Robert Redford: ¡°Todav¨ªa puedo re¨ªrme de la muerte¡±
A sus 82 a?os, el legendario protagonista de cl¨¢sicos como El golpe o Todos los hombres del presidente cree que ha llegado el momento de su retirada. Pero tan solo de la interpretaci¨®n. A¨²n le queda tiempo para la direcci¨®n, la defensa del cine independiente desde el Instituto Sundance y, sobre todo, para cultivar su segunda gran pasi¨®n, el medio ambiente. Nos recibe en Toronto para rememorar una vida de pel¨ªcula: la suya
LA ENTRADA de Robert Redford en el hotel Fairmont Royal York de Toronto llega acompa?ada de un doble sentimiento. Es f¨¢cil ver una figura fr¨¢gil de 82 a?os, manteniendo el tipo, todo vestido de negro ¡ªvaqueros, camiseta¡, hasta las gafas son de sol¡ª, pero caminando con precauci¨®n, asi¨¦ndose a la mesa donde se sienta a conversar como quien se agarra (con delicadeza) a una tabla de salvaci¨®n. Su sordera es pronunciada y son muchas las veces en las que durante la conversaci¨®n da una respuesta, l¨²cida e interesante, a lo que cree que ha o¨ªdo m¨¢s que a lo que ha sido preguntado. Y muchas m¨¢s las que su mente vuelve al pasado, a contar las batallitas de ese chaval californiano que se esfuerza en describir como un patito feo, aunque resulte imposible de imaginar cuando uno tiene delante al cisne de Hollywood, al gal¨¢n de galanes incluso en su versi¨®n octogenaria. Ese Robert Redford (Santa M¨®nica, California, 1936) sigue vivo: el Sundance Kid de Dos hombres y un destino, El gran Gatsby mucho antes de que Leonardo DiCaprio quisiera su puesto o El candidato siempre interesado en la pol¨ªtica, aunque su activismo est¨¢ dirigido m¨¢s a preservar el medio ambiente que a ocupar la Casa Blanca. Pero el valor del int¨¦rprete no se mide solo por los innumerables ¨¦xitos de su pasado. Sigue siendo motor de una nueva generaci¨®n de artistas gracias al Festival de Sundance y sigue protagonizando pel¨ªculas. Su nuevo trabajo es The Old Man & the Gun. Y, asegura, puede que sea su canto del cisne.
Ha dicho que este es el ¨²ltimo filme, que no habr¨¢ m¨¢s. ?Se ha cansado de Hollywood? Nunca digas nunca. Pero llevo haciendo esto desde que ten¨ªa 21 a?os y soy octogenario ya. Quiz¨¢ haya llegado el momento. No tanto de parar, sino de moverme en otra direcci¨®n.
?Como cu¨¢l? ?La producci¨®n, la pintura, la pol¨ªtica? Producir. Dirigir m¨¢s. Llevo tiempo pens¨¢ndolo. La idea me ronda desde mi anterior estreno, proyecto que me volvi¨® a reunir con Jane Fonda [Nosotros en la noche, 2017], un dram¨®n rom¨¢ntico nada optimista. Fue muy agradable trabajar en ella, pero era una pel¨ªcula muy triste. En los tiempos que vivimos prefiero algo m¨¢s positivo. Atravesamos un momento pol¨ªtico tenebroso y el ambiente cultural que nos rodea es m¨¢s bien deprimente. Pero tampoco he dicho que The Old Man & the Gun vaya a ser la ¨²ltima. He dicho que puede ser la ¨²ltima. Como actor, siento que The Old Man & the Gun es una gran pel¨ªcula para decir adi¨®s.
?La pel¨ªcula por la que le gustar¨ªa ser recordado? Me gustar¨ªa ser recordado por todo el trabajo en televisi¨®n, en cine, en teatro. Y por mi labor medioambiental.
