Un relato veraz

La paz no puede representar el equivalente de la desmemoria, ni tampoco debe aceptarse cualquier relato con el pretexto de que se cierren las heridas del pasado, porque lo ¨²nico que se lograr¨ªa, al final, es mantenerlas abiertas y prolongar el dolor de las v¨ªctimas. Por eso resulta muy importante que el proyecto Herenegun (Anteayer) del Gobierno vasco, que busca ense?ar a los alumnos de 15 a 18 a?os la historia reciente de Euskadi (1960-2018), no haga llegar a las aulas un material did¨¢ctico que no cuente con el apoyo de los que sufrieron el terror de ETA y que no d¨¦ la importancia debida al hecho de que la banda asesin¨® a quienes cre¨ªa que imped¨ªan su proyecto pol¨ªtico de corte totalitario.

La asignatura se apoya en cinco v¨ªdeos, de 20 minutos cada uno, basados a su vez en la serie de ETB Las huellas perdidas, que han contado con el asesoramiento de expertos de prestigio. Sin embargo, los v¨ªdeos did¨¢cticos han suscitado el rechazo frontal de asociaciones de v¨ªctimas, del PP y de los socialistas, as¨ª como de numerosos historiadores, por considerar que mantienen en algunos aspectos una equidistancia incomprensible. El Gobierno central tambi¨¦n ha anunciado que presentar¨¢ alegaciones, dentro del plazo que se cierra el pr¨®ximo 16 de noviembre. El Ejecutivo vasco pretende que la asignatura comience a impartirse, de forma experimental, en ocho centros en el ¨²ltimo trimestre de este curso, pero ser¨ªa sensato que el lehendakari Urkullu prescinda de fechas obligadas o cerradas y reabra el proceso hasta examinar todas las alegaciones y enmiendas propuestas y hasta que logre conciliar el consenso que ha prometido buscar por todos los medios.

Muchas de las cr¨ªticas est¨¢n justificadas, como el olvido de todos aquellos que no cedieron ante las amenazas de ETA y tuvieron que exiliarse, o la puntualizaci¨®n por parte de importantes historiadores, que argumentan que al insistir en la idea de que la banda terrorista naci¨® bajo el franquismo puede dar la impresi¨®n de que fue una consecuencia inevitable de la represi¨®n de la dictadura, cuando, en realidad, el 95% de sus asesinatos se cometi¨® durante la democracia.

Desde que ETA dej¨® de cometer asesinatos ¡ªel ¨²ltimo se produjo en 2010¡ª se ha producido en el Pa¨ªs Vasco lo que se ha llamado una lucha por el relato, en la que cada palabra se considera esencial y en la que aquellos que apoyaron a la banda o minimizaron sus cr¨ªmenes tratan a¨²n hoy de esconder las amenazas y el terror protagonizados por los etarras debajo de conceptos nada inocentes como ¡°lucha armada¡± o ¡°conflicto¡±. Paralelamente, numerosos estudios han resaltado el peligro del desconocimiento que acecha a las nuevas generaciones: seg¨²n un trabajo de la Universidad de Deusto publicado en 2017, el 47% de los j¨®venes vascos desconoc¨ªa el atentado de Hipercor, perpetrado en 1987 en Barcelona y el m¨¢s sangriento de la banda, con 21 muertos, y un 40% no sab¨ªa qui¨¦n fue Miguel ?ngel Blanco ni qu¨¦ terrible fin tuvo aquel joven concejal popular.

Es importante que la historia del terror al que ETA someti¨® a los ciudadanos espa?oles, y a los vascos en particular, llegue correctamente a las aulas. Un relato en el que las v¨ªctimas se sientan reconocidas.

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