El primer freno a Trump

Ni siquiera Netflix va a tener f¨¢cil competir con el espect¨¢culo de las elecciones de mitad de mandato que acaban de celebrarse en Estados Unidos. Y, al margen de la fascinaci¨®n o el terror que sienta cada uno, la pregunta m¨¢s inmediata desde este lado del Atl¨¢ntico es: ?c¨®mo repercutir¨¢ una C¨¢mara de Representantes de mayor¨ªa dem¨®crata en la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos y, por consiguiente, m¨¢s all¨¢ del Am¨¦rica primero?

Por m¨¢s que el presidente Trump haya querido ser el centro de estas elecciones, su nombre no figuraba en la papeleta. A escala federal, donde se elabora la pol¨ªtica exterior, los votantes han elegido a los 435 miembros de la C¨¢mara de Representantes y a 35 de los 100 senadores. Desde 2016, los republicanos controlaban la Casa Blanca, el Senado y la C¨¢mara, y, con los dos magistrados del Tribunal Supremo nombrados por Trump, ten¨ªan en sus manos los tres poderes del Estado. A los estadounidenses no les gusta dar demasiado poder a un solo partido y es tradicional que corrijan los desequilibrios en las legislativas.

Las elecciones de mitad de mandato son mucho menos glamurosas que la batalla por la presidencia. Trump no es precisamente muy querido en Espa?a, donde los sondeos de Pew muestran que solo el 7% conf¨ªa en ¨¦l, y todav¨ªa nos esperan dos a?os m¨¢s de un presidente que se ha apartado de la ortodoxia diplom¨¢tica estadounidense de la posguerra, consistente en consolidar, proteger y expandir el orden liberal internacional. Ahora bien, aunque una C¨¢mara dem¨®crata no puede cambiar el hecho de que, en EE?UU, el presidente es el principal responsable de la pol¨ªtica exterior s¨ª puede ejercer un fuerte control sobre sus poderes.

M¨¢s que un cambio dr¨¢stico de la pol¨ªtica exterior de Trump, lo que podemos esperar es que le sea m¨¢s dif¨ªcil ejecutarla. Trump basa su pol¨ªtica exterior en el sentimiento de agravio: la idea fundamental es que, desde la d¨¦cada de los ochenta, el resto del mundo est¨¢ aprovech¨¢ndose de EE?UU, en las relaciones comerciales y en instituciones de seguridad y defensa como la OTAN. De ah¨ª que haya decidido hacerse amigo de los enemigos tradicionales y los aut¨®cratas y, en cambio, rechace a los aliados tradicionales y las instituciones multilaterales.

El inquilino de la Casa Blanca se hecho amigo de los aut¨®cratas mientras rechaza a los aliados tradicionales y las instituciones multilaterales

?C¨®mo podr¨¢n contener los dem¨®cratas a Trump? En uno de sus temas favoritos, la inmigraci¨®n ¡ªporque preocupa y enardece a sus partidarios¡ª, la C¨¢mara puede influir en diversos aspectos como la construcci¨®n del muro. La C¨¢mara de Representantes controla la distribuci¨®n de fondos federales, as¨ª que no parece que Trump vaya a obtener el dinero necesario a corto plazo. El muro s¨ª seguir¨¢ siendo un motivo de tensi¨®n entre EE?UU y M¨¦xico, y puede que la pelea entre la Casa Blanca y el Congreso acabe provocando un cierre de la Administraci¨®n. La C¨¢mara tambi¨¦n puede impedir que haga realidad su amenaza de interrumpir la ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador por la caravana de inmigrantes que est¨¢ atravesando M¨¦xico hacia la frontera estadounidense.

Ni los republicanos ni los dem¨®cratas est¨¢n contentos con el uso excesivo que hace Trump de los aranceles, por lo que, aunque el Congreso ha ido cediendo poder al presidente en materia de acuerdos comerciales, podr¨ªa ocurrir, sobre todo si los dem¨®cratas controlan la C¨¢mara, que le arrebatase su potestad de fijar barreras arancelarias.

Pero el poder m¨¢s importante que tendr¨¢ una C¨¢mara de Representantes dem¨®crata es el de supervisi¨®n. Tambi¨¦n desprende poco glamur, pero recordemos el dram¨¢tico contenido de algunas sesiones de los comit¨¦s del Congreso desde hace a?os: la cacer¨ªa de comunistas ordenada por Joseph McCarthy, Watergate, el intento de destituir a Clinton, el testimonio de Hillary Clinton sobre Bengasi, y as¨ª hasta llegar al emocional testimonio de Christine Blasey Ford sobre Brett Kavanaugh, ahora magistrado del Tribunal Supremo. En la C¨¢mara, los dem¨®cratas podr¨¢n iniciar investigaciones, citar a testigos, reclamar pruebas, celebrar vistas p¨²blicas y privadas y examinar a fondo otras cuestiones como las declaraciones de impuestos de Trump y las relaciones con Rusia.

Adem¨¢s de la investigaci¨®n que est¨¢ realizando Robert Mueller, la C¨¢mara podr¨¢ iniciar otra sobre la injerencia rusa en la campa?a de 2016. Prev¨¦n citar a m¨¢s de 30 personas cercanas al presidente a las que los republicanos no entrevistaron, incluidos Donald Trump hijo, Jared Kushner y Steve Bannon.

Si los dos primeros a?os de Trump en la Casa Blanca han parecido una locura, eso no es nada en comparaci¨®n con los dos pr¨®ximos, que estar¨¢n dominados por una guerra abierta entre Trump y la C¨¢mara de Representantes. Un enfrentamiento que deber¨ªa reducir la capacidad de Trump de emprender nuevas aventuras en el extranjero y, si no impedir, al menos dificultar sus peores impulsos en pol¨ªtica exterior.

Alana Moceri es analista de relaciones internacionales, escritora y profesora en la Universidad Europea de Madrid.

Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.