?No hay favoritas? ?Cu¨¢les son esos t¨ªtulos de los que guarda un mejor recuerdo? Es una buena pregunta para alimentar mi ego, pero no pienso en esos t¨¦rminos. Disfrut¨¦ en todas ellas. Si quieres escoger una, Dos hombres y un destino (1969) es una gran elecci¨®n porque me encant¨®. Interpret¨¦ un papel en el que me sent¨ª c¨®modo y fue un placer trabajar con George Roy Hill. Fue entonces cuando Paul Newman y yo nos hicimos amigos, una amistad que durar¨ªa toda la vida. Pero con todo lo que adoro Dos hombres y un destino, El golpe (1973) me parece de los mejores filmes de la historia del cine. Y todo el cr¨¦dito se lo lleva Hill. El la ide¨®, pens¨® en la m¨²sica, ¨¦l lo fue todo. No la hab¨ªa visto en muchos a?os hasta que mi hija se empe?¨® en verla recientemente y me volv¨ª a dar cuenta de lo buena que era.
The Old Man & the Gun utiliza escenas de La jaur¨ªa humana. ?Casualidad? ?Qu¨¦ recuerda de su trabajo con Marlon Brando? No s¨¦ si una casualidad, pero desde luego fue una sorpresa. Me hab¨ªa olvidado. Lo que m¨¢s recuerdo de La jaur¨ªa humana es que fue mi primer trabajo con Jane Fonda. ?1965? Y, por supuesto, con Marlon Brando. Pero lo que se me qued¨® grabado fue la contribuci¨®n de Arthur Penn. ?l se encarg¨® de llevar lo que hab¨ªa escrito Lillian Hellman a la pantalla. No necesitamos ni mucha discusi¨®n ni ensayo. Todo encaj¨® a la perfecci¨®n. Y esa es la calidad que busco en el trabajo.
?Cu¨¢nto ha cambiado Hollywood en estos a?os? Esa calidad que busca, ?sigue existiendo? Esta ha sido siempre mi pasi¨®n. Me ha hecho feliz. Especialmente cuando he contado las historias que he querido contar. Para m¨ª lo m¨¢s importante es la historia. Eso es lo primero. A lo largo de mi carrera he desarrollado una estrategia que resumo en tres pasos. El primero, la historia. Segundo, el personaje. Y el tercero, la emoci¨®n. Lo que ha ido ocurriendo en este tiempo es que la fascinaci¨®n, especialmente por parte del p¨²blico m¨¢s joven, por los efectos especiales, por las explosiones, por la acci¨®n, ha dejado de lado la historia. Y eso para m¨ª es extremadamente importante. ?Acaso existe frase m¨¢s evocadora que el ¡°¨¦rase una vez¡± con el que empiezan todas?
¡°La fascinaci¨®n del p¨²blico m¨¢s joven por los efectos especiales, por las explosiones y por la acci¨®n ha dejado de lado las historias, y eso para m¨ª es muy importante¡±
Su primera pel¨ªcula como director fue Gente corriente en 1980 ?Lamenta no haberse lanzado antes? No soy muy dado a las lamentaciones. Todos tenemos cosas que lamentar. Son parte de la vida. Pero si se convierten en una obsesi¨®n, son una carga muy pesada que no te deja tirar hacia delante. Soy actor desde los 21. Aun as¨ª, me llev¨® un tiempo aceptar que mi amor por la pintura se convertir¨ªa en mi hobby mientras la interpretaci¨®n pasaba a primer plano. Desde entonces, me he concentrado en ser actor. En ser el mejor actor que pude. Me lo he pasado bien y no necesariamente por mi f¨ªsico. De ni?o ten¨ªa los dientes muy grandes, el pelo demasiado rojizo y muy salvaje y la cara llena de pecas. Lo del f¨ªsico lleg¨® mucho m¨¢s tarde y me sorprendi¨®. No estaba preparado para ello. Ahora quiero dedicarme m¨¢s a la direcci¨®n.
