sigue encabezando la lista, muy por encima de la canciller Merkel. ¡°La gente lo aprecia, lo respeta y todav¨ªa no ha olvidado su gesto de donarle un ri?¨®n a su esposa¡±, dijo un ex embajador alem¨¢n
En el mes de agosto de 2010, Steinmeier protagoniz¨® un in¨¦dito capitulo en su vida, cuando anunci¨® que har¨ªa una pausa en su carrera pol¨ªtica para someterse a una intervenci¨®n quir¨²rgica. El pol¨ªtico socialdem¨®crata que en ese momento era el l¨ªder del grupo parlamentario del SPD, hab¨ªa decidido donarle un ri?¨®n a su esposa Elke.
?¡°La donaci¨®n no es gesto ni heroico, ni un regalo para mi esposa. Si lo fuera, ser¨ªa un regalo para los dos para poder tener m¨¢s tiempo para estar juntos¡±, dijo Steinmeier cuando anunci¨®, desde la televisi¨®n, su decisi¨®n de donar un ri?¨®n para su esposa. El gesto caus¨® una espont¨¢nea ola de solidaridad con el pol¨ªtico y lleg¨® a lo m¨¢s profundo del coraz¨®n de la gente de la calle.
Despu¨¦s de una pausa postoperatoria de dos meses, Steinmeier volvi¨® a ocupar su esca?o en el Parlamento Federal y su esposa Elke regres¨® a su puesto de jueza en el Tribunal Administrativo de Berl¨ªn, del que hoy est¨¢ en excedencia para ejercer su funci¨®n de primera dama.
Steinmeier regres¨® al ministerio de Asuntos Exteriores en 2013 y en los cuatro a?os que ocup¨® el cargo defendi¨® con ¨¦xito su lugar privilegiado en la escala de popularidad que publica regularmente la revista der Spiegel, pero tambi¨¦n jug¨® un papel destacado en la diplomacia mundial para llevar la paz a Ucrania y buscar un acuerdo con Ir¨¢n.
Pero Steinmeier tambi¨¦n tuvo otros gestos. El m¨¢s importante quiz¨¢s lo demostr¨® el abril de 2016 cuando utiliz¨® un lenguaje poco com¨²n para pedir perd¨®n por la pasividad de los diplom¨¢ticos alemanes, que optaron por darle m¨¢s importancia a las relaciones bilaterales con la dictadura de Pinochet y se olvidaron de exigir respeto de los derechos humanos que estaban siendo violados en forma sistem¨¢tica en la Colonia Dignidad.
En una intervenci¨®n que marc¨® un hito en la tradici¨®n diplom¨¢tica del ministerio, Steinmeier admiti¨® con humildad que la diplomacia alemana en su momento no hab¨ªa hecho lo suficiente para ayudar a las v¨ªctimas de la Colonia que buscaron protecci¨®n en la Embajada alemana en Chile.
¡°Este es un cap¨ªtulo negro de la historia de la diplomacia alemana y es evidente que los diplom¨¢ticos perdieron la orientaci¨®n e hicieron muy poco para proteger a las personas que buscaban escapar del maltrato¡±, dijo el ministro.
¡°Ese hecho me produce verg¨¹enza¡±, confes¨® Steinmeier a este peri¨®dico. ¡°Lo que tenemos que hacer en el futuro es que nuestras embajadas no vuelvan a cometer esos errores¡±.
Steinmeier fue elegido presidente de Alemania en febrero de 2017 gracias a una interesada alianza formada por los dos partidos democratacristianos (CDU y CSU de Baviera) y el partido Socialdem¨®crata alem¨¢n y, algo raro en la pol¨ªtica germana, su elecci¨®n fue bien recibida por la casi totalidad de la familia pol¨ªtica alemana.
En uno de sus primeros discursos como jefe de Estado alem¨¢n, Steinmeier admiti¨® que como presidente no pod¨ªa hacer el mundo m¨¢s f¨¢cil de lo que es, pero a lo largo de su mandato, ha intentado enviar un mensaje categ¨®rico a sus compatriotas. Alemania es un pa¨ªs de inmigraci¨®n y no hay diferencias entre sus ciudadanos, sin importar de donde provengan sus ra¨ªces.
¡°Solo hay una Rep¨²blica Federal de Alemania y todos sus ciudadanos tienen los mismos derechos y responsabilidades. Yo estoy orgulloso de poder ser el presidente de todas estas personas¡±, dijo en el verano pasado en el marco de un debate sobre la inmigraci¨®n realizado en Berlin.
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