?Como Clint Eastwood? No s¨¦ si como ¨¦l. Tenemos puntos de vista diferentes, aunque le respeto. Los dos somos californianos y somos amigos y esas cosas. Pero tenemos una forma diferente de pensar y ?tambi¨¦n de hacer cine. Ya tengo un proyecto en mente para dirigir, pero no quiero dar detalles por el ?momento.
Su relaci¨®n con Hollywood siempre ha sido buena pero distante. ?A qu¨¦ se debe? Supongo que influye el hecho de que nac¨ª en Los ?ngeles, en Santa M¨®nica; que viv¨ª y me crie en un barrio trabajador, y que Hollywood nunca me pareci¨® un lugar m¨¢gico. No fue mi sue?o, como el de muchos otros. La fama lleg¨® de forma inesperada. Empec¨¦ como todos, sentado en un banco junto a otros muchos esperando para poder hacer una audici¨®n por un papel que alguna vez consegu¨ªa, pero la mayor¨ªa de las veces no. Y de ah¨ª di el salto a verme tratado como un objeto. El lado oscuro de la fama. Primero uno se siente tratado como un objeto, luego se comporta como un objeto y finalmente, como no tengas cuidado, uno se convierte en un objeto. Hollywood es bueno para los negocios, pero prefiero vivir en otro sitio.
En sus comienzos se encuentra Descalzos por el parque, de Neil Simon. Primero fue en 1963, en versi¨®n teatral, y a?os m¨¢s tarde, en 1967, en cine junto a Fonda. ?Cu¨¢les son sus recuerdos ahora que el dramaturgo acaba de fallecer? Le debo mucho a Neil. Esa era solo su segunda obra. Y la primera de Mike Nichols como director. ?ramos todos nuevos. Yo nunca hab¨ªa hecho una comedia. Y Neil Simon estaba muy nervioso porque la obra era bastante autobiogr¨¢fica. Mike fue quien me defendi¨® mientras los dem¨¢s le dec¨ªan que estaba loco por confiar en m¨ª. Pero hab¨ªa visto en televisi¨®n un fragmento en el que hice de psic¨®pata y le dej¨¦ tan intrigado que me llam¨® para que fuera a Nueva York a hacer una prueba. Neil acab¨® siendo mi amigo. Les debo mucho a ambos. Dos grandes talentos. Neil no solo sab¨ªa hacer re¨ªr. Sab¨ªa lo importante que era la risa.
Si, como dice, ser actor siempre ha sido su pasi¨®n, ?es que ha dejado de tener el mismo significado ahora que llega la hora del adi¨®s? Mi relaci¨®n con el arte dram¨¢tico no ha cambiado. Ni con el arte de hacer pel¨ªculas. Ni con los int¨¦rpretes con los que he trabajado. Todos los que quieren cultivar su arte y no solo su popularidad cuentan con todo mi respeto. Soy m¨¢s duro con quienes est¨¢n m¨¢s interesados en la atenci¨®n que viene unida a este trabajo que en la interpretaci¨®n. M¨²sicos que cambian de carrera por adquirir una nueva fama m¨¢s que por su inter¨¦s en este arte. Esos no me llaman tanto la atenci¨®n.
Otra de las pasiones de Robert ?Redford es el medio ambiente. Aunque, en realidad, ser¨ªa m¨¢s preciso calificarlo de preocupaci¨®n: siempre le ha acompa?ado y en ella ha invertido buena parte de su dinero. Ha alcanzado todos los honores: el Oscar ¡ªnunca como actor, solo uno como director y otro honor¨ªfico¡ª, la medalla que le otorg¨® por sus contribuciones art¨ªsticas el Kennedy Center (la mayor distinci¨®n cultural estadounidense), su nombramiento como caballero de la Legi¨®n Francesa, la Medalla Presidencial de la Libertad que le entreg¨® Barack Obama (la concesi¨®n civil m¨¢s alta en Estados Unidos) y el Le¨®n de Oro del Festival de Venecia a toda una carrera. Pero asegura que su verdadero tesoro es la casa donde los guarda en Santa Fe, un para¨ªso en medio de la naturaleza que tanto defiende. En otra categor¨ªa tambi¨¦n lo es el Instituto Sundance, que fund¨® en 1981. No solo por sus logros como mecenas del cine independiente cultivando nuevos talentos y ofreci¨¦ndoles escaparate en el festival del mismo nombre, sino por su enclave en Park City (Utah, EE UU).
Tambi¨¦n ha sido el medio ambiente el que le ha llevado al activismo. Eso y la crispaci¨®n actual con una presidencia que desde?a. Redford es un dem¨®crata que en ocasiones ha apoyado a candidatos republicanos y que siempre ha sabido discernir entre el cine como entretenimiento y como arma pol¨ªtica. Pero la edad, el bipartidismo que divide su pa¨ªs y su inquietud por el medio ambiente han dejado mucho m¨¢s clara su posici¨®n pol¨ªtica.
?Cu¨¢ndo empez¨® a interesarse por el medio ambiente? Cuando ten¨ªa unos 11 a?os sufr¨ª la polio. Fue un caso leve y me libr¨¦ de un tratamiento que entonces era terror¨ªfico. Pero tard¨¦ unas cuantas semanas en recuperarme y, como premio, mi madre me llev¨® fuera de Los ?ngeles, ciudad de la que nunca hab¨ªa salido, al parque natural de Yosemite. Cuando atraves¨¦ el t¨²nel de entrada y llegu¨¦ a lo que se llama Inspiration Point, me di cuenta de que no quer¨ªa verlo, quer¨ªa estar ah¨ª, en medio de ese majestuoso paisaje. Supe que de mayor quer¨ªa tener dinero para comprar tierra y preservarla, jubilarme admirando su belleza. No pasar¨ªan muchos a?os hasta darme cuenta de que la naturaleza de nuestro pa¨ªs, lo que nos da la fuerza y nos separa de Europa, es que somos una sociedad orientada al desarrollo. Nos expandimos y generamos riqueza, pero ?qu¨¦ nos va a quedar si continuamos a este ritmo? El futuro no tiene que estar solo orientado al desarrollo, sino a la conservaci¨®n si buscamos la supervivencia de nuestra especie. En caso contrario, ?para qu¨¦ tener hijos? Por eso decid¨ª dedicar mis esfuerzos al medio ambiente.
?Sigue residiendo en Santa Fe? En Santa Fe, Nuevo M¨¦xico y en Sundance, Utah. Me gusta el oeste, las monta?as, escalar, caminar, escuchar los r¨ªos o el silencio de los bosques, el cielo abierto, el paisaje extenso, la falta de poluci¨®n. Para¨ªsos tan remotos que puedo mirar y no ver m¨¢s que cielo y tierra. Lugares donde me siento feliz.
El Festival de Sundance se acerca a sus 35 a?os de historia. En su primera edici¨®n se presentaron 85 pe?l¨ªculas; en la ¨²ltima, m¨¢s de 13.000 obras aspiraban a formar tomar parte de esta muestra de cine independiente. ?Se siente orgulloso de lo conseguido? Siempre he sido una persona muy activa en mi profesi¨®n. Como actor y como director. Tambi¨¦n tuve la fortuna de que se me presentasen oportunidades. El festival y el instituto son precisamente eso, la forma de ofrecer esas oportunidades a otros. La primera idea fue la de ofrecer un lugar donde los autores pudieran conocer la obra de otros realizadores. Porque su trabajo estaba siendo ignorado. Para lo que no est¨¢bamos preparados era para la energ¨ªa que esto cre¨® a su alrededor, el n¨²mero de personas que se interesaron por esta labor. Y el dinero que lleg¨® a la ciudad durante el festival y que estuvo a punto de llevarse por delante la noci¨®n de este foro de cara a su comercializaci¨®n. Pero seguimos siendo el lugar donde los cineastas independientes encuentran una plataforma para ser vistos. Muchos de ellos incluso llegando al gran p¨²blico. Tambi¨¦n hay quien malinterpreta el concepto de este festival como si tuviera que estar dedicado a un cine insurgente. Mi ¨²nico deseo fue el de potenciar buenas historias, estadounidenses o internacionales, que de otro modo nadie habr¨ªa visto. Darles la oportunidad que yo tuve.
Nunca ha querido politizar el festival, pero a lo largo de su carrera s¨ª ha desarrollado proyectos con carga pol¨ªtica. El candidato (1972) es una de mis pel¨ªculas preferidas. Siempre pens¨¦ que dec¨ªa mucho del sistema pol¨ªtico. Y fue un placer de rodaje que hicimos casi sin dinero. Y Todos los hombres del presidente (1976) fue una lucha m¨¢s larga, de cuatro a?os, con todo en nuestra contra, pero se trataba de un momento importante de nuestra historia que mereci¨® la pena llevar a la pantalla.
?Sigue en contacto con Bob Woodward? ?Ha le¨ªdo ya su ¨²ltimo libro, Fear: Trump in the White House? He seguido en contacto con ¨¦l. Nos conocimos antes del rodaje porque nuestra intenci¨®n no fue tanto hacer un filme pol¨ªtico, sino uno sobre la relaci¨®n entre Bob y Carl [Bernstein]. Carl siempre llamaba m¨¢s la atenci¨®n porque era m¨¢s extrovertido, pero lo que me interes¨® de Bob fue su paz interior, su introversi¨®n, su hablar pausado y su gran intelecto. Seguimos siendo amigos y sigo su trabajo. Este libro llega en un momento muy bueno y tengo ganas de leerlo. Conf¨ªo en que sirva para algo.
?Es optimista con el futuro que nos espera? No s¨¦ si podemos caer m¨¢s bajo. Sigo de luto por un pa¨ªs que nunca he visto tan dividido. Crec¨ª en el Los ?ngeles de posguerra y como pa¨ªs nunca estuvimos m¨¢s unidos. Fueron buenos a?os. El ambiente actual es t¨®xico. Mi esperanza est¨¢ en la historia. Porque este pa¨ªs siempre ha sabido salir de sus crisis en el ¨²ltimo momento. Y lo que s¨ª es cierto es que las ¨²ltimas elecciones nos han sacado de la apat¨ªa: han inspirado grandes manifestaciones y un cambio de clima pol¨ªtico.
¡°Sigo de luto por Estados Unidos, nunca he visto mi pa¨ªs tan dividido. Solo me consuela saber que siempre hemos sabido salir de las crisis en el ¨²ltimo momento¡±
?Tanto como para que considere participar de forma m¨¢s activa en la pol¨ªtica? A nivel personal soy un activista, pero nunca he querido que la pol¨ªtica salpique mi obra. O el festival. Apoyamos a los autores sin hacer proselitismo, sea cual sea la historia que quieran contar. Soy de los que creen que uno puede hacer pel¨ªculas sobre momentos pol¨ªticos, pero me pone nervioso meter la pol¨ªtica en el cine.
?Y a qu¨¦ se piensa dedicar cuando se jubile como actor? ?Mantiene una lista de cosas por hacer antes del adi¨®s? Soy de los que viven el momento. No me encuentro entre los que hacen planes ni entre los que piensan mucho m¨¢s all¨¢.
?Piensa en la muerte? Probablemente. Es parte de la vida. Y seguro que en alg¨²n lugar de mi mente estoy aterrorizado. Es inevitable, pero s¨ª puedo elegir ?entre vivir con miedo o seguir con mi vida y re¨ªrme de la muerte. Con la edad me he tenido que retirar de ciertas cosas, pero mientras pueda ?dar largas caminatas y montar a caballo, me seguir¨¦ riendo de ella. Y ?todav¨ªa puedo.?